La verdad es que nos llevamos una decepción muy grande y tuvimos una nefasta experiencia culinaria y los camareros tardaban año y medio en traer cada plato o bebida. Pedimos los macarrones del menú infantil para 3 niñas y las peques en el primer bocado ya notaron lo malos que estaban los macarrones, con lo fácil que es ese plato. Tuvimos que pedirles una ración de patatas aparte para que al menos las enanas se llevarán algo de comer, patatas que por cierto deben estar fritas con aceite de motor pero bueno... Lo único que pudieron disfrutar fue del postre que era un helado de tarrina sin más. En la carta, en el menú infantil incluía primero+bebida+postre+ 3 horas de parque de bolas. Pues el parque de bolas estaba cerrado y hasta las 17:00 no abría. Lo venden como un sitio familiar y realmente es un bar de polígono. Mi pareja pidió de menu un plato brócoli con algún tipo de salsa, no estaba mal ... Y de segundo boquerones que bueno algo escueto pero pasable. Yo pedí de primero "cocktail de marisco" lo pongo entrecomillado por qué eso era de todo menos lo que tenía que ser... Salsa rara y "cosas" bañadas en esa salsa ... No sabía a marisco salgo por una única gamba que me encontré. De segundo pedí parrillada de carnes variadas con patatas... Medio chorizo, media salchicha, medio filete de pollo y medio solomillo pequeño, presentado todo como cuando tú cuñao te invita a BBQ en el campo, por cierto no faltaron en mi plato las patatas con SAE 10 , buen aceite.... De postre pedimos cafés por miedo a lo demás... En fin lo que más nos gustó fue el agua. Y nos fuimos bastante decepcionados por que a pesar de expresar nuestro malestar con lo del parque de bolas y con los macarrones de las niñas, no hacían nada más que justificarse...
Read moreDecepcionante la atención de la camarera con pelo rojo/anaranjado.
Sin ganas de trabajar, dando información inexacta de los precios y de los productos disponibles de la carta/cocina... Haciendo gestos poco adecuados hacia un cliente que simplemente entró queriendo picar/comer algo.
Si la cocina ya está cerrada, si no se quiere servir nada más que refrescos, etc.. Era tan fácil como decir: Lo siento ya no hay nada de cocina, me voy y listo.. Pero nos estuvo mareando y mostrando sus pocas ganas de trabajar. Quedaba 1h y 15 min aún para cerrar y hay parecía que ya estaban cerrados al público.
Le pedí la carta y me contestó (que la carta era ella 😅y con cara de pocos amigos), OK, que bobacatas tienen? (Me los dicta...) Y que precio?? (me contesta unos 4 y algo aprox 🙄) Le digo, todos? (me dice más o menos..) EN SERIO?? Ya la tuve que decir, que porfavor quería saber precio de los bocatas por saber cual elegir... Y ya se fue y me sacó un cartel con la carta 🤦♀️
Ya solo con ese comienzo nos quedamos asombrados y a punto de irnos, pero dimos la oportunidad de consumir.
Después de pedir, vuelve y nos dice que no hay pan para 2 bocatas, OK y nos conformamos con 2 montados....
Para rematar, pedimos unas patatas para nuestro hijo y tampoco nos lo pueden servir...
ENTONCES PORQUE CERRÁIS A CIERTA HORA SI CASI 1H Y MEDIA ANTES YA NO OFRECÉIS PRÁCTICAMENTE NADA Y ENCIMA CON MALAS CARAS Y DESGANADAS?
Lo peor no es que no nos ofrecieran de nada en condiciones, si no las maneras y lo desagradable que fue intentar pedir algo a esta señorita.
No volveremos a repetir, ni aconsejar a nadie. NO TODO ES CALIDAD DE COMIDA, SI NO TAMBIÉN DE SERVICIO DEL...
Read moreLa Industrial destaca como un referente local gracias a su combinación de servicio ágil, ambiente acogedor y una propuesta culinaria de calidad a precios muy ajustados.
Desde que uno cruza la puerta, se percibe un trato cercano y profesional por parte del personal, algo que hoy en día marca la diferencia. El servicio es rápido y eficiente, sin que por ello se descuide la atención al cliente, lo que aporta una sensación de estar “bien arropado” durante toda la experiencia gastronómica.
En cuanto a la comida, el menú del día sorprende gratamente por su relación calidad-precio. Las raciones son generosas y bien presentadas, lo que invita a disfrutar de cada plato sin prisas. El equilibrio entre cantidad y calidad es digno de mención, algo que no siempre es fácil de encontrar en locales de menú diario.
Otro punto fuerte es el cuidado en los detalles, desde la limpieza del local hasta la presentación de los platos. No hay sensación de descuido ni en la sala ni en la cocina, algo que, como crítico, valoro especialmente.
En resumen, La Industrial se posiciona como un imprescindible en Seseña para quienes buscan una comida bien elaborada, abundante y sin sorpresas en la cuenta. Ideal para una pausa laboral o una comida...
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