Última visita a este restaurante. Somos clientes de casi toda la vida. Más que todo sinceramente por proximidad y en ocasiones especiales de reuniones de familia porque se presta. La última vez que fuimos ya hace bastante tiempo nos quejamos del arroz de bogavante no comiendo casi nada, se lo comentamos a Jesica y trató la queja muy amablemente y supo estar a la altura de lo que se espera de un restaurante de este tipo. Pues ayer fue la gota que colma el vaso. Fuimos a celebrar en familia y salimos muy decepcionados/enfadados tanto con la comida, el trato del personal como con la arrogancia de los dueños especialmente. Pedimos unos entrantes a compartir y unos segundos( 6 solomillos y una escalopa de pollo para compartir entre 2 niños). Los puntos de las carne no fueron correctos, uno estaba abierto y frío ( pues seguro estaría congelado y lo abrieron para que se hiciese antes), pero lo peor fue que mi hija de 11 años, que está acostumbrada a comer bien, detectó que la escalopa estaba en mal estado. Y así fue, ácida y en mal estado. Se lo comentamos al camarero y me ofreció otra, le dije que no pues seguramente estaría igual y le pedí otro solomillo ,que como no, vino abierto por la mitad y congelado. Al Final pedí una botella de cava , postres y cafés y cuando vino la cuenta, nos cobraron absolutamente todo, (587€) . Nos quejamos y los dueños del restaurante ( los padres) pues Jesica no estaba, se reafirmaron en su decisión de cobrar todo , como si el conjunto de la experiencia hubiese sido más que correcta. Un despropósito que no pasa en ningún sitio y menos tratanto a clientes de toda la vida como borregos. El único que estuvo a la altura fue Jose, el encargado , que aunque intuyo que con muchas cosas no comulga , es tan buen profesional y compañero que respeta a todos por encima de todo. Por supuesto mis padres ni toda nuestra familia decididmos no volver nunca más. Lo siento por Jesica, pues ella es más coherente y preparada. He visto reseñas de ayer también muy descontentos, con lo cual veo que no es una apreciación subjetiva. Y un último consejo para los que parecen que lo saben todo ( me refiero a los dueños). Deberían poner más atención en los procesos, igual así no dan platos en mal estado, pues no es muy profesional cargar de género los cohes particulares (audi negro) en la puerta lleno de género para tansportarlo a otro sitio), pues como ellos seguramente saben, se rompen las cadenas de frío y pasa lo que pasa). Vigilen, porque torres más altas han caido y el dinero se acaba yendo y más perdiendo a quien te...
Read moreMal todo. Al cliente de menú no lo tratan igual que al que pide una mariscada. No te ponen ni pan en el menú diario, yo sé lo tuve que pedir 2 veces. Nos sentaron en una mesa donde pasan los camareros y nos movían de lado a lado, cuando la mesa de al lado de 15 comensales y que era la que en realidad molestaba no le dijeron de alentarse, salvo al final cuando se lo dijimos nosotros. Nos hicieron sentir incómodos, no has terminado de comer y ya nos retiraban el plato. Pedimos 2 sorbetes, lo ponen en la barra y se los lleva una camarera que no los había pedido. Los tuve que reclamar y a la camarera no le dijeron que los que se llevó eran nuestros.
Para colmo algo curioso es que el jueves miramos el menú a 14.50€ y el viernes lo subieron a 16.50€ y yo antes de acudir al restaurante llamé por teléfono para que me lo explicaran y lo primero que me dijo es si tenía reserva (parece que no le gustó que les dijera lo de la pequeña diferencia de 2€ respecto al jueves). Bueno ellos me dijeron que es el precio de 2 segundos…En fin que como no habíamos ido nunca a ese restaurante fuimos para asomarnos a ver cómo estaba de gente ya que nos dijeron que había que llamar hasta con meses de antelación (no encontré sus estrellas michelin por ningún sitio). Lo gracioso del tema es que nos pensábamos que iba a haber hasta cola y todo y para nada!! Es más le dije a mi mujer que entrara y preguntará a ver si podíamos comer mientras yo esperaba en el coche y cuál fue nuestra sorpresa que le dijeron que si!!! Fatal servicio, van de sobrados por la vida….A lo mejor alguna vez llegarán las vacas flojas y mi mensaje estará ahí para recordarles que han prestado un paupérrimo servicio. …Y eso que nosotros fuimos para conocerlo porque queríamos comernos una mariscada próximamente pero va a ser que no…
Además…el restaurante es bastante ruidoso, todos hablando y no puedes mantener una conversación sino es casi gritando.
Nunca máis. Podéis comeros vuestra mariscada por nosotros. Hay muchas más y mejores marisquerías...
Read morePésimo en casi todo salvo en limpieza. Nada más llegar y casi antes de que coloques el abrigo y te sientes ya te han puesto el pan en la mesa y te están preguntando qué quieres beber. Valoro la celeridad pero creo que un domingo para comer es excesiva. Pedimos agua y una copa de cerveza. Fui yo la que tuve que retirar de delante de mi plato las copas de vino y la de agua que sobraba y colocarlas en el lateral de la mesa que no utilizábamos. Que no se me caen los anillos que procedo de una familia humilde y yo también lo soy, pero ni en un bar normal y corriente te dejan en la mesa el servicio que no se usa. Pedimos menú de arroz con bogavante (40,50 euros/persona sin bebida. Total con 2 cañas y un agua 88): para compartir de primero pulpo a feira (estaba bastante bien la calidad y el sabor), navajas plancha (6 unidades de las cuales cuatro tenían tierra) y salpicón de langostinos (la cebolla en cantidad y blanda, cuatro trozos de pimiento verde, 6 langostinos de calibre pequeño salvo uno, 6 aceitunas negras y un poco tomate. Carecía de presentación alguna y deduzco que no era del día). El arroz con bogavante merece una crítica extra. Nunca he visto en un arroz la cebolla, el tomate, el pimiento verde y el rojo como parte del plato. Considero que forma parte de un sofrito y en un arroz de marisco menos aún. Estaba aguado. Aún no habían retirado los platos del primero, es más, aún no habíamos acabado el salpicón y ya nos estaban sirviendo el segundo. Lo entendí en cuanto lo probé: ya estaba medio pasado. De hecho, antes de acabar el plato, ya estaba completamente pasado. No sabía a marisco. Creo que ha sido el peor arroz que he comido. El mío le da cuarenta vueltas y no soy cocinera. Para postres pedimos una tarta de queso y un brownie con helado de vainilla. La tarta buena pero el brownie más seco que la mojama. Agradezco la simpatía del último camarero pero...
Read more