Restaurante Moreno — Restaurant in Valle de Losa

TRATO GROSERO, IRRESPETUOSO Y VERGONZANTE. Solicito una mesa apartada del comedor para 3 personas, por precaución ( tema coronavirus, obvio ), y por la densa nube de humo de la cocina que inundaba toda la estancia ( irrespirable ) y el señor que atiende el comedor, al negarme la posibilidad de poder ubicarme en otra mesa que no sea las del interior del susodicho comedor, y decirle que en tal circunstancia, prefiero marcharme, responde increpándome de muy malas formas que por qué me iba, que “eso se dice antes” ( ni había reservado mesa, ni había colocado platos, vasos…tan solo había puesto el mantel y dos cubiertos, ¡¡¡qué gran despropósito el mio y qué gran afrenta le he hecho!!! ). No satisfecho con ello, sale detrás mio al exterior para seguir increpándome nuevamente. —Usted me niega la posibilidad de comer en otra mesa. No pasa absolutamente nada, me marcho y problema resuelto. —No tiene por qué afearme mi decisión, que además se fundamenta en motivos de salud. —Yo no le he recriminado el hecho de no proporcionarme otra mesa, y usted no tiene por qué tratarme despectivamente por decidir marcharme. —USTED TIENE LIBERTAD PARA NEGARME OTRA MESA, Y YO TENGO LIBERTAD PARA MARCHARME. ¿Comprende? Este caballero no es la primera vez que tiene un comportamiento reprochable con nosotros, ya hemos comido en un par de ocasiones. Por tanto, una opción a descartar este local. Lo siento por el resto de trabajadores que probablemente sean profesionales. VERGONZOSO SEÑORES, NO RECOMENDABLE...

Comparto mi experiencia: mientras escribo esto, estoy comiendo en este sitio, con la intención de ser leído por su propietaria en virtud de la dificultad de entenderse con ella. No valoro la comida, aunque una cosa lleva a la otra. El motivo de la reseña es que al entrar al comedor me encuentro con el impedimento de entrar con mi mascota canina, por lo que me quedo sorprendido, pues a la entrada de dicho comedor veo que hay más de una mascota canina de gran tamaño. Tampoco hay nada que identifique una separación donde si y no puedan entrar, y tampoco a la entrada del local hay ningún aviso. Intentando aclararlo con la supuesta dueña, se genera una desagradable discusión, y a pesar de decirla que yo solo voy comer, no a discutir, pero que para evitar este tipo de situaciones eso debía de avisarlo de manera clara y visual según la ley 7/2023, que cito unos puntos de manera resumida:

“- Se permite la entrada de animales de compañía (como perros) a zonas donde no se manipulen alimentos, si no suponen riesgo. El local decide si aceptarlos; si no, debe señalizarlo claramente en la entrada.”

pues ella alega que “en mi local puede decidir lo que quiera sin avisar nada, y que está permitida la entrada de mascotas caninas”, cosa que no es así. O no en su totalidad, a criterio de ella, aunque acusa a sanidad de lo que es su única responsabilidad. Adjunto fotos de la entrada al restaurante, y también de la entrada al comedor. También de los baños. Parece ser que sanidad no dice...

Mala calidad de los platos

Pedimos: Lasaña de bonito Pencas con gulas Ensalada de salmón

La lasaña estaba recalentada y tiesa. Parece del Mercadona.

Las pencas cualquier persona pensaría que son rebozadas con unas gulas encima. Resultó ser una sopa de pencas con 4 gulas que echaba bastante para atrás a la vista y en cuanto a textura.

La ensalada de salmón lo más cutre. Cuatro hojas de lechuga con unas rodajas de salmón ahumado encima. Bañado en una salsa de alioli que hacía que pareciera una sopa.

Adicionalmente un 50% de la carta no estaba disponible. Sería interesante que lo tachen en la entrada ya que de haberlo sabido habríamos ido a otro sitio.

Por último el cabracho (segundo plato) estaba en una sopa de aceite, en vez de hacerlo a la plancha y ponerle un poco de sofrito de ajos por encima.

En cuanto al servicio, regular. Es entendible de todas formas porque el comedor estaba lleno.

Casi 20€ sin café incluido. No repetiré, ya que por ese precio se me ocurren muchos sitios donde se puede comer...