Como hacía siglos (gastronómicamente hablando) que no pisábamos La Rioja, nos apetecía reencontrarnos con esa cocina tradicional que nunca pasa de moda. El Asador José Marí llevaba tiempo rondando mis pensamientos gracias a unas fotos de su jardín que parecían sacadas de un anuncio. Desde Haro hicimos la llamada de rigor, nos confirmaron mesa y allá que fuimos, con el hambre propio del peregrino que ha encontrado su destino… aunque en este caso, el destino era una mesa al aire libre.
Lo que comimos Los que nos conocéis ya sabéis de nuestra devoción por las verduras, así que empezamos fuerte:
🍴 Menestra de verduras: generosa, sabrosa y con ese punto de mimo que se convierta en un plato para enamorarse.
🍴 Pencas rellenas: otro acierto. Ojo, lo que veis en la foto es media ración, que la otra media estaba en nuestro otro plato (y media ración aquí es más bien “tres cuartos”). Las pencas son los tallos de las acelgas previamente tratados y con dos pencas es hace una especie de sandwich que se rellena, por explicarlo básicamente de una masa de croqueta, Puede parecer poco interesante, pero esta riquísimo si no profesas alergia mental a las verduras.
🗨 🍴 Buenas, nada que reprochar… pero sin alcanzar el momentazo culinario El pimiento. El sistema de servirlas sobre una bandeja con brasas debajo es vistoso y práctico para seguir pasándolas… hasta que las últimas se resecan un pelín. Ya sé que esto está muy de moda, pero yo soy de los que prefieren que la carne (y todo lo demás) venga ya bordada del fogón, si quiero cocinar, me quedo en casa.
🍴 Ana, más sabia, pidió rabo de toro al vino tinto de Rioja. Aquí sí que nos pusimos de pie (mentalmente) para aplaudir: meloso, intenso, glicérico… De lo mejor que hemos probado en su categoría.
🍰 Postre… ninguno. No por falta de ganas, sino por pura estrategia gastronómica: por la noche tocaba Calle Laurel y hay que administrar el terreno de juego.
🍷 El protagonista líquido fue un Marqués de Riscal Reserva 2017. Equilibrado, aromático y perfecto para lo que pedimos. El precio, como comentaba, es tentador, y la carta de vinos es amplia y bien pensada. Aquí, como suele pasar en La Rioja, uno se puede dar el gusto de probar etiquetas especiales sin dejar la cartera temblando.
Lo que pagamos 💶 No voy a dorar la píldora: buena cocina, buenas raciones, precios justos. La botella de Marqués de Riscal Reserva 2017 a 29 € es de esas tentaciones que te hacen pensar en pedir una segunda… hasta que recuerdas que queda conducir. Entre entrantes, principales, la cuenta final quedó en torno a 37 € por persona, una cifra más que razonable para la calidad y el entorno. En general, carta honesta y, para estar en La Rioja, con esa relación calidad-precio que te empuja a probar “un poquito más”. Al precio anterior hay que añadir el vino y agua que tomamos.
Lo que pensamos 🗨 El jardín donde comimos merece capítulo aparte: sombra generosa de árboles, temperatura perfecta y una sensación de estar en un rincón donde el tiempo se detiene. El ambiente invita a quedarse con otra copa, y no mirar el reloj con la tranquilidad de que allí fuera, no importa qué hora es.
🗨 La carta es más amplia que en otros restaurantes de la zona, con variedad en entrantes, pescados y carnes. El chuletón que veíamos pasar a las mesas vecinas tenía un aspecto de foto-revista. Y aunque el detalle de las brasas bajo la carne es más espectáculo que mejora culinaria, no empaña una experiencia que, en conjunto, fue excelente.
🗨 ¿Volveremos? Sin duda. Y si tú pasas por allí, reserva y prepárate para disfrutar de cocina riojana tradicional en un entorno que roza el paraíso.
En las aficiones de fernando punto es podrás encontrar reseña completa, video y podcast...
Read moreFood was delicious and, service from our waiter was good but initially they argued that we hadn't booked. (The table had been booked by telephone a week in advance). And when we began ordering the waitress was extremely rude shouting over the top of my daughter who was trying to place the orders. This waitress was then assigned to another party of people. When we were ready to leave, my daughter asked our waiter if she could speak to the owner. She wanted to talk about the incident with the waitress. The waiter asked the owner three times and was ignored and the owner then went upstairs to avoid us. Poor waiter was very embarrassed. My daughter emailed the owner in the days after to give him the opportunity to reply and possibly give an apology or explanation. She received no response so I am posting this some weeks after we went in July to warn others. Its a shame as the food was great even though pricey but the attitude was APPALLING! I've given three stars because the food was so good. But I would...
Read moreMe faltan estrellas para poder catalogar como quisiera este lugar. Al pide la sierra de Cantabria o Toloño dependiendo de la proveniencia, en el pequeño pueblo de Rivas de Tereso, se propuso el SEÑOR Jose Mari, conseguir que tod@s aquell@s que se acercaran por aquellos lares, pudieran disfrutar de su hospitalidad, buen hacer y cocina, y henos aquí, que décadas después, sus descendientes, en todas las variables, continúan con tan encomiable labor: A día de hoy, y hace ya muchos años, es Jose Mari hijo (Txema) el que, no sin gran esfuerzo y alegría, coordina, rige y dirige los designios del restaurante, con todo su cariño y dedicación, que transmite con cada uno de sus clientes/amigos. La cocina es una clara muestra de intenciones de su espíritu, tradicional, natural, sincera y intensa... Para abrir boca podemos escoger, entre sus embutidos, fritos, rebozados, asados en raciones (choricillo, morcilla..), ensaladas, espárragos etc etc. Para calmar ya un poco mas el apetito podemos recurrir a sus magníficos guisos, pucheros, arroces (humm!!), y platos variadísimos. Y como ataque final a nuestra hambruna, podemos recurrir a los platos que son la especialidad absoluta del asador Jose Mari. La brasa. Entre ascuas de sarmientos, sin importar el clima exterior, podemos ver como se preparan las chuletillas, los chuletones, pollos, chorizos, pinchos... o recurrir a los también mágnificos y jugosos asados, ya sean carnes o pescados. Siempre habrá una buena recomendación respecto al vino que seguir, y un genial postre con el que dar por terminada la pitanza. Si a todo esto le sumamos el hecho de poder hacerlo en el refrescante jardín en las épocas mas favorecedoras del año, el resultado es de un lujo espectacular. Además y de un tiempo a esta parte nos ofrecen la posibilidad de tomar un refrigerio, o una copa, o lo que sea, en la terraza en la que Txema se desquita con la coctelera y los temas chill que nos pincha. Toda una experiencia en todos los sentidos en un enclave sensacional. Como consejo, reserva con tiempo sobre todo los días de buena méteo, porque si no, es complicado conseguir mesa.
No te lo...
Read more