Casa Matilde — Restaurant in Tronchón

Hemos ido hoy mismo (finales de marzo) ya que lleva lloviendo una semana y en los pueblos aledaños nadie nos daba de comer. Las chicas de la oficina de turismo de Cantavieja nos han recomendado llamar porque "si algo está abierto, es Casa Matilde". Hemos llamado y nos ha dicho que por supuesto que nos daba de comer. El sitio tiene el cartel, pero cuesta encontrar la entrada porque es una casa y pasas por un comedor. Cervezas fresquitas. El comedor amplio y calentito, lo que se agradecía con el frío que traíamos. Los baños limpios, siempre lo añado por si acaso xD Matilde encantadora, muy amable, super eficiente teniendo en cuenta su edad (79 nos ha dicho!!) y que estaba sola y teníamos un grupo de 7 personas al lado. Y ahora lo importante: guisos de espectáculo, sopa calentita a la que le he pedido echar garbanzos y me ha traído un perolo enorme, mi chico macarrones porque es alérgico a las legumbres... Y estaban como los de mi abuela, increíbles con quesito. De segundos yo me he pedido el Pollo Picantón (riquisisisisimo) porque como poquito, y mi chico el guiso de ciervo con zanahoria y champis (increíble, y eso que no me va mucho el ciervo), muy blandito y sabroso. Advierto que las raciones son enormes. De postre lo mejor: la tarta de queso casera :P Sabe de maravilla, a queso, queso, y la mermelada a parte por si la quieres disfrutar sola. Cafés muy ricos también y un precio de escándalo psra los tiempos que corren: 37€ los dos (flipo con los comentarios de que eso es caro, luego pagamos 3€ por una cerveza en casi cualquier lado). En resumen: el único sitio que nos ha dado de comer cayendo el diluvio universal y entre semana. Una atención maravillosa y agradable, buen vino en la vinoteca (si preguntas puedes escoger, que he leído por ahí que el vino estaba malo). No sé si cuando esté lleno bajará la calidad, pero para nosotros ha sido de 10 y volveremos. Eso sí comida casera de toda la vida, no vengas si esperas poder comer ceviche o cosas elaboradas. Gracias,...

Local sobrevalorado en cuanto a la atención. De la Sra Matilde a la que hace referencia muchas reseñas que recibe y despide a los clientes, no se le vió. No tiene importancia en absoluto ese detalle, pero el que nos atendió deja mucho que desear su amabilidad. Fuimos con reserva. Demora en los platos, como justificación nos dice que a los señores de "naranja" que estaban en otra mesa y llegaron más tarde que nosotros (los de naranja era gente que estaba trabajando en obra y tenían el tiempo ajustado) tienen preferencia. A ver, si tiene acordado un tiempo para atenderlos que acuerden una hora para el servicio, por ejemplo a las 13:30, no a las 14:15. Le dijimos que íbamos en moto, amenazaba lluvia, llegó la lluvia y nos fuimos sin tomar café, teníamos que volver a Castellón. Insisto en que teníamos reservada hora para comer. Nada. "Los de naranja tienen preferencia" Dos comensales pidieron de primero ensaladilla casera, estaba buena. Te sacan los ingredientes y la mayonesa aparte para que la pongas a tu gusto. De segundo otros dos comensales pidieron carrillada, tb buena dicen, a mi no me apetecía probarla Pero tanto la ensaladilla como la carrillera la sacan en un plato sin explicarte que ahí están las dos raciones. Para uno era una ración cumplida, pero ¿por qué he de compartir el mismo plato? y menos sin que me avisen Como anécdota decir que me llevé dos golpes en la cabeza por parte del camarero, uno con un plato y otro...

Comida casera como la de antes. Buenísima y muy abundante Matilde sigue cocinando sus platos tradicionales con sus más de 70 años y moviéndose entre las mesas interesándose por la satisfacción de los comensales como una zagala.Super amable y natural al igual que la camarera a la que casualmente encontramos yendo a trabajar y nos guió amablemente nada más aparcar nuestras motos. Se accede al comedor por la entrada real de la casa ,se atraviesa la antigua cocina con cadiera hasta el gran salón comedor rústico precioso donde Matilde expone orgullosa ( y con razón) numerosas placas y reconocimientos de personas notables y de a pie como nosotros mismos que han disfrutado de su cocina y agradable compañía. Se recomienda ir temprano a comer y llevar dinero en efectivo pues no creo cobren con tarjeta ya que la cobertura es prácticamente inexistente. Descubrí por casualidad al seguir indicaciones para ir al W.C que en el piso inferior también hay comedor aunque más pequeño pero con el mismo sabor rústico si no más. En fin...todo un acierto...para volver desde luego, porque también el precio es insuperable....30€ dos personas con todo incluído( pan,postre,bebida y café) Teruel existe....y de qué manera!!!! No lo dejemos en el olvido....los vecinos valencianistas lo...