La Casona de Los Aromas — Restaurant in Sotillo de la Adrada

¡Vaya, al menos han cambiado el nombre en Internet! Lo tenían mal escrito...algo es algo.

Os cuento nuestro día: Nos hemos llevado una tremenda decepción. Entre las buenas reseñas y las fotos, parecía un buen restaurante donde íbamos a comer bien toda mi familia y pasar un buen momento. Pero no fue así.

Teníamos que estar pendiente de lo que traían a la mesa y de lo que no. Había que decirlo varias veces. No tenían visión ni previsión, ni coordinación ni control, y menos organización.

¿El precio? Ha resultado carísimo, pero si el resto estuviera bien....Pero para colmo,  no había nada bien.Teniendo reservado a buena hora, no quedaban apenas cosas para elegir y de las fotos, había cosas que no tenían. Deberían suprimirlas si ya no las trabajan porque se cuenta con ellas. Se quedaron sin agua fresca, literal. ¿Hielo? Vale. Había que pedirlo. Todo el tiempo. Había que pedir todo y estar mirando lo que faltaba y lo que no. Si venían con la taza, les faltaba la cuchara. Una previsión pésima con muy mal servicio. Nos tomaron nota de la bebida al inicio y así, mientras tanto,  podíamos elegir los platos...pues nada, la trajeron no sé cuánto tiempo después. Asi que, se puede hacer uno la idea de lo que tardaron en traer la comida. De plato en plato cada...

¿La cuenta? Terminó de rematar el momento. Lo pagas a gusto si el resto estuviera bien, pero es que no había nada bien. Entramos a comer y salimos a la hora de la merienda....

Creo que tuvimos mala suerte...era el dia de la tapa....esperamos 35 minutos para que la tapa que pedimos nos dijera que estaba agotada. Pedimos mesa dentro para comer. Otros 45 minutos para que llegara el primer plato. Mientras tuvimos que devolver los vinos tintos, porque estaban más frios que la cerveza, y la cerveza estaba bien fria (las cámaras si les funcionan bien). Intentamos explicar que el tinto no se sirve así, y la contestación del camarero fue, que no le gusta este trabajo, y que esta no era su profesión... La tapa que nos trajo a cambio de la que pedimos, no se la doy a comer ni a mi perro, me pega un bocado o ... Llegó la primera ración, setas a la plancha... Frías, grasientas, incomibles, mi perro me hubiera abandonado.... en este momento hicimos lo que hubiera hecho mi perro, y nos hemos ido, sin comer, 2 vermut una cerveza y un vino por persona, después de 2 horas, con 2 aceitunas y una supuesta tapa... Lo malo, es que ya eran las 17 h y todas las cocinas ya estaban cerradas... Volvemos a Madrid comiendo unas castañas que cogimos en la ruta de Casilllas, ruta preciosa, por cierto, que no va a ser todo malo... y ahora estamos ya llegando a Madrid, otros 45 minutos escribiendo esta reseña... Decir, que ni es restaurante, ni es italiano, ni leches... Para refrescos y cervecitas...

Bueno mi experiencia ha sido mala, son gente con mucha ilusión pero con muy poca formación, la comida muy mal ejecutada, pedimos conejo al ajillo y estaba recocido y sin sabor, el arroz con bogavante tenía buen género en cuanto al bogavante, pero el arroz retostado algunos granos y otros duros, los chopitos llevaban días de cámara y no tenían buen rebozado, no estaban pasados pero a punto, las patatas revolconas como un puré y encima los torreznos de bolsa tipo snacks, lo último que trajeron fueron mollejas de cordero que fue lo único decente, pedimos oreja y no había, pedimos pulpo a la brasa y no había, cosa que no se entiende en una carta tan escueta, agua grande tampoco había que eso se compra en cualquier supermercado, decir también de el arroz que fue una ración me cobraron 18 euros cuando por dos euros más había un segundo plato en el menú de 20 euros. La limpieza era buena, las copas grabadas con el nombre del local, la vajilla muy cuidada y bonita, la apariencia de los camareros se podía cuidar más y en especial la del cocinero, recalcar que eran agradables y se les notaba ilusión por su negocio, pero necesitan formarse más y por último se suman a la nueva moda del "datáfono roto", se que si se aplican y se forman puede ser...