Pibelandia — Restaurant in Santa Úrsula

Se que una mala valoración no es lo mejor para un establecimiento, pero hablo desde el conocimiento y la experiencia en este sector al cual pertenezco y en el cual trabajo. Fuimos para que los niños disfrutarán del parque de bolas y nosotros poder hablar y disfrutar como adultos, pero cuál es nuestra sorpresa no admiten niños de menos de 4 años, por lo que al pequeño no lo dejan entrar y se queda por fuera con desconsuelo por no poder entrar. Aún así decidimos pedir bebidas, papas y bocadillos. Aquí llega lo peor: vemos cómo sirven Dorada pilsen en el billar y en otras mesas y justo para nosotros no quedan, no pasa nada pedimos otra marca, pedimos Coca cola Original y nos la traen Zero, no pasa nada se la llevamos a la barra y pedimos que nos la cambien pero no les hace mucha gracia. Pedimos unas papas con mechada y pollo y tardan más de 25 min en llegar con la mechada y el pollo frío seco y acartonado. Llamamos al camarero para pedir otra ronda y tras unos 15 minutos esperando viene deja las cervezas y se va y a esperar de nuevo a que venga a cogernos la comanda cuando ya por fin pedimos, nos toca esperar más de una hora para 4 bocadillos, que si muy grandes pero no son nada fuera de lo normal (el de solomillo no es solomillo, es ternera). Estando allí empezamos a mirar a nuestro alrededor y fijarnos en la organización del local, el camarero o dueño da mil vueltas para un café y pasa las comandas a la cocina a grito pelado. Justo al lado del parque de bolas infantil tienen un billar, yo no lo veo muy lógico pero bueno es su negocio. Las máquinas para los niños están desenchufadas (para eso no las tengas) el parque de bolas no cuenta con monitor presente, es el mismos camarero el que entra y saca a los niños y si le dices algo al camarero su respuesta es " esto no es un parque de bolas es una cafetería" y de muy malas formas. Espero que se tomen este comentario para mejorar en el servicio, la atención al cliente, la calidad del producto y la organización del negocio, empleados y todo lo que conlleva. No es una crítica para hacer daño, todo lo contrario es para que mejoren y...

Fuimos a esta cafetería con una amiga y nuestros cuatro hijos (dos bebés y dos niñas) porque anunciaban que tenían parque de bolas, lo cual parecía ideal para familias. Al llegar, descubrimos que el parque estaba roto y no funcionaba, sin ningún cartel que lo indicara en la entrada.

El servicio fue bastante deficiente: nos cambiaron de mesa diciendo que la primera era “solo para cuatro” y en la otra faltaban sillas que tuvimos que buscar nosotras mismas. Pedimos la comida y, aunque a otros clientes que llegaron después se la sirvieron rápido, a nosotras ni el entrante nos traían.

Insistí varias veces en que las hamburguesas que pedimos no tuvieran huevo, pero igualmente nos las trajeron con huevo. Esto demuestra muy poca atención a las peticiones del cliente, y en casos de alergias podría haber sido grave.

Uno de los bebés tiró comida al suelo y la cocinera salió de muy malas formas a llamarnos la atención, con un trato poco adecuado. Además, pedimos pollo y no había, pero no lo avisaron hasta el momento de servir. También pasó que a mi amiga, que pidió unas papas, se las trajeron mucho más tarde que a otras mesas que lo habían pedido después, y cuando reclamó la respuesta volvió a ser con malas caras y comentarios poco profesionales.

Lo positivo es que el baño estaba limpio, la comida tenía buena presentación, estaba rica y los precios son buenos. La cafetería podría ser un sitio excelente si se gestionara mejor, ya que la idea de un espacio para que los niños se entretengan mientras los padres comen es estupenda. Sin embargo, con tantas carencias en el servicio, la falta de información sobre lo que no funciona, la mala actitud del personal y errores tan graves como ignorar peticiones en la comida, lamentablemente...

Una enorme decepción después de haber ido infinidad de veces tanto a cumpleaños como a pasar mañanas o tardes con mis hijos los cuales tienes casi cuatro años,y no habernos puesto ningun impedimento para que los niños entrarán en el parque hoy hemos llegado sobre las 11 de la mañ y una señora que se supone que es la gerente nos ha dicho que mis hijos no podían entrar por no tener cuatro años,después de explicar que hemos venido en más ocaciones y habían pasado al pedir hablar con el personal que otras veces nos a permitido la entrada la señora con muy malas formas nos ha dicho que las normas las pone ella que el seguro lo paga ella,yo me preguntó las veces que hemos estado en cumpleaños y otras ocasiones por libre si cubría el seguro a mis hijos o esto como va esto.Pq si no esta permitido y otras veces se nos a dejado hay maneras y maneras de decir las cosas no hay niguna necesidad de hacernos pasar el mal rato que hemos pasado y menos delante de los niños simplemente se nos explica las cosas con amabilidad y nos hubiésemos quedado para desayunar pero después de las formas de esta señora se te quitan las ganas de todo.Desde el respetó que le tengo me permito darle un consejo Aunque el cliente no siempre tenga la razón no debe usted tratar a nadie ni con prepotencia ni de malas formas.Es una pena pero a nosotros nos pierden como clientes espero que a nadie le pase algo similar y que puedan seguir disfrutando tanto del servicio de los demás empleados como...