Casa Rafa — Restaurant in Sueca

A las 20:50 del miércoles 28 de agosto; llegué a Casa Rafa con mi marido, mi hijo de 3 años y un bebé de 5 meses. El restaurante estaba vacío y preguntamos si tenían una mesa para cenar. Nos dicen muy amablemente qué nos reservan una, nos indican cuál será nuestra mesa pero que no nos podemos sentar todavía (estaban montando el resto de mesas). Por lo que nos piden que esperemos hasta las 21:00 que es cuando abren cocina. Volvemos al cabo de 10 minutos tal y como nos habían indicado y vemos la mesa que supuestamente nos habían reservado ocupada por una pareja y 2 niños. Le pregunto al camarero y me dice que nos tenemos que esperar a que terminen de cenar. Que en nuestra mesa han sentado a unos familiares, (dieron a entender la hija del jefe y su familia). Que lo sentía mucho. No nos quedó más remedio que irnos a otro sitio, ya que ni nos dieron una mesa diferente y ni siquiera tuvieron la decencia de decirnos cuánto tiempo aproximado tendríamos que esperar a que acabaran (entiéndase que siendo adultos quizás nos hubiéramos planteado esperar , pero viendo que íbamos con dos niños muy pequeños no hubiera sido posible). Una pena la poca empatía y profesionalidad. Confío en que fuera una excepción y no traten así a todos sus clientes. Por suerte acabamos cenando en la Taberna Tío Pepe que está a 2 minutos andando y el trato y la comida fueron...

Increíble cómo nos trató la chica que nos atendió en la terraza. Sábado por la noche, llegamos 4 personas para cenar a la hora de la apertura, y nos mandó a una mesa con la peor de las actitudes, casi ni mirándonos, como si le molestaramos. Bueno... Hasta ahí, pensamos que quizá era una impresión equivocada... Nos sentamos, y pedimos la carta para pedir bebidas y lo que quisiéramos para cenar, mientras mirábamos qué pedir vino ya de muy malas maneras a decirnos que qué queríamos, apurándonos (no había nadie en el restaurante), y nos dijo, literalmente, que si pedíamos o no pedíamos ya, que sino... (Sugiriéndonos irnos si no pedíamos a sus tiempos. Cabe aclarar que estuvimos esperando a que nos trajera las cartas un ratito, y además, desde que nos las trajo hasta que vino a reclamarnos el pedido no pasaron ni 2 minutos) Evidentemente, nos quedamos de piedra. A lo qué, directamente, y tras decirnos eso con una cara más que larga, nos levantamos y nos fuimos al restaurante de delante, en dónde, por suerte, nos atendieron increíblemente bien, amables y con una comida riquísima. Una pena, porqué nos llamaba la atención ya que lo veíamos muy lleno... Pero claramente, la camarera no tuvo un buen día y nos trató con 0...

un desastre la atención de la camarera desde el primer minuto de llegar al lugar. Llegamos con el lugar completamente vacío (recién abiertas las persianas) sobre las 20:30 de un Sábado, pedimos una mesa para 4 y con mucha cara de disgusto y fastidio nos dijo que, sin reserva, sólo tenía la última mesa sobre la calle. Sin problema accedimos y con peor cara de antes continuó montando las servilletas y platos de todas las otras 15 mesas de la terraza sin siquiera traer una carta. Al rato decidió finalmente preguntar por las bebidas (una vez más acentuando su mala gana), evidentemente le molestó que solicitemos la carta para decidir qué íbamos a tomar. 3 minutos después, tras habernos traído 2 cartas para 4 personas, dijo literalmente "bueno, van a ordenar las bebidas?.. bueh, si quieren" (con suspiro de saqueo incluido). Decidimos dejar el lugar antes de seguir experimentando una experiencia...