Esta valoración va dirigida exclusivamente por el señor con camisa azul que dice ser el propietario del restaurante pero en realidad su labor es la de cobrar lo que los clientes consumen y, como intentó en nuestro caso, lo que no también.
La experiencia en el restaurante en cuestión empezó tomando algo a la hora del vermut y, como se había hecho la hora de comer, decidimos hacer el menú allí mismo. Hasta antes de los postres, todo fue correcto (tanto el servicio como la comida). El “problema” llegó cuando pedimos los cafés ya que uno de ellos no estaba como se había pedido y, de forma educada, le pedimos a la camarera si podía cambiarlo. En vez de cambiarlo y servirlo como se había pedido al inicio, el señor mencionado con anterioridad decidió interrumpir en nuestra mesa para cuestionarnos por qué habíamos devuelto el café y que era imposible hacer un café como habíamos pedido (el “café” en cuestión: un cortado con leche de avena natural). Asombradas ante esa situación, decidimos pedirle un café solo y ya está.
Lo surrealista llegó a la hora de pagar, cuando en la cuenta incluyó el primer café que sirvieron mal y que, por supuesto, no consumimos. De forma soberbia, insistió en que ese café se iba a pagar e incluso amenazó con llamar a la policía. A su vez, intentaba buscar culpables entre sus camareros para saber quién había preparado el café e insistir en que el error no era suyo (un gesto horrible e humillante hacia sus trabajadores). Todo un espectáculo para la cola de clientes que esperaban para pagar su cuenta. He trabajado en la hostelería y se me caería la cara de verguenza de actuar así frente a esta situación. Si no se sirve lo que el cliente ha pedido, se cambia y punto.
Finalmente y tras una larga discusión, no pagamos el café que no consumimos y pusimos una hoja de reclamación. Evidentemente no volveremos a ir dado a la experiencia que tuvimos, así que no recomiendo en absoluto este restaurante mientras siga trabajando ese señor.
Me gustaría destacar el trato de Pablo, el jefe de sala, que posterior a todo este suceso nos acompañó y atendió de forma...
Read moreA 10/05/2025 ha canviat molt, i per mal. Aquest lloc era un dels millors pel que fa a relació qualitat-preu, però ara és un desastre a tots els nivells:
Hi ha pocs cambrers i no donen l'abast. Cal reconèixer que ells són l’únic que manté una mica de dignitat al servei. El responsable de sala o amo (el que porta tatuatges) és realment desagradable. El menjar és de qualitat molt baixa i el preu, totalment desorbitat: 25 € el menú de cap de setmana i amb un munt de suplements. Una cosa molt greu: abans destacaven per ser dels primers que van tenir la llista d’al·lergògens a la carta/menú i ara ja no la tenen. Els cambrers fan el que poden per informar-te, però no tenen tota la informació, i si demanes canvis per precaució (una al·lèrgia o una intolerància no són cap broma), et diuen que no poden fer cap modificació. Això hauria de ser motiu d’inspecció, ja que és obligatori tenir aquesta informació disponible i no sembla que compleixin amb la normativa. A més, he vist altres comentaris criticant aquest mateix tema. Si sou vegetarians —i encara menys si sou vegans—, oblideu-vos de que us adaptin res. Ja no tenen opció de carta, només menú o mig menú tot i que el full que et porten diu que sí que en tenen.
Gairebé no vaig poder menjar res. Per sort, una cambrera va veure que passava gana i em va portar una mica més de pa sense cobrar-me’l. Però ni inclouen cafè, ni segons quines begudes, ni certs plats... tot plegat, un despropòsit.
I per acabar-ho d’adobar: les famoses patates braves que abans servien mentre esperaves, han desaparegut. Ni rastre, et posen 4 olives com a tot arreu, almenys el cap de setmana amb el menú de 25 € / Mig menú 18,50 €.
No hi tornarem,...
Read moreMe tomo la molestia de escribir esta reseña porque tuvimos una muy mala experiencia en la Temporada de Vilablareix. Cabe mencionar que vamos a la temporada del Espai por lo menos una vez al mes y el trato ahí es excepcional. Sin embargo, no fué el mismo caso en la ubicación de Vilablareix. Uno de los camareros nos trató mal desde el momento que le asignaron nuestra mesa; nos dió una información errónea desde el principio y el trato fué empeorando a medida que le pedíamos que nos aclarase como funcionaban los menus, ya que su explicación no quedaba clara y al final simplemente se dedicó a decir vale y darnos la razón sin explicar nada. A tal grado llegó su falta de respeto que fuimos a hablar con el encargado esperando algo de claridad o por lo menos algo de empatía, y no solo no supo explicarlo sino que también nos acusó de que queríamos comer gratis a pesar de que eramos 3 adultos y 2 infantes de menos de 4 años y de que habiamos pedido 4 menus. El encargado nos dijo que el camarero era un profesional y que seguramente nosotros le habíamos ofendido a él, demostrando cero empatía por el cliente y sin ofrecer tampoco ningún tipo de disculpa, sólo acusaciones. Finalmente, tuvimos la suerte de que el servicio lo terminó de hacer otro camarero que ya nos ha atendido en El Espai muchas veces y que siempre nos ha tratado con educación y simpatía (el camarero de perilla canosa). Nosotros fuimos como familia a comer aquí con los niños ya que siempre hemos tenido buenas experiencias en el Espai pero verdaderamente la calidad del servicio no se puede comparar. Al final pésima atención no fué solo por parte del camarero sino también por parte...
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