Casa Sampedro — Restaurant in Torrelavega

Quiero contar mi experiencia.me acerco a este local igual que lo he hecho desde unos 100 kms como he hecho otras veces durante años y me encuentro con cambio en la explotación, Me acerco a la barra y pido mesa y me dice que hablé con los camareros que atienden a las mesas que son dos,la de afuera me pregunta si tengo reserva y le digo que no,hay alguna mesa libre pero me dice que tengo que esperar,ma vuelvo a la barra y tomo un aperitivo con mi familia.El camarero de adentro delante nuestro sienta a comer delante nuestro a dos mesas a un metro nuestro porque no es un comedor sino mesas,en cuáles con los dueños anteriores (que te atendían con amabilidad y cariño)hemos estado sentados en otras ocasiones.Esas dos el tipo de personas consiste en una mesa son conocidos por el trato al hablar con ellos y la otra mesa de clientes de paso como nosotros. Cuando veo que pasa unos minutos y que la persona con la que he hablado (la de afuera) pasa al lado mío como otras veces mientras realiza su labor me acerco a ella para ver si vamos a poder comer y su contestación es "yo pensaba que el otro camarero nos iba a atender pero que si queríamos que nos preparaba una mesa" . Mi contestación fue "no te preocupes que ya buscaré un sitio donde me traten adecuadamente " y donde me expliquen que si no existe comunicación en el servicio,por la razón que sea me lo expliquen porque da la casualidad que cuando empezó mi vida laboral (en Hostelería) 2 de esas 3 personas no habían nacido y se da cuenta uno de cosas cuando va por el mundo,menos mal que en 40 años ha sido la primera vez. Me pasó hace unos días,y he esperado para expresar mi caso no en caliente e intentar el caso con educación y el respeto por ese bonita profesión que como otros tantos están cambiando y donde últimamente se dice que no encuentran profesionales y los que se encuentran,se quejan de sus condiciones laborales. Espero que le sirva a alguien y sino ya siento la explicación...

Encargamos en este establecimiento la comida del día de Navidad (25-12-2023) El encargo consistía en unos entrantes de croquetas, mejillones en salsa, rabas y albóndigas. Los platos eran 2 solomillos, 1 machote, 1 chuleta y un escalopes. Los postres fueron arroz con leche, tarta de queso, delicia de manzana, tarta de hojaldre y tarta de la abuela (uyna ración de cada) El importe de este encargo fue de 220 euros. Tras llegar a la hora acordada para recoger el encargo nos encontramos en que hubimos de esperar 30 minutos en la barra puesto que solo tenían preparados los entrantes y los postres. Las carnes y el pescado lo cocinaron sobre la marcha. Hasta aquí podemos considerar que todo normal, si no fuese porque los 2 solomillos y el machote nos les entregaron casi crudos a pesar de haberles encargado como "medios+". Sin duda esto debido a que les hicieron deprisa y corriendo. El colmo de este demencial servicio fue que nos prepararon una chuleta con un peso de 1,800 kilos. Solo por este chuleta nos facturaron 72 euros. Esto esta bien si no fuese porque ese establecimiento debe pensar que solo casi 2 kg. de carne es lo apropiado para una ración. Nos podían haber puesto 4 kilos y habernos cobrado 150 euros solo por un plato (así que les debemos estar agradecidos) Esta gente deben creerse "muy listos" y que sus clientes somos "muy tontos". En que cabeza cabe servir una chuleta de 1,800 kilos para una solo ración. Así que no volveremos a este establecimiento a pesar de que somos clientes habituales. Así que aviso a navegantes; con esta gente hay que especificar al detalle lo que sirven de cada encargo porque este tipo de actitudes es llanamente una burla al sentido común y a sus clientes. Debo citar que naturalmente tenían el número de teléfono para en caso de duda haber llamado para consultar la idoneidad del peso de la chuleta. Lamentable, así que mucho ojo con estos lumbreras...

Después de una comida excepcional tengo que reseñar la mala conducta al finalizar del camarero que nos atendió. Fuimos a comer cuatro personas, cierto es que estaba todo buenísimo. Al terminar pedimos la cuenta, después de pedirla cinco veces y pidiendo por favor el datáfono, nos la trae después de más de media hora y sin datáfono. Le pedimos al camarero nuevamente el datáfono, mientras nos le traía y no, le vemos fumar en la terraza y comiendo un helado, hablando por el móvil… volvimos a entrar dos veces más y no nos podía atender porque estaba hablando por teléfono. El cabreo nuestro ya era monumental. Hacía rato que no había gente, solo quedaba una mesa en la terraza y ya habían acabado y el interior estaba vacío. Pasados 15 minutos más sin poder pagar, nos fuimos. El coche le teníamos aparcado a 50 metros, aún así, pasados cerca de 5 minutos en el coche vemos al camarero salir corriendo a buscarnos, bajamos la ventanilla y le dijimos; Ahora si corres, eh? Ya traes el datáfono? El ticket que adjunto a esta reseña, no era una pequeña cantidad, y perfectamente podíamos haber arrancado y no esperar a la reacción del camarero. Lamentable la dejadez de este señor, que aún nos dijo “que no le tocásemos los...