Restaurante Puri — Restaurant in Valderredible

Very nice menu and nice staff. Traditional Spanish food with a homemade style for the cooking. Good price for a weekend menu and good variety of dishes and options for everybody if you enjoy traditional Spanish options. Very nice staff and very attentive and adaptable service for big groups. All dishes were served nice and hot and without deejay for a group of 14 it was quite...

Vergonzoso. Nos dejamos guiar por la puntuación (craso error) y acabamos en el sitio con el personal menos profesional del planeta.

Nos atendió una señora que, muy amablemente, nos dijo que había solo 40 minutos de espera. Pregunto el precio y, como si le hubiera hecho una pregunta existencial, me dice que tiene que ir a preguntar (porque claro, saber los precios en un restaurante es pedir demasiado). Se va, tarda una eternidad y como quería saber qué había en el menú, me asomo al comedor. ¡Oh, sacrilegio! Solo había ocho personas comiendo, pero al verme, la señora salió disparada a echarme como si estuviera invadiendo terreno sagrado. Yo solo quería saber qué había para comer, no robar los cubiertos.

Y lo mejor: el chico joven en la barra, con una cara de “odio mi vida” que lo decía todo. Nos sirvió dos cervezas que parecían recién sacadas del microondas... aunque, según él, venían de la nevera. ¡Una maravilla!

Al final, la misma señora reaparece con el gran anuncio: ahora la espera ya no era de 40 minutos, sino de 2 horas. Vamos, que ni disimulan que no tienen ninguna gana de trabajar.

En resumen: lamentable no,...

Explicar lo que se experimenta en el restaurante Puri, sin faltar el respeto al resto de la hostelería de Cantabria, no es fácil. Trataré de ser lo más ecuánime posible para tratar de ser lo menos hiriente...

En este lugar, se viene a comer. Si vienes con poca hambre o en búsqueda de cocina sofisticada de esa que luce espectacular pero alimenta poco.... No pases por aquí.

Aquí la comida es bonita, buenísima, casera, bien servida y con el precio más adecuado de los alrededores.

Ser recibido por Mari Amor (hija de Puri, la fundadora) ya empieza siendo una travesía de emoción pantagruélica en la que te recita todas las maravillas que con todo mimo crea en su cocina, y cuando pasas a la acción cuchara en mano, esto ya se convierte en una absoluta bacanal cántabra.

Mención especial a las croquetas, codillo, cocido de alubias pintas, carrilleras...

Pero si tengo que morir comiendo algo en esta vida, que sea la ensaladilla rusa de Mari Amor.... seguro que iré directo al cielo.

42 años de historia, siempre lleno y nunca habiéndose ido nadie sin comer.... Algo debe estar haciendo bien...