Slow Food — Restaurant in Venta del Moro

Fuimos ahí porque vimos buenas opiniones, pero la verdad es que nos se correspondieron para nada con lo que encontramos. Local muy ruidoso: mala acústica si está lleno. Servicio, en efecto, slow. La persona que nos atendió con muy malos modos y con el pelo largo suelto por la cara. No disponían de ninguna de nuestras tres primeras opciones de entrante (parrillada de verduras, queso brie frito y berenjena rebozada con miel) de la carta (que no es carta sino un enlace a su web en un QR). Al final nos conformamos con una ensalada de queso de cabra (40 minutos de espera para emplatar media bolsa de brotes gourmet de Mercadona, medio tomate a dados y una loncha de queso de cabra). Llevaba frutos secos y no estaba especificado en la carta, a pesar de tener apartado de alérgenos, así que la tuvimos que devolver por ser alérgicos. Nos la volvieron a servir preparada con evidente contrariedad: muchísima sal, casi nada de aceite, mala cara... El embutido y carne a la parrilla correctos. Los postres, normalillos, de bar de comidas con flor de spray de nata. Nada de disculpas ni atención por los inconvenientes. No volveremos. No...

Estuvimos alojados en el camping Slow Life e hicimos dos cenas (una de tapas y otra de menú barbacoa) y una comida de carta.

Contras: El nombre del lugar no es figurado, son lentos a más no poder. La barbacoa salió tarde y fría. Nos intentaron engañar con el menú barbacoa (18€) para colarnos el menú caro (23€) diciéndonos, que sólo incluía embutido, cuando ya habíamos hablado por teléfono con el camping que había chuleta y panceta. La camarera nos sirvió el café en la mesa de mala gana dejándolo caer bruscamente y derramando parte del café.

Pros: La cerveza (Alhambra) está a buen precio. Las tapas estaban bastante buenas (bravas, ajoarriero, rabo, croquetas, patatas revolconas...). La barbacoa buena, sin más (salió fría). El pan no lo cobran...

5 estrellas porque no se pueden poner más. Fuimos un grupo de seis personas y llegamos bastante tarde, a pesar de ello el trato fue de 10, tanto las camareras como el cocinero fueron amables y nos trataron muy bien.

Empezamos con unas croquetas caseras muy ricas, pulpo a la brasa muy muy recomendable, ajoarriero, huevos rotos con jamón, chipirones a la plancha y berenjena con miel.

De principales pedimos pluma ibérica y parrillada de verduras, todo súper rico. Acabamos con un surtido de postres caseros.

Todo eso más una botella de vino blanco, agua, cervezas y cafés salimos a menos de 20€ por cabeza.

Si estáis por la zona súper recomendable, no hay nada que no nos gustase. Excelente...