EXCELENTE ¡Guau! Chanquete al habla 🐶, el más distinguido (y peludo) cronista gastronómico de la casa. Mis humanos regresaron anoche de Mediterráneo con los ojos brillando 😃 y la panza contenta😋, ¡y yo, por supuesto, tuve que escuchar cada delicioso detalle con las orejas bien tiesas! Aunque mis patitas no pisaron la terraza (¡una pena de órdago!), su entusiasmo fue tan contagioso que casi saboreé cada bocado.
Lo primero que resaltaron, con pura admiración en la voz, fue el trato exquisito. La carta, me contaron, era un festín para los ojos, tan apetecible que hasta dudaron. Pero ¡menos mal que pidieron ayuda! Ahí entraron en acción las auténticas hadas madrinas de la velada: Adriana, Ana Gil y esa encantadora camarera rubia cuyo nombre se les escapó pedir (¡una misión para la próxima!). Su amabilidad no fue solo un adorno, ¡fue la brújula! Guiaron a mis humanos con tanta dedicación, esmero y tino en las sugerencias que acertaron en todo. ¡Eso es saber hacer!
Y ahora, ¡a lo que vinieron! La velada fue un desfile de magia culinaria:
El pistoletazo de salida: Un sugerente paté de pollo que, por lo que susurraron, ya prometía maravillas. Primeros asaltos, ¡todos aciertos!: Una ensalada con langostinos en temperatura" (¡qué arte eso de la temperatura!), unas "zamburiñas con una salsa tan original que pedía hacer barquitos" (¡imagino a mis humanos navegando sabores!), y unas impresionantes alcachofas que se deshacían en la boca" (¡Guau! Eso suena a pura textura de ensueño). El plato estrella (o uno de ellos): "Fideos tostados con pulpo frito y mayonesa kimchi". ¡Espectaculares! Según mis fuentes (humanas, claro), fue una explosión de crujiente, tierno y ese toque picantón del kimchi que los dejó sin palabras. ¡Menos mal que no ladré cuando lo mencionaron, se me hizo la boca agua desde el sofá! El broche dulce: Un delicioso flan de plátano y otro novedoso postre de frutos rojos que pusieron el punto final perfecto a una noche que ya de por sí brillaba con luz propia.
En resumen, a mis humanos los envolvió la magia del Mediterráneo ✨️. No fue solo una cena, fue "una de las mejores noches del verano", llena de sabor, atención cuidada al máximo y ese encanto especial que hace que un sitio se grabe en el corazón ♥️ (y en el estómago). El ambiente, la atención, y la calidad de los platos crearon una magia indudable.🎆🎇
Así que, con el rabo moviéndome de acuerdo (aunque con un poquito de envidia sana), lo proclamo desde mi sofá: ¡Mediterráneo es, sin lugar a dudas, un lugar para repetir y convertirlo en favorito! Mis humanos ya están planeando la próxima visita... ¡y ojalá esta vez me dejen colarme! (O al menos, que me traigan un poquito de ese paté de pollo 🤤).
Un ladrido de aprobación,
Chanquete (Cairn Terrier de buen gusto y cronista de lujo...
Read moreHe leído el resto de reseñas y para nada tiene que ver con la experiencia que tuvimos mi familia y yo el Domingo pasado. El servicio muy lento, después de habernos tomado la primera consumición todavía no nos habían servido la comida. Estuvimos esperando que nos pusieran una sangría más de 20 minutos y por que mi mujer, desesperada, fué a protestar a la barra. Estuvimos comiendo sin nada que beber. Pusieron primero el plato de mi hija, y el de mi hijo, que había pedido lo mismo, llegó más de media hora mas tarde (ya casi habíamos terminado de comer el resto) y las lagrimitas de pollo llegaron requemadas y duras. A la hora de pedir pregunté si había anillas de calamar, (las patas no me gustan, y por problemas dentales no puedo comer las partes mas duras del calamar), me dijeron que si, y me trajeron un plato con más patas y resto de partes del calamar, que de anillas. Debido a la lentitud y desorganización en el servicio decidimos tomarnos el café y los postres en otro lugar, por no seguir esperando. Se entiende que este tipo de establecimiento no es un MC Auto, por eso tanto el precio, los tiempos, como la calidad de la comida se espera que no sean los mismos. También se entiende que son tiempos difíciles pero eso no justifica las desavenencias en el servicio, al contrario se debería cuidar más. Que te dejen sin bebida durante la comida (que llegamos a pensar que la iban a poner de postre), que un niño de ocho años coma el último y mal (cuando a la niña que pidió lo mismo, le pusieron la primera), que un cliente pida una cosa y le traigan otra (si se pide anillas y hay calamar entero, lo mínimo es avisarlo), todo eso junto a una demora excesiva en los tiempos, en comparación con otros establecimientos del mismo sector y tipo, hacen que, desafortunadamente, no sé pueda escribir una reseña positiva. Evidentemente no...
Read moreBy the proverbial twist of fate I found myself briefly lodged next door to this piedra preciosa of a seafood restaurant in Benajarafe, Spain. Like a faithful arrow I just kept returning every day after till flying off back to NYC. Only 30 minutes from Málaga by car, el Restaurante Mediterráneo excels on all fronts –for the freshness of its seafood, for an unpretentious welcoming atmosphere, and for unstinting thoughtful service (thank you Miguel). But most unforgettably, it is the alluring cuisine prepared con perfección. In a region brimming with excellent food options, this one outpaces all others I sampled here. If I were a fish (or a clam or a squid) this is where I would want to exit the world (hmmm..can sea-creatures actually smile?). Pounce
Por el proverbial giro del destino, me encontré brevemente alojado al lado de este restaurante de mariscos de piedra preciosa en Benajarafe, España. Como una flecha fiel, seguí regresando todos los días hasta volar de regreso a Nueva York. A sólo 30 minutos de Málaga en coche, el Restaurante Mediterráneo destaca en todos los aspectos: por la frescura de sus mariscos, por un ambiente acogedor y sin pretensiones y por un servicio atento y esmerado (gracias Miguel). Pero lo más inolvidable es la seductora cocina preparada con perfección. En una región repleta de excelentes opciones de comida, ésta supera a todas las demás que probé aquí. Si yo fuera un pez (o una almeja o un calamar), aquí es donde querría salir del mundo (hmmm... ¿pueden las criaturas marinas realmente...
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