Restaurante El Fogón — Restaurant in Tomelloso

He aquí una paradoja. Llevo recorridos infinidad de restaurantes. Muchos por placer y muchos por trabajo. Este en particular fue por trabajo. Como en todos los que vamos, pedimos Casera y vino blanco. Cual fue la sorpresa al ver que la que nos atendió, creo que era la dueña, nos quito una copa y a los que querían vino se los sirvió directamente. Lo normal del 99 por ciento es que te dejen la botella pero esta mujer dijo que no, que se arruinaba. Estando en Tomelloso, que venden millones y millones de litros, resulta raro o de rata. A partir de ahí, la comida transcurrió con normalidad; y hete aquí la paradoja, la comida estaba estupenda. Una pena esos detalles cuando en mesas adjuntas, les servían para dos personas, una jarra para que pongan su vino con hielo. Esos detalles son los que generan estos comentarios negativos y que no volvamos a ir. Repito, la comida estupenda. Una cosa no...

Nos recomendaron el restaurante desde la cooperativa, se come increíble, dejaros recomendar por la maître o jefa de comedor ( atendido por los dueños e hijos), todo es casero, de proximidad y de la Tierra. Yo y mi mujer nos pedimos para compartir, unos entrantes de alcachofas, una ensalada de perdiz en escabeche, unas chuletitas de cordero lechal y de postre una torrija de pan brioche de diseño, yo me pedí una copa de vino tinto que me recomendó la camarera, de una bodega de Tomelloso, que no tenía nada que envidiar al mejor Rioja. Os adjunto fotos de los platos, el sitio muy elegante y muy bien acondicionado, trato profesional y familiar. Si viajáis por la zona, y lo vuestro es comer como un señor y señora, pasaros que vale la pena. No escatimeis en cuidaros y daros un buen gusto, que os lo habéis ganado trabajando o lo necesitáis para desconectar y...

Fue horrible tanto el servicio que se ofreció como el trato del camarero, el camarero te hablaba de malas formas, no recogía los vacios de la mesa teníamos todo lleno de botellas vacías y no se recogían para comer con comodidad y espacio, un chico de los 13 que íbamos tenía prisa y le dijimos que sacará los platos consecutivos y nos ponía mala cara, para pedir el postre para el chico le llamamos y nos dijo que nos teníamos que esperar de malas formas y bueno por no decir que el café que pidió nunca llegó, tubo que ir a la barra a pedírselo al camarero joven que estaba y se lo puso sin pegas. En concreto el trato del camarero mayor de pelo blanco fue horrible y no entendí el mal servicio si solo...