Hostal Regueiro — Restaurant in Toral de los Vados

El camarero/dueño Ramón es muy mal educado. Yo soy de toral de los vados y mi familia y yo íbamos a menudo a comer al restaurante Regueiro, cosa que no volverá a suceder. La comida ha bajado muchísimo la calidad y no es por el equipo de cocina, es por la calidad del producto en si. La cantidad es razonable, pero el producto no lo es, carne dura y correosa. Los niños no son bienvenidos en el local, no por qué sean inquietos o sean movidos, sino porque ocupan una silla, da igual la edad, indiferentemente de qué sean lactantes, estén en un cuco o carro, que tengan meses o un solo año, sino pagan el plato ocupan un espacio y no lo pagan, por lo tanto son perdidas para el negocio, palabras textuales del propietario. Señor Ramón, esos niños son clientes potenciales en el futuro, me alegro que le sobren los clientes, porque sino fuera así, sería usted más educado con sus comensales y sus hijos. Como mínimo cada comida usted cobraba entre 5 o 12 platos y solo se ocupaba una silla más Por nuestra parte ya no va a tener ese problema Le deseo un futuro próspero, porque tal y como trata usted a sus clientes lo va a necesitar Le doy una estrella ya que es lo mínimo que le puedo poner. Que indignación, lo siento mucho por sus trabajadores, ellos si son profesionales, educados y atentos Por cierto, si alguien busca en toral de los vados donde comer buena comida casera, economica y con buen recibimiento a los niños el restaurante de la gasolinera o el Canadá son 2...

Excelente experiencia gastronómica: ¡Una visita obligada! ¡Qué gran sorpresa ha sido descubrir este restaurante en Toral de los Vados ! Desde el primer momento, quedé impresionado por la enorme variedad de platos que se ofrecen en su menú. Hay tantas opciones, que es imposible no encontrar algo que te apetezca. Y lo mejor de todo, es que la cantidad en cada plato es más que generosa. De verdad que te vas a quedar más que satisfecho. Pero no solo es cantidad, la calidad de los ingredientes y la elaboración es de primera. Cada plato que probamos estaba delicioso y se notaba el cuidado y la dedicación con la que se preparaban. La presentación, aunque simple, era impecable y reflejaba la frescura de los productos. Además, la relación calidad-precio es inmejorable. Pocas veces he comido tan bien por un precio tan razonable. El servicio, a pesar de que el restaurante estaba a rebosar de gente, fue increíblemente coordinado y eficiente. Los camareros trabajaban en equipo de forma impecable, y aunque en ciertos momentos había que esperar un poco, la espera valía la pena. En resumen, una experiencia culinaria fantástica que recomiendo sin dudarlo. Es un lugar perfecto para ir con amigos o en familia, donde se come de maravilla por un buen precio y el ambiente es vibrante....

Espeluznante la experiencia en este antro, la señora de la mesa de al lado, se ha dirigido con toda la educación del mundo a pedirle al camarero que, por favor, le calentase su plato de callos,( el camarero ha resultado ser el dueño, un tal Ramón ) En primer lugar, le ha dicho que no le daba la gana y luego ha empezado a gritar que no le tocara los co**nes, que el plato estaba caliente, se lo ha repetido hasta en tres ocasiones hasta que, por fin se ha llevado el recipiente a la cocina, no sabemos muy bien qué habrà hecho allí con él y lo ha vuelto a sacar, la pobre señora se ha comido los callos ( yo no me habría atrevido porque a saber qué ha hecho en la cocina con ellos ) mientras el hombre se mofaba de como soplaba la cuchara, la verdad que no se como se han quedado allí a comer, el sitio no es para tirar cohetes, pero el comportamiento de ese individuo....vergonzoso y casi denunciable, señora ! Ponga una reclamación a este personaje ! Toda la sala y yo...