Restaurante Trampantojo — Restaurant in Socuéllamos

Trampantojo significa literalmente "Trampa o ilusión con que se engaña a alguien haciéndole ver lo que no es" . Este bar no hace honor a su nombre. La atención de la camarera fue muy aceptable, me hizo sentir cómodo, sin embargo la comida no lo fue tanto. Los tercios de cerveza están muy muy fríos, para mí perfectos. Pedí 2 croquetas de jamón, eran caseras, generosas de jamón, buena cremosidad pero no tenían tanto sabor a jamón como deberían. Después me trajeron una ración de gambones rebozados. Demasiado rebozado sin apenas sabor a gambón. Seguí después con ventresaca de atún en carpaccio. Estaba enorme, muy muy bueno. Cortado finamente y muy bien presentado. Después pedí ternera rubia gallega. La hicieron perfecta, pero la carne dejaba mucho que desear. No se mascaba ni cortaba fácilmente, y una buena ternera rubia, en la boca se deshace. Pedí de postre flan de queso. Muy muy bueno, un sabor y una textura perfecta, pero lo fastidió tanto sirope de fresa por encima, sabía más a sirope que a fresa. La tarta de galleta me dijeron que no era casera, un detalle por la camarera, pero la verdad que me agradó bastante. Siento decir que es un sitio el cual no me anime a ir otra vez, porque como he dicho el nombre del bar ni hace honor...

Es posible que la valoración que estoy poniendo esté sesgada, por el momento en el que fuimos. Eran las fiestas del pueblo y todos los servicios de restauración están sobrecargados. Ahora bien sabiendo esto, primer fallo que no sepan a la hora de tomar la comanda se tienen existencias de los productos que ofrecen. Pedi una ensalada y les faltaba lo más básico, la lechuga.!!! Me ofrecieron sustituirla por tomate. Abierto esa posibilidad, me encuentro cómo podéis ver las fotos, una ensalada de un tomate, por el que tuve que pagar 10 €. Lo siento mucho pero así no se hacen las cosas. Es por ello que no puedo darles una buena valoración. Sillas de destacar los cuadros con los que decoran el restaurante que son de un marcado carácter...

Si solo valorase la comida o la atención tendría que darle 5 estrellas. Pedimos tataki de atún, bacalao rebozado en tinta de calamar y calamares. Todo muy rico pero, a excepción de los calamares (que eran anillas), muy escaso. El precio de las raciones (12 y 17€) no parecía elevado hasta que vimos la cantidad: 6 trocitos pequeños de bacalao y unos 8-10 taquitos minúsculos de atún. Estamos hablando de un bar de raciones en Socuéllamos y son preparaciones normales, nada de alta cocina. No se justifica esa relación calidad precio tan alta. Quizás en este bar sea mejor pedir las tostas o hamburguesas, que tenían buena pinta y precios...