Restaurante "El Olivar" — Restaurant in Turleque

Lo primero que debo dejar claro es que no soy un sibarita ni un señorito. Para mí el bar ideal es la venta de pueblo de toda la vida, con su ruido y su cercanía y sus columpios de hierro y su tele con los documentales de la 2. Pero mi experiencia con este restaurante roza lo surrealista, y todo por el camarero, inexplicable su comportamiento. Estaba sobreexcitado. Te tomaba el pedido con brusquedad, sin dejarte preguntar nada, te tiraba todo a la mesa, y no lo digo alegóricamente, en serio, es literal. A mi mujer le chorreó todo el caldo de la ensalada sobre la pierna, y nos dió hasta miedo protestar, porque unos minutos antes le tiró a otro cliente el café sobre la mesa y culpó al cliente, a pleno grito, porque (según él) el cliente había puesto la mano en el momento de dejar caer el café sobre la mesa. La cosa llegó a tal punto que se convirtió en un espéctaculo. Los clientes nos mirábamos y nos reíamos, como quién ve un sketch de los Monty Python. De locos.

La comida bien, los precios respetables. El local, un poco apretado, pero dentro...

A ver, pienso que hay ciertas cosas que en un restaurante no se pueden pasar por alto. Comí delante de una ventana que tenía sin exagerar unas 30 moscas. Eso ya, quieras que no, te condiciona la comida que te vas a comer. De primero una ensalada. Estaba muy muy fría y con mucho líquido turbio en el fondo que le daba al plato un aspecto nada agradable. De segundo churrasco. Error. Nunca se pide ese tipo de carne en un menú del día. Estaba duro cuan suela de zapato y con mucha grasa. Postre. Pedí industrial esquivando producto casero. Más menos bien. Café bien. Camarero muy bien. Baño de caballeros. Bastante descuidado. Tengo fotos que me abstengo de subir. Lo mejor: la velocidad a la que servían todo. Es un restaurante de carretera se agradece no esperar y poder...

El infierno de los restaurantes en la tierra. Pedimos sopa de cocido y efectivamente era sopa de agua con fideos cocidos...y la ensaladilla de verano era más una salada fría y seca ensalada de invierno, a base de alcachofas de bote y patata cocida "al punto de sal". Y lo mejor, las pechugas de pollo, pasadas por una plancha en la que el pollo sabe a todos los filetes anteriormente requemados...la limpieza brilla por su ausencia...pero sin duda, lo mejor, es el camarero que te atiende en el salón, al que accedes a través de una cortina de la que te da grima solo con rozarte...es la alegría de la huerta toledana!!! además, practica para la nueva disciplina olímpica de lanzamiento de platos. En fin, un regalito de restaurante. Si vais de paso,...