Pazo de Adrán — Restaurant in Teo

La peor experiencia hotelera que hemos vivido: una auténtica pesadilla disfrazada de hotel de 4 estrellas

Contratamos 4 noches (de jueves a lunes) en este establecimiento, pagando 774,14 € por alojamiento y desayuno, con la expectativa de disfrutar de una estancia de calidad en un hotel que presume de cuatro estrellas. La realidad fue absolutamente decepcionante e inadmisible.

Desde nuestra llegada, todo fue un cúmulo de despropósitos que empañaron completamente la experiencia, especialmente la primera noche, en la que me alojaba sola mientras mi familia llegaba al día siguiente: me vi obligada a dormir en una butaca en un salón común, sin acceso a la habitación que había reservado, sin poder ducharme ni asearme, y dependiendo de la amabilidad de otros huéspedes que me ofrecieron ropa para taparme y su baño. Todo esto, por una pésima gestión en el acceso a la habitación, cuyo código no me fue entregado correctamente a pesar de haberlo solicitado.

Pero lo más grave de todo no fue solo el fallo inicial, sino el trato recibido por parte del responsable del hotel: una actitud arrogante, despectiva, nada empática y completamente alejada de la profesionalidad esperada en hostelería. Inicialmente me pidió disculpas e indicó que me reembolsaría la noche no disfrutada, pero más tarde, cuando en ausencia de respuesta, el día antes de nuestra partida le consulté: me culpó directamente de lo sucedido, me habló en un tono totalmente fuera de lugar delante del personal, me interrumpió constantemente e incluso se marchó abruptamente sin dejarme hablar, dejándome en estado de shock.

Otros fallos importantes durante la estancia:

• Check-in caótico: aunque se indica que es entre las 16 y 17 h, llegamos a las 16:10 h y por dos veces nos pidieron que saliéramos a dar una vuelta (5 min y luego 20 min más). • Habitación antigua y deteriorada, con mobiliario muy pasado, nevera vieja, vacía y sucia (ni siquiera una botella de agua), y sin ningún tipo de bienvenida ni indicaciones básicas. • Piscina mal gestionada: a las 18 h fuimos a disfrutarla y el responsable metió un robot de limpieza y se marchó, dejándola inusable. • Desayuno incómodo, con el personal de limpieza pasando por la zona con utensilios de trabajo, y el responsable hablando de asuntos internos en voz alta durante el servicio. • Falta total de iluminación exterior nocturna: circular por el recinto por la noche es directamente peligroso si no llevas tu propia iluminación e intuición • Ausencia de recepción por la noche: no hay personal ni contacto de emergencia disponible (solo colocaron un cartel improvisado con un número de móvil después de mi incidente). • Desorganización total en la comunicación: el código de acceso nunca llegó al correo como prometieron. Solo lo facilitaron verbalmente y de forma apresurada. Después se contradijeron diciendo que por política no lo envían por correo, pero más tarde me escriben por WhatsApp diciendo que “se había quedado en la bandeja de salida”.

Una experiencia inaceptable bajo cualquier estándar. Lo que debería haber sido una escapada en familia para descansar y disfrutar, se convirtió en una experiencia emocionalmente agotadora, mal gestionada y frustrante.

Por todo ello, considero que la gestión, el trato recibido y las condiciones del alojamiento no se corresponden con lo que uno espera cuando reserva un hotel de esta categoría y precio. No volveremos jamás y no puedo recomendar este...

I was booked into this hotel by my tour company when walking the Camino to Santiago and had been wondering if I really wanted to stop at this tiny dot on the map, why not continue on to Santiago, but from the moment I rang the hotel to collect me(yes they really do) and the old fashioned taxi complete with elegant man in white shirt and maroon pinny I knew this was something I should never have missed. The whole setting, tucked off of the main road,is breathtaking. My "room" was almost a cottage, with a small downstairs room and showere room and upstairs to the beautiful old world bedroom. Lunch on the terrace, served by the same delightful man in the pinny and relaxing beside the small swimming pool until dinner in the very elegant dining room. The food and service(the man in the pinny again)were faultless and I really enjoyed being pampered after a week of walking. What a truly wonderful...

I was booked into this hotel by my tour company when walking the Camino to Santiago and had been wondering if I really wanted to stop at this tiny dot on the map, why not continue on to Santiago, but from the moment I rang the hotel to collect me(yes they really do) and the old fashioned taxi complete with elegant man in white shirt and maroon pinny I knew this was something I should never have missed. The whole setting, tucked off of the main road,is breathtaking. My "room" was almost a cottage, with a small downstairs room and showere room and upstairs to the beautiful old world bedroom. Lunch on the terrace, served by the same delightful man in the pinny and relaxing beside the small swimming pool until dinner in the very elegant dining room. The food and service(the man in the pinny again)were faultless and I really enjoyed being pampered after a week of walking. What a truly wonderful...