El Mesón Maigmó, a pesar de su renovado interior, deja mucho que desear en cuanto a profesionalidad y servicio. Desde el momento en que llegamos, la falta de atención fue evidente: nos dirigimos a la barra y, a pesar de que los camareros nos vieron, simplemente nos ignoraron. Fue necesario que me acercara al comedor y pidiera expresamente que nos atendieran, lo cual ya es una señal clara de la falta de atención al cliente. A pesar de ser las 16.00 la manera en que se manejó la situación dejó mucho que desear. Nos ofrecieron únicamente bocadillos de salchicha, lo cual podría haber sido aceptable si no fuera porque observamos cómo a una pareja les sirvieron chuletas, lo que pone en evidencia una clara inconsistencia en el servicio. Para colmo, después de pedir el bocadillo, tuvimos que esperar 30 minutos para que nos lo trajeran, un tiempo inaceptable para un pedido tan sencillo. Las brasas estaban en marcha, no es entendible, tremendo, pero real... El colmo fue cuando mencioné la situación al camarero de la barra, señalando que parte de la profesionalidad es atender bien a los clientes. Su respuesta, o más bien su falta de reacción, fue la confirmación final de que el restaurante no está comprometido con ofrecer un buen servicio. A pesar de una experiencia negativa previa hace tres años, decidí darle una segunda oportunidad, pero lamentablemente la situación no ha mejorado en absoluto. El entorno puede haber mejorado, pero el servicio sigue siendo un auténtico desastre. Además, los precios son extremadamente elevados para la calidad del trato y la atención recibida. En resumen, no volveré a este lugar, y quien decida visitarlo debería estar preparado para un servicio pésimo y una espera considerable. La simpatía y el buen trato son conceptos que claramente no conocen en este restaurante. En cualquier restaurante, lo más importante, más allá de la comida o el ambiente, es el trato y la atención al cliente. Puedes tener un lugar decorado de forma impecable, pero si no se cuida el servicio, toda esa inversión y esfuerzo en la estética se desperdicia. El Mesón Maigmó puede haber mejorado su aspecto, pero esto de nada sirve si sus camareros no muestran ni la más mínima profesionalidad ni amabilidad. No basta con tener una fachada bonita si al final los clientes se sienten ignorados e invisibles. Querer y no poder sería mi definición de esta casa del olvido. Atender bien al cliente es la clave para que cualquier restaurante prospere y se gane una buena reputación. Lamentablemente, el Mesón Maigmó no parece entender este principio básico. En vez de cuidar cada detalle de la experiencia del cliente, desde la bienvenida hasta el servicio en mesa, dejan que la falta de atención y la desorganización dominen. Al final, no importa cuán bonito o renovado esté el local si tratan a los clientes con indiferencia y no se esfuerzan por ofrecer un...
Read moreLos boquerones fritos, el jamon, las alcachofas, las patatas alioli, los montaditos y otros productos tienen una nota superior. Una grandísima barra con producto de gran calidad, el servicio no profesional, pero amable y cercano, en tres ocasiones hemos degustado la cocina de este lugar, las dos primeros fueron en barra memorables, todo rico bueno y barato, con un pero para los vinos por copa, su precio no está en consonancia con su calidad. La última ocasión fue debajo de una sombrilla nunca mejor dicho para amortiguar un calor infernal. 2 horas casi tardamos en comer, además los salmonetes estaban malos de solemnidad, los calamares podrían mejorar, el vino con el calor caliente como café sevillano, lo positivo la cordialidad del servicio a pesar la inconveniencia culinaria, en adelante barra interior fuera con la calor jamás, y salmonetes ni mencionar. No obstante nuestro ideal sucumbio y ya dejó de ser nuestro lugar de tapeo ocasional. Probaremos una vez más y la decisión entonces se tomará para retornar o para no volver nunca más.
Ayer Domingo y despues de mes y medio repetimos experiencia, incidimos en la herida, craso error, después de las palabras amables del propietario. Decir que fue de auténtico desastre, ya mi mujer me dijo que seria mejor no repetir, pero el caso nos presentamos y nos desengañamos per secula. Pedimos media de mejillones que nos anunció la camarera como muy buenos y la verdad no estaban mal pero los hemos tomado mejores. Por cierto eran 7 mejillones contados, algo escasa la media me pareció, pero después vino lo nunca visto, la media ración de chopitos no llenaban un platillo de desayuno. Cuando me expresé al respecto al quedarme boquiabierto me dijeron que eran de gran calidad y que suponían mucho trabajo ya que había que limpiarlos. De ahí el precio 20 euros la ración, 10 euros la media. Increíble pero cierto! Para más inri el señor que atendió a mi perplejidad amable y educadamente en vez de dar la razón al cliente que además la tenía, se puso a la defensiva y empezó a hacer apología de la ridiculez indefendible. Decir además que el aspecto de los susodichos dejaba bastante que desear ya que se veían grasientos a rebosar. También nos dijo el amable señor que si en otros sitios nos ponían casi 4 veces más por media ración seria por su mala cálidad. Que los de Maigmó eran excelentes a pesar de su presencia aceitosa. Repetimos el lugar cuando no deberíamos haberlo hecho. Pero ahora lo tenemos muy claro. No caeremos en la trampa de...
Read moreLa excelencia es la palabra. Desde el mesón muy elegante y acogedor, nosotros eramos tres para cenar y hacía frío (fuimos a principios de Diciembre), nos pusieron en el salón interior, que es una maravilla, con chimenea, luces suaves y decoración navideña muy discreta. Pasando por la profesionalidad de todo el personal, amable y cercano, siempre disponible para cualquier duda o petición. La comida es de altísima calidad, con ingredientes y productos locales, la carta de vinos es extensa y está a la altura de todo el conjunto. Al ser 3 decidimos tomar entrantes para compartir y un plato cada uno. Como entrantes tomamos jamón de bellota (yo no lo como, pero los demás dan fe de lo rico que estaba), una ensalada de tomate raff con salazones, increíble el sabor de todos sus ingredientes, super frescos. El otro entrante era una ensalada mixta con ventresca creo recordar, muy buena, con mucha variedad de verduras y una presentación muy cuidada. Los platos principales fueron: Lenguado a la meuniere, un plato sencillo pero complicado de hacer a la vez. Su sabor es super delicado con su toque de mantequilla, estaba sencillamente perfecto, sabroso, ligeramente crujiente y para nada grasiento. Dos solomillos de vaca rubia gallega con guarnición, se cortaba con la mirada, yo no lo comí pero mis acompañantes aseguran que estaba exquisito. Tomamos agua y una botella de vino rosado Vetitum, un syrah de Almansa, super ligero pero con un sabor lleno de matices. Pasando a los postres fueron una milhojas con crema, un chirimbolo (helado de turrón con frutos secos creo recordar) y una natilla con galleta y canela. Los 3 han superado las expectativas, muy ricos, cuidados y se nota el sabor casero. Terminamos con café los tres, muy bueno también. Al ser una invitación no se cuanto ha sido la cuenta final, calculo que entre unos 40/50€ por persona, se que no es algo accesible para todos los días, pero toda la experiencia los vale en absoluto. Es un lugar para alguna ocasión especial o para vivir una grata experiencia de comer algo casero, bien trabajado y de nivel gastrónomico. Lo recomiendo al 200% y esperamos volver para degustar más platos de la...
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