Andorra Essence — Restaurant in Tarragona

Buenas tardes, Es la primera vez que posteo una reseña, ya que no estoy a favor de estas prácticas, puesto que soy consciente que puede dañar gravemente a un negocio, pero esta vez, es que me siento en la obligación de hacerlo.

Fuímos a comer por recomendación de un amigo, que nos dijo que la comida estaba muy bien, y sobre todo, nos recomendó probar la tarta de queso.

Bien, ya una vez sentados, nos traen la carta, y tomamos nota de lo que queremos comer. La camarera nos pregunta qué queremos de beber, y en mi caso, que pedí una Coca-cola, nos la sirve en un vaso largo de tubo. Normalmente se sirve con hielo (2 cubitos), pero aquí por lo visto, no es así. Ya ni que decir de acompañar a los hielos de una rodaja de limón...

Se nos acerca al rato la camarera y nos advierte de que en los primeros platos, ya no quedan ni lacón, ni tampoco mejillones. ¿Perdona? ¿Qué clase de previsión es esa? No eres capaz de preveer un rotura de un producto de la carta? Lo normal sería que cuando detectes que algo se va a acabar, tomes medidas y lo repongas, no sé. Yo en mi trabajo me busco la vida y soluciono problemas, eso es como barrer debajo de la alfombra, tirar pelotas fuera, vamos. ¿Que no queda algo? Pues no hago nada, se lo indico al cliente y me quedo tan pancho... ¡Olé!

Y cómo estamos hablando de un abanico de unos 7 platos creo recordar, tampoco hay tanto donde elegir. De acuerdo, pues como yo quería lacón, me resigno y me cojo los "canelones de la abuela". ¿De la abuela de quién? Vaya tela, me traen un plato con 4 canelones contados con una especie de medio gratinado por encima, que por la forma que tienen, parecen de esos congelados, de supermercado.

Me los termino en 3 minutos de reloj, lo dicho, lo mismo que cogerme una bandejita de 2 euros en el bon area o mercadona, y pienso, pues vaya, y mira que los canelones caseros hechos con mimo están buenos, esto no es lo que yo esperaba.

Ya llegados al segundo plato, que en mi caso me pedí bistec de ternera (yo soy amante de la carne). Me preguntan si lo quiero al punto, y les digo que sí (normalmente me gusta al punto, o incluso poco hecho). Me traen un plato con 2 trozos que.. bueno, en fin. Qué voy a explicar, las fotos hablan por si mismas. Totalmente insípido, no creo ni que tuviera pizca de sal, lleno de grasa y tendones, y lo que parece que es la guarnición, unas pocas patatas reguleras que pretenden ser chips o vete a saber. Digo, va, pediremos alioli para poder pasar la carne, y oh, sorpresa, la camarera me dice que tampoco le queda. Alucinante, llegados a ese punto ya empiezo a notar cierta sensación de que me están tomando el pelo. Ah, y las patatas duras como piedras y algunas medio quemadas. En fin, ahí se quedan.

Bueno, llegamos a la parte del postre, tocará probar la tarta de queso, ¿no? Pues adivinad, ¡Tampoco queda tarta de queso! Pues nada, tocará comer un trozo de contesa.

Me parece muy poca profesionalidad por parte del restaurante en no ser capaces de preever que algo se va a acabar. Normalmente, si eso sucede, se manda alguien a comprar. Era sábado y los supermercados están abiertos, al menos con el alioli, porque dudo que el alioli de allí fuera casero. Me siento totalmente engañado.

Una experiencia para olvidar. Nunca me había pasado algo así. Al menos el trocito de contesa estaba buena, eso sí. Un saludo y perdonad mis palabras, pero tenía que...

Fui de comida famíliar con reserva y después de 1 hora logramos entrar, se disculparon con una tortilla de patatas que por cierto estaba fría, el acuerdo que hubo en el menú era de 18€ pero le subieron 2€ el precio por persona ya que según ellos se habían equivocado de la tapa de mejillones que era otra tapa, por no decir que el camarero cuando le pedimos que nos trajera todo lo que habíamos apalabrado nos dijo: pero os lo teneis que comer todo ( a el que más le da lo que nos vayamos a comer puesto que lo íbamos a pagar). Mis familiares tenían las expectativas muy altas de este restaurante pero con tantos errores no se merecen más estrellas. He de decir que los aperitivos que nos pusieron estaban bastante buenos, las croquetas de calamar es lo mejor de la comida, menos la fideuá que para gustos los colores, por no decir que el alioli no era casero. Si tienes una reserva de un grupo no puedes atrasarla una hora y menos poner excusas de que la otra mesa ha llegado tarde y no dar la razón al cliente, tuvimos que ir 3 veces y la respuesta siempre era que esperaramos 15 minutos. Otro detalle que para mí tiene bastante importancia, en la familia iba una señora mayor en silla de ruedas y terminó comiendo casi a las 4. Mala organización o querer...

I am surprised to eat here everytime. They change the menu everyweek. It is often fully at the weekend but I dont have to wait long time. The food is really tasty and fresh. If you like to try Mediterranean gastronomy, dont skip this restaurant. One point less because I hope that it is changed...