Asador Restaurante Chumi — Restaurant in Vilches

Fuimos en familia y bueno...bastante desastre... Nos tomaron la comanda a los 35 minutos de sentarnos y por insistencia. Pedimos ensalada de pollo, anchoas del Cantábrico, chorizo de las infantas y paté de perdiz, exquisito todo. Llegamos a los segundos y aquí viene el lío. No había cochinillo suficiente (algo lógico porque no lo encargamos). Tampoco paletilla lechal...pedimos lechazo asado y después de 30 minutos nos dice que se les ha quemado y no queda más, después de haber tenido que reelegir los segundos... Finalmente no nos queda otra que elegir las chuletillas, muy ricas cierto es. El chuletón y el solomillo muy buenos. Para compensar sus errores y la tardanza, nos invitaron a más chorizo (que no lo pedimos) y unos postres en cucharilla, estilo mousse de frutos rojos y limón, muy ricos también. Conclusión: un lugar como éste en un día como el 6 de diciembre no se puede permitir esa falta de previsión, teniendo en cuenta que fuimos con reserva, no de improviso. Pasó en más mesas. Tampoco tener sólo una persona cogiendo comandas...muy desastre en ese sentido. La comida de calidad, todo sea dicho. Calor excesivo en terraza, parecía una sauna. Volveremos a darle una nueva oportunidad para ver si mejora...

Comí hace unos meses en este restaurante y el resumen, en mi opinión, es "de menos a más".

Los entrantes nos dejaron un poco fríos. Las anchoas de Santoña servidas con muchísimo pan, demasiado y un tomate rallado al que le hubiese ido genial un poco de aceite de oliva. El pulpo demasiado salado y con un precio excesivo: en torno a 24€.

Llegaron entonces los asados (probamos la paletilla de cordero y el cochinillo) y ¿qué decir?: espectaculares. Propios de un buen asador de Castilla y León y con un sabor espectacular. Además, el precio es bastante comedido. Las patatas que los acompañaban, asadas y con un toque de limón, eran el complemento perfecto.

Y finalizamos con los postres, en los que se notaba que un muy buen trabajo y variedad. Nos comentaron que el hijo del dueño había estudiado hostelería con especialidad en repostería y, efectivamente, se notaba.

A título personal, si se ponen las pilas con los entrantes la experiencia es simplemente espectacular. De momento se queda en "muy buena"....

La comida no ha estado mal del todo pero han tardado muchísimo tanto en tomar nota como en sacar el primer entrante. Lo único a destacar los postres, estaban elaborados aunque pedimos tres diferentes y los tres sabían a lo mismo. Hemos preguntado en repetidas ocasiones si los platos que sacaban llevaban gluten, nos decían que preguntaban en cocina y nos decían, seguimos esperando saber si llevan gluten. Nos han puesto en la terraza con el aire a 16 grados dándonos en el cogote y molestaba. Además uno de los congeladores se ha puesto a gotear y nos hemos ensuciado la ropa porque se ha encharcado toda la mesa por debajo, la solución ha sido decirnos que el agua estaba limpia 🤷🏽‍♀️. Por si faltaba algo la gente fumando justo al lado y llenándonos de humo era bastante desagradable. Mejor no entrar en los baños, sucios y medio decadentes. Había escuchado que era buen sitio pero ha dejado muchísimo que desear. Precio:...