Resumen del hotel y el restaurante. Para desconectar al lado de la naturaleza lo tiene todo: río, mar y montaña; comida muy buena y y las mejores camas que hemos probado. Es pet friendly, cosa que se agradece. La comida estaba muy rica y Saira nos atendió y nos preparó muy buenos desayunos que, junto a la atención, fue una experiencia divina ↓

DEL HOTEL:

La categoría del hotel es de tres estrellas, pero sentimos que podría ser de cuatro o cinco. Corroboro varias reseñas que señalan las mejores camas que hemos dormido en hoteles. Colchones firmes y muy cómodos. Realmente dormimos del tirón.

Las habitaciones sencillas pero bien acogedoras. Nos dejaron agua en la mini nevera.

El desayuno hecho por Saira estaba delicioso. Jueves, lunes y martes nos lo hizo personalizado porque solo éramos dos en el hotel. Los demás días son self service y con lo típico: huevos, bacon, jamón dulce y salado, queso y los típicos acompañantes, vamos, el típico desayuno americano.

• Recomiendo los croissants porque están bien crujientes.

Tienen un crema catalana, que cuando tenía la oportunidad, me comía dos o más. Deliciosa, cremosa y muy fresca para los días de calor.

La atención por la dueña y las demás chicas que trabajan en el hotel es estupenda. Estaban pendientes de nosotros (y del perro) y nos contestaban cualquier pregunta que queríamos saber en recepción.

La locación para mi es su punto clave. Ubicado en medio del campo, a diez minutos de la playa y el río (todo un lujo). Con un supermercado del barrio cerca. Te levantas con el trinar de los pájaros y puedes echarte unos paseos muy tranquilo a lo largo del terreno, entre masías, árboles, manzanos, arroceros, olivos y demás.

Hemos compartido con alguno de los vecinos de las zonas cercanas y son súper amables. En especial, un señor de 80 años que te da una charla larga para pasar la tarde.

• Mi rutina favorita: sentarte en el balcón a ver la naturaleza con un Nestea bien frío.

Punto adicional y destacado por ser pet friendly. Nuestro perro se sintió muy bien y lo tenían mimado. Se cobra un cargo adicional por la mascota (creo que unos 20 euros).

Tienes a 10 minutos, Girona. A 5 minutos, Torroella. Al mismo tiempo tienes el río y el mar, muy cerca. El hotel tiene una ubicación privilegiada.

Eso sí, está al lado de una casa de colonias. Por lo que, los días de semana, sueles escuchar a los niños. No es molesto, pero es un punto a considerar.

También tiene una señal débil de Wifi. Para quien va a desconectar, esto es un plus, porque no estás pendiente del teléfono. Si vas a trabajar, puede que sea un problema, según la ubicación de la habitación.

• Recomiendo que vayas de lunes a viernes. Desconectas totalmente.
• Las habitaciones 102, 103 y 104 son las mejores.

DEL RESTAURANTE:

Exquisito y a buen precio según lo que pidas. Tienen una carta muy amplia con todo tipo de entrantes, segundos y postres. Los días de semana, el menú es a 16,50 euros. Los dines de semana y festivos a 20 euros. Bebidas no incluidas.

La carne para mi fue lo mejor. Con unos hongos que estaban deliciosos. La carne súper tierna, se derretía en la boca.

• Recomiendo el Filet de Vedella amb Múrgules.

También pedimos una ensalada con unos tomates que de verdad saben a tomate. Grandes y dulces.

El arroz caldoso con alcachofa también estaba muy rico. Por eso no entendí algunas reseñas de que el arroz no era del otro mundo. Bueno, el tipo de arroz de aquí es más duro, pero igual de bueno. Y la base del sofrito y la sazón estaban ahí. Eso sin duda. El de dos personas podría comer hasta tres. Repetimos tres veces.

• Otro arroz que recomiendo es el caldoso con galeras.

Durante nuestra estadía de seis días, comíamos todos los días en el restaurante, porque la verdad es que su chef, Joan, prepara muy buenos platos. No es lo más barato del mundo, pero tampoco lo más caro. Además, tiene mucha variedad y por la zona, no hay nada mejor, realmente. Su menú está a la altura.

Y destacó de nuevo la atención por su mismo personal que te hacen la velada mucho más agradable.