La Sardineta — Restaurant in Tarragona

Together with my girlfriend, we visited Restaurant La Sardina. We personally made 2 reservations for afternoon and evening. We were warmly welcomed by the restaurant chef and staff. During the day there are beautiful views of the beach, in the evening the restaurant has a very romantic and dignified atmosphere surrounded by the waves of the sea. In the morning, even though the restaurant was packed, we were given a table for two for two hours. Food and drink were timely with no delays. In the evening it was calmer, which allowed to enjoy good wine while eating. Personally, I come from gastronomy and I can guarantee that the food is fresh, quality, which corresponds to the local price, but above all it is made from the heart. Everything we tried was delicious. What makes food so good and we would love to go back to eat there? This is the entire team of La Sardina Restaurant. Excitable people who do their job with a heart and a smile on their faces with views and delicious dishes, this build not only a good restaurant but an amazing experience that we will never forget. Thank you for the time spent together, dedication and efforts. Keep it up and see you...

Commençons par les points positifs : le cadre est vraiment très beau, au bord de la mer, belle déco, service souriant et bon choix de vins et cocktails à prix corrects (malgré trop de glaçons...). Le reste est très décevant : oubli de la commande de certains cocktails, 20 mn pour nous dire ensuite qu'un cocktail est indisponible, puis encore 20mn après la commande des plats pour nous dire qu'une entrée est indisponible. Pourtant le restaurant n’était pas débordé, il restait des tables vides. Les quantités sont ridicules vs le prix payés, le summum revenant au tataki de thon à 23€ pour 9 petits morceaux de thon sans autre accompagnement qu'une sauce soja industrielle. Pour la première fois depuis très longtemps, nous sommes tous sortis avec la faim au ventre (même ma femme petite mangeuse!). On paie la vue, et une fois suffira. Empecemos por los puntos positivos: el entorno es realmente bonito, junto al mar, bonita decoración, servicio sonriente y una buena selección de vinos y cócteles a precios correctos (a pesar de demasiados cubitos de hielo...). El resto es muy decepcionante: olvidarse de pedir unos cócteles, 20 minutos para decirnos después que un cóctel no está disponible, luego otros 20 minutos después de pedir los platos para decirnos que un entrante no está disponible. Sin embargo, el restaurante no estaba desbordado, todavía había mesas vacías. Las cantidades son ridículas en comparación con el precio pagado, siendo el colmo el tataki de atún a 23€ por 9 trocitos de atún sin más acompañamiento que una salsa de soja industrial. Por primera vez en mucho tiempo, todos salimos con hambre en el estómago (¡incluso mi mujer, poco comedora!). Pagamos por la vista, y una vez es suficiente. Let's start with the positive points: the setting is really beautiful, by the sea, nice decoration, smiling service and good choice of wines and cocktails at correct prices (despite too many ice cubes...). The rest is very disappointing: forgetting to order some cocktails, 20 minutes to tell us that a cocktail is unavailable, then another 20 minutes after ordering the dishes to tell us that an appetizer is unavailable. Yet the restaurant was not overflowing, there were still empty tables. The quantities are ridiculous compared to the price paid, the ultimate being the tuna tataki at 23€ for 9 small pieces of tuna with no other accompaniment than an industrial soy sauce. For the first time in a very long time, we all went out with hunger in our stomachs (even my wife, a little eater!). We pay for the view, and once...

Una de las experiencias más decepcionantes que he tenido en un restaurante. Pedimos a un camarero una paella, calamares y macarrones boloñesa. A los 5 minutos, una camarera vino con muy malas formas a decirnos que pidiéramos lo que sea menos arroz, que no podíamos pedir ningún tipo de arroz, sin dar explicación alguna. Lo aceptamos, aunque uno de los motivos principales por los que fuimos era precisamente la paella que aparecía en las fotos de Google. Pedí entonces una merluza con patatas. La sorpresa fue que más tarde vimos cómo servían varias paellas en otras mesas. No entendimos nada y nos pareció una falta de seriedad enorme.

Los calamares llegaron secos y sin una misera rodaja de limón; tuvimos que pedirlo y tardaron diez minutos en traerlo y que ademas estaba marrón, estaba pasado. Los macarrones duros y sin sabor. Además, nos sirvieron sin cubiertos en la mesa, que también tuvimos que pedir y tardaron en traer. Cuando ya mis compañeros habían terminado, trajeron mi merluza (encima con guarnición equivocada: verduras en lugar de patatas). La cambiaron después de insistir, pero el plato seguía siendo decepcionante: merluza pequeña, cruda por dentro, insípida y a un precio de 25,50€, totalmente desproporcionado. Durante toda la comida, el servicio fue un caos absoluto. Había más de diez camareros, todos descoordinados, cada vez nos atendía una persona distinta y nada de lo que pedíamos llegaba bien. Para los postres, pedimos la carta y no nos la dieron; en su lugar un camarero apareció con una bandeja con flan, tartas y varios postres en porciones ridículamente pequeños, mientras veíamos que a otras mesas sí les servían postres diferentes. La guinda fue cuando, después de pedir la cuenta, un camarero trajo platos limpios diciendo que ya venía la paella, después de que su compañera nos hubiera asegurado que no se podía pedir arroz. Es decir: no solo sí había paella, sino que al final me tuve que comer una merluza mala y cara por culpa de su desorganización.

En resumen: comida decepcionante, servicio caótico, camareros poco profesionales y nada coordinados. Un restaurante con una ubicación privilegiada frente a la playa que podría ser un lugar de referencia, pero que ha perdido definitivamente a unos clientes que podrían haber sido habituales. Muy...