Me chocó el servicio.. muy bordes. Las personas que lo llevan por lo visto no saben ni sonreír.. Estuvimos 3 chicas allí para bañarnos y comer en el restaurante después. Fuimos prácticamente las únicas clientas. Entré a indagar por la comida que ofrecen; y he de decir que lo hice con la mejor de mis sonrisas ya que trabajo cara al público y sienta bien el trato adecuado por parte de tus clientes. Pregunté por una paella que normalmente hacen por encargo, pero me dijo que era tarde para pedirla (El día anterior estuvimos allí pero el restaurante estaba cerrado y no la pude encargar). Perfecto, lo entiendo.. Entonces me ofrece una paella ibérica, pero a mis amigas no les hizo gracia, por lo que le pregunto si la puede hacer solo para mi. El hombre primero se pone a decirme que si no entiendo que no hay paella (habrá entendido que seguía insistiendo con la de marisco), cosa que me empezó a mosquear por su tono. Cuando le explico lo que quiero decir, de nuevo se pone borde y casi gritando me dice que como va a hacer una paella ibérica solo para 1 persona. Vamos a ver, yo pregunto, usted conteste. Si hay posibilidad pues genial, en caso contrario lo comprendo y no hace falta ponerse borde e incompetente con las únicas clientas que tienen para comer.. Al final comimos de la carta, cuyo precios no eran lo mejor. Además, la ensalada que nos sirvieron tenía la lechuga mustia y oscura. Que nos daba igual gastar un poco más, pero al menos la calidad debería de...
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