Lamentable sitio tanto por atención como por su comida. Pare allí precisamente por sus buenas reseñas y no pude equivocarme más. Pongo en situación; 10:40 de la mañana de un sábado local vacío apenas dos personas pidiendo un café y yo estando en Soria pedí un torrezno como es obvio, el torrezno reseco y de al menos el día anterior nada de recién hecho,y para colmo servido en un plato "helado" como recien sacado de la nevera ( y por eso lo del día de ayer) se limitaron a calentar el torrenzo y entre que estaba medio templado y el plato frío un desastre, para rematar pido unas papas bravas...... En la foto podéis ver qué desastre de papas bravas....lamentable también ,unas patatas fritas normales y corrientes con una mayonesa industrial y algo de tomate...... A todo esto el personal no voy a decir desagradable porque no lo fue, pero nada profesional. Para haceros una idea, las " papas bravas" no tuve valor de acabarlas de lo simples y por cierto medio frías también que estaban, por no hacer un feo a la gente de la cocina, les pedí un tupper para llevar cuál es mi sorpresa que me dan el tupper vacío en la mano para que yo metiera las patatas dentro en cualquier sitio son ellos los que te hacen esta labor que creo yo que es lo más normal. Por cierto, nada más salir. Hay una papelera allí,si queréis buscar y sigue estará el tupper con las asquerosas patatas. Todo esto más una Coca-Cola 13 €, me parece un precio justo si el producto es bueno y la atención es correcta, pero desde luego dada la falta y nula profesionalidad que la gente que trabaja y sumado a la mala calidad del producto hacen que sea un robo.
Desde luego, el sitio donde está es un marco muy bonito y un sitio en el que poder pasar una buena mañana de sábado, pero desde luego en absoluto entrar en ese bar a tomar nada, simplemente que sea un café...
Read moreEl bar-restaurante La Casa del Guarda está situado en un paraje idílico, en la dehesa de Valonsadero, a pocos km. de Soria, por la carretera de Burgos. He estado allí casi todos los años, pero ahora ha cambiado de dueño ...... y a bastante peor, por cierto. Lo mejor de La Casa del Guarda es su situación, en medio de la pradera, y la mayor parte de la gente que vamos allí es para estar en la amplia terraza, en contacto con la Naturaleza. No creo que haya muchos que quieran ir allí para encerrarse dentro de un local. Pues los actuales regentes del restaurante hacen cualquier cosa para que quienes van a comer se encierren en el restaurante, ya que en la terraza solo tienen 6 u 8 mesas, que lógicamente siempre están reservadas. Mientras tanto, en el resto de la terraza no dejan comer a nadie aunque esté vacía. Dios le da dientes a quien no quiere comer. Si no fuese por su situación, esta gente había ido a la quiebra hace tiempo. La limpieza también brilla por su ausencia: la terraza esta llena de piñas y hojarrasca de hace días. Allí no ha barrido nadie en semanas. En cuanto a la comida, la carta es escueta y escasa. Los platos son sabrosos porque son a la brasa, y pocas cosas no saben bien a la brasa, pero los platos son más raciones que menús. Además, es tan escasa que los sirven incluso en platos pequeños de postre o de raciones. También es verdad que el precio es económico: Por 8 o 9 euros no se puede pedir mucho. En resumen: Un lugar idílico mal aprovechado. solo apto para salir del paso. Mejor pedir solo unas tapas y...
Read moreUbicado en un paraje natural de ensueño, en pleno monte de Valonsadero, este restaurante ofrece una experiencia gastronómica con un entorno difícil de igualar. El ambiente es, sin duda, uno de sus grandes puntos fuertes: comer rodeado de naturaleza, con una temperatura ideal en la terraza, convierte cualquier comida en un momento de desconexión y placer.
La terraza es amplia y muy agradable, perfecta para una comida tranquila al aire libre. En cuanto al servicio, se percibieron algunas carencias. En varias ocasiones —cuatro, para ser exactos— nos ofrecieron bebidas y platos destinados a otras mesas, lo que dio una sensación de desorganización. Además, las bebidas tardaron bastante en llegar, cuando normalmente se sirven antes de presentar los platos y las pusieron en la mesa incluso después de que nos sirvieran la ensalada de ventresca. Por suerte, esta estaba en su punto: fresca, bien aliñada y con buena materia prima.
El chuletón, anunciado como plato estrella, llegó en una presentación impecable sobre un plato extremadamente caliente, detalle que se agradece. Sin embargo, la calidad de la carne no estuvo a la altura de las expectativas, quedando algo por debajo de lo prometido.
Para cerrar, el postre mix fue una grata sorpresa: sabroso, variado y con una presentación cuidada.
En resumen, una experiencia agradable gracias al entorno privilegiado y a algunos platos destacados, aunque con margen de mejora en la atención al cliente y en la calidad de su plato estrella. Ideal para quienes buscan desconectar y comer en...
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