Mi experiencia en el Restaurante JR el viernes 1 de marzo a las 22:00 transformó lo que debería haber sido una velada agradable en una escalofriante pesadilla que aún atormenta a mi familia y a mí. Como cliente de larga data, mi expectativa de disfrutar de su reconocida cocina y servicio quedó totalmente desvanecida ante la incomprensible y aterradora conducta de su personal.
Lo que comenzó como una solicitud rutinaria de la cuenta se convirtió en un inolvidable escenario de hostilidad. Un empleado, identificado posiblemente como Víctor, no solo nos acusó infundadamente de insultos, sino que su actitud amenazante y descontrolada escaló a amenazas físicas directas. La situación se agravó al negarnos el libro de reclamaciones, un derecho que, como consumidores, nos asiste. Según su versión, estábamos faltándole al respeto, cosa que no solo que es fruto de su imaginación, si no que en tal caso, somos personas normales y hablando las cosas como tal podría haberse arreglado perfectamente sin mayor incidente.
La presencia de menores en nuestro grupo, incluida una niña de cinco años, hace aún más reprochable si cabe la conducta del empleado. La inocencia de la infancia no debería verse empañada por el miedo y la angustia que este incidente ha sembrado en el corazón de mi hija, quien ahora enfrenta noches de insomnio y posibles secuelas psicológicas.
La agresión no se limitó a una sola noche. Al día siguiente, fuimos perseguidos hasta un club hípico por otra persona, Javier, pelirrojo de baja estatura y constitución gruesa cuya apariencia y comportamiento sugerían un estado de intoxicación (ojos rojos, mandíbula, etc). Este individuo no solo desafió, sino que también amenazó con violencia física a mi familia y a mí frente a testigos. La decisión de no denunciar el incidente fue tomada únicamente para proteger la tranquilidad de un lugar respetado y evitar mayores conflictos.
La publicación de este relato en un foro público no es algo que haga a la ligera, pero ante la falta de responsabilidad y veracidad por parte del Restaurante JR, me veo obligado a buscar justicia y reparación por este medio. Espero que, al hacer pública mi experiencia, se tomen medidas inmediatas para investigar y corregir estas conductas inaceptables y asegurar que ningún otro cliente tenga que sufrir una experiencia similar.
Exijo una disculpa formal y acciones correctivas concretas. La seguridad y el bienestar de sus clientes deberían ser la máxima prioridad para el...
Read moreMi visita al Restaurante JR el viernes 1 de marzo a las 22:00 horas se convirtió en un evento lamentable que marcó profundamente a mi familia y a mí, dejando una impresión negativa que persiste hasta hoy. Siendo un cliente habitual, mis expectativas eran altas, anticipando una velada disfrutando de la excelente cocina y el servicio por el que el restaurante es conocido. Sin embargo, estas expectativas se desplomaron frente a una serie de eventos desafortunados y perturbadores protagonizados por su personal.
La situación se deterioró rápidamente cuando, tras pedir la cuenta, nos vimos envueltos en una situación absurda de acusaciones y hostilidad por parte de un empleado, posiblemente llamado Víctor. Este empleado no solo nos acusó sin base alguna de haberle insultado, sino que también adoptó una postura amenazante y descontrolada, llegando a amenazar físicamente. A esto se sumó la negativa a proporcionarnos el libro de reclamaciones, un derecho básico como consumidores, basando su negativa en supuestos faltas de respeto que nunca sucedieron.
Lo más grave es que entre nosotros había menores, incluyendo una niña de cinco años, lo que hace la conducta del empleado aún más reprensible. Esta experiencia ha dejado una huella psicológica en mi hija, quien ahora sufre de insomnio y ansiedad debido al miedo y angustia experimentados esa noche.
La situación escaló al día siguiente cuando, en un club hípico, nos encontramos con otro individuo relacionado con el restaurante, Javier, quien en aparente estado de intoxicación (caracterizado por ojos rojos y comportamiento errático), procedió a amenazar nuestra seguridad física delante de testigos. Optamos por no proceder legalmente para preservar la paz en un entorno respetado y evitar escaladas de violencia.
Esta narración pública de los hechos busca no solo exponer la falta de profesionalismo y respeto por parte del Restaurante JR sino también exigir justicia y reparación. La difusión de este incidente tiene como objetivo último que se tomen medidas efectivas para investigar y rectificar estos comportamientos inadmisibles, garantizando que ningún otro cliente deba enfrentarse a una situación similar.
Solicito una disculpa formal y medidas correctivas específicas por parte del restaurante. La seguridad y el bienestar de los clientes deberían ser siempre la prioridad principal para el Restaurante JR, y espero que este incidente sirva como un llamado de atención para mejorar significativamente en...
Read moreFuimos a comer, pedimos cachopo, y llegó el cachopo crudo por dentro no... Vivo, y tostadisimo por fuera, le decimos el problema al camarero y en cocina lo vuelven a exar a la freidora con lo cual imagina como estaba el cachopo, más tieso k la mojamaaaa, pero nos lo volvieron a poner, también pusieron pan duro y una tapa de cordero del día anterior xlo menos, Lo demás ni bien ni mal poca atención de casi todos los camareros, para que atendieran había que pararlos prácticamente a excepción de una chica rubia bajita muy maja y atenta.
Cuando fui a pagar ni un perdone ni un gracias ni una leve disculpa, sintiéndolo mucho y después de mucho tiempo viniendo iré al que hay más abajo, la báscula,que está bastante bien. Un saludo EN RESPUESTA A SU RESPUESTA El cachopo cuando lo pusiste la primera vez ya estaba chamuscado por fuera y crudo por dentro si lo vuelves a meter a la freidora eso no se lo come ni un perro. al yo pedir el segundo cachopo me equivoqué porque realmente me habían pedido que anulara ese pedido y les dije amablemente y en menos de medio minuto que por favor que en vez de un cachopo nuevo pusieran dos churrascos. Hay que contarlo todo por supuesto que sí... El pan estaba más duro qué es una piedra y cuando lo pedimos nos pusisteis el bueno y si usted no lo quiere admitir pues no lo admitan me da igual solo quiero que quede constancia de todo como usted bien dice. y encima después nos quisisteis cobrar dos cubalibres que no nos habíamos tomado jajaja el colmo de los colmos. Lo de la educación y la disculpa veo que ya viene de serie por la forma que usted tiene de expresarse con un cliente así que que le vaya bonito y adiós. No sé lo que ha pasado en ese restaurante pero antes se estaba de lujo.
Madre mía he vuelto a ir hoy después de tres años, debido a un evento que he tenido, y siguen igual o peor de verdad qué pena... La calidad es malísima nos han puesto en churrasco que estaba seco con un un puñadito de patatas... Eso de plato principal. Las raciones que hemos pedido eran super escasas y el rebozado del pescado se te repite dos días. La relación calidad-precio es muy mala no lo...
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