Restaurante Hotel Taramundi — Restaurant in Taramundi

Fui dos veces a este restaurante y me llevé dos impresiones muy distintas entre sí. La primera ocasión fuimos a cenar, todo estupendo, la comida riquísima y la atención muy buena. Repetimos al día siguiente, esta vez para comer y fue una decepción: para empezar fuimos 2 de los 4 comensales sobre las 12'45 a preguntar si se podía reservar y me dijeron que no, que lo que hacían era lista de espera para cuando abriesen el comedor. Vale, me quedo esperando la media hora que me habían dicho y veo que empiezan a pasar personas que acababan de llegar sin reserva, ni lista ni nada, le pregunto a la encargada de organizar si podíamos pasar y me dice que si no están presentes todas las personas de la mesa no podemos entrar, le explico que vamos con un niño pequeño y que estaba esperando a tener ya la mesa para avisar que lo trajeran y no tenerlo allí esperando. Me pone cara de circunstancia mientras se va llenando el comedor y repite que tenemos que estar allí todos... Finalmente después de un rato cambió de idea y nos dejó entrar mientras llegaban los que nos faltaban. Mesa conseguida, más complicado que sacarse unas oposiciones... Comemos, todo buenísimo y la atención nuevamente muy buena. Pero llegados los postres nos llevamos la mayor y más desagradable sorpresa, resulta que algunos pidieron postre y otros queríamos pasar directamente al café mientras estos degustaban su plato dulce, pero la camarera nos explica que en comedor no le permiten servir cafés ni nada que no sea el postre, que si queremos café o infusiones tenemos que salir del comedor y buscarnos la vida en la zona de cafetería, que estaba a tope. Así que había dos personas tomando su postre mientras los otros dos estábamos mirando al techo, porque no fueron capaces de servirnos dos míseros cafés. La explicación fue que tenían que rotar las mesas, pero a esas alturas tenían ya medio comedor vacío, con lo cual no entiendo ni veo justificación para que los jefes les impongan semejante norma a los trabajadores, que realmente se les notaba incómodos por tener que decir tal cosa a los clientes (no fuimos solo nosotros). Obviamente no tomamos ya nada en cafetería ni pensamos volver por allí a comer ni cenar. En fin, que no se puede tratar así al cliente, parece que las mesas en este local son sagradas y las cuidan con excesivo recelo, pero si me permiten decírselo, sagrados son el personal y los clientes, quizás deberían replantearse esas normas...

Restaurante con tacticas extrañas, no vistas antes por mi en ningún otro restaurante.

Primero es que, no aceptan reservas (esto si es algo que puede pasar en otros) y según llegas, te dicen que en ese momento no hay sitio y que si quieres, te anotan en una lista, informándote cuánta gente tienes delante para disponer de mesa. No te dicen tiempo aproximado y te aclaran que si no estás allí cuando te toque, pierdes la vez. Nosotros, aceptamos esperar tomándonos algo en la barra y desde allí podíamos ver mesas libres en comedor y terraza (cuentan con terraza en el interior,). No entendemos el pq dicen que no hay sitio cuando si lo hay. Segundo es que lo que tomas en la barra, lo tienes que dejar pagado antes de entrar a comer. No te lo cargan en la mesa como es costumbre. Tercero y lo que más nos llamó la atención ( a parte de lo que tengas que esperar habiendo mesas libres), es que si quieres café, lo tienes que tomar en la barra del bar. No te lo sirven en la mesa. En la vida vi esto en un restaurante. Tengo la impresión de que, aún teniendo mesas libres, te hacen esperar dentro del local, para incitarte a tomar algo. (Clin, clin,...). No se el pq eso que te tomas mientras esperas, no te lo cargan a la mesas y lo tienes que pagar antes. Lo de que no te pongan el café en la mesa, después de comida y postre, será para que dejes libre la mesa lo antes posible. No le veo otra razón. Una estrella por la comida, que no está mal y otra por la camarera que nos atendió, que era muy maja. Cómo dije, tácticas extrañas para un restaurante. No...

You can get here cheap accommodation in a nice and clean rural establishment. The apartments are painstakingly clean and well furnished, although, as it´s a house, there is no lift. Full equipped kitchen -which is in a different room from the living room, that´s just as I like it-, impeccable bathroom. Comfortable beds. Central heating and TV. Good location at the centre of this small town. The prices are incredibly cheap, so the price-quality ratio is really...