Can Miquel — Restaurant in Tavertet

Visita sábado 22 de agosto de fiesta mayor. Un sólo camarero para atender en terraza. Incomprensible en fin de semana estando el local a tope. En relación a precio es más barato que otros restaurantes del pueblo, por eso se llena probablemente. Pero no por el servicio. Muy lento. Demasiado. 1 hora para darte mesa, se entiende cuando un local está lleno y más si es pequeño. Nada del otro mundo su interior. Es bar, no restaurante. La terraza, pequeña Y LLENA DE MOSCAS. LAMENTABLE. TODA LA COMIDA APARTANDO BICHOS DE LA MESA, INCLUIDO AVISPAS. REALMENTE PENOSO TENER QUE COMER ASÍ. Además, otra hora más (de reloj) para traerte la cuenta, que dan ganas de irte sin pagar, pero además, de verdad. Como se hizo tan tarde, llegaba gente para tomar algo y se atreven a pedirles y a traerles la bebida antes que traernos la cuenta a nosotros, solicitada desde hace mucho rato, y recordada en alguna ocasión. Raciones escasas, aunque la comida está bien, eso sí, pero tampoco para que sea algo excepcional, ya que la escasez contrarresta al sabor del producto, para su valoración general, además del pésimo servicio descrito, y condiciones de la terraza, que siendo pequeña, en algún otro restaurante del pueblo, la misma la tienen más grande y mejor acondicionada. Con manteles, por ejemplo, cosa que aquí, mesas de plástico que se mueven y hay que vigilar que no se caiga nada, al MÍNIMO movimiento. Coja la mesa encima. Total, MÁS de 3 horas para poder comer, con la consiguiente pérdida de tiempo cuando se visitan estos preciosos pueblos de montaña, que quieres aprovechar el día y la visita de la zona al máximo. Así, complicado. Tavertet, precioso como lugar. Este bar, más que restaurante, es de los más baratos por eso, y el producto bien, pero nada del otro mundo, al haber poca cantidad. Si el servicio y las condiciones para comer (SIN INSECTOS), pero, de verdad, de acuerdo que es montaña y estás comiendo en una terraza, pero NO ERA NORMAL la de moscas que revoloteaban allí; hubiera estado bien, la valoración GENERAL, digo, como bar, que no restaurante, hubiese estado acorde. Preciosa visita al pueblo, manchada por más de 3 horas de espera para todo en este local. Lo lamento. Aparenta, y esperabas otras espectativas,...

Mi experiencia fué lamentable. No me gusta escribir críticas negativas, ya que he trabajado durante muchos años en la hostelería, y de alguna manera u otra empatizo con la gente que trabaja en este tan castigado sector. Sin embargo, a modo constructivo, voy a explicar el nefasto servicio que tuvieron conmigo.

Entro en el establecimiento y al observar que está lleno, y los camareros van algo de culo, me espero pacientemente en la barra para comunicarle a alguien que yo y mi acompañante queremos comer. Después de 20 minutos intentando que algún camarero se interese por nosotros, y al ver que evitan en todo momento el contacto visual conmigo, finalmente me acerco y les digo amablemente que somos dos y que queremos comer. En ese momento nos dicen que esperemos un momento que nos atienden, y así lo hacemos.

De golpe entra un grupo de cuatro personas que pasan por delante mio y piden mesa para cuatro, también sin reserva. Sorprendentemente tuvieron más suerte que nosotros, ya que se les encontró un sitio y se sentaron sin tener que esperar ni cinco minutos.

Con algo de incredulidad, seguíamos esperando mientras los camareros pasaban y pasaban por delante nuestro y ni siquiera se les ocurrió la brillante idea de ofrecernos tomar algo mientras esperábamos…

Finalmente, conseguimos sentarnos y pedimos un entremés de embutidos, una butifarra brasa y “pollo a la brasa”. Mi sorpresa fué cuando el plato de pollo consistía en dos muslitos de tamaño más bien pequeños, con patatas fritas… Ya algo irritado le dije al camarero que el plato no era lo que me imaginaba y no me parecía justo. (Por un momento revisé la carta dudando de si había pedido alguna opción del menú infantil). Su respuesta fué: “lo siento hemos hecho corto y esto es lo unico que quedaba..

Mientras buscaba la cámara oculta, y me reía por no llorar, pido el café y la cuenta, con la esperanza de que la jefa o algún encargado tenga el detalle de disculparse o al menos ponernos un chupito de cortesía a modo de anestesia a tal terrible mala experiencia, pero no fue así.

Para despedirme, comentar también, que es una pena que el aceite de oliva que había para el pan con tomatr, rozara la calidad de un...

Fuimos y encargamos mesa para 4 para el primer turno. La carta está en los manteles, los primeros son variados y los segundos son todo brasa. De primero cogimos entremés, que la verdad es que era muy generoso y unos canelones que estaban buenos y también tenían una buena ración. El problema fue con los segundos y el postre: Con los segundos pedimos un entrecot al punto y un entrecot MUY hecho, cuando nos llegaron (los otros comensales ya estaban comiendo ya que sino se les iba a enfriar su carne), la cosa fue un entrecot MUY crudo y uno crudo (la persona que se tenía que comer el entrecot al punto no podía comerse ninguno de los dos), pedimos que nos los pasarán más y recibimos una mala cara por respuesta. Cuando nuestros acompañantes casi habían terminado, llegaron nuestros entrecots: uno al punto y el otro casi también, pero por no esperar más, aceptamos. Tuvieron el detalle de traernos un plato para cambiar el entrecot porque uno de ellos estaba lleno de sangre. De postre nos pedimos un coulant, que llegó seco, parecía una magdalena normal y corriente, así que los 6€ me parecen excesivos.

Los otros comensales, estaban muy contentos con su comida, el problema fue con nosotros. El tema de la cocción de la carne (en concreto de los entrecots) creo que debería mirarse más, no se puede pedir algo MUY hecho y que llegue a mesa crudo y cuando se pide más cocción, que siga llegando poco hecho.

Los baños estaban muy limpios. No ofrecen servicio a terraza (almenos a la hora de comer). Recomiendo reservar en...