La Inesperada — Restaurant in Villacarriedo

Un año después...volvemos a La Inesperada. No una...sino dos veces. Y volvemos a disfrutar mucho. Y volvemos a comprarles un número de lotería, a ver si esta vez sí toca. La atención (tanto en la barra como en sala) sobresaliente. Se acordaban de nuestra visita del año pasado (con la gente que tienen...tiene mérito) y además te hacen sentir como en tu casa. Sobresaliente. Primera comida, de carta: compartimos (para dos) unos pimientos con anchoas (tiernísimos, sabrosos y bien aliñados. Las anchoas muy bien también). Segundos: lechazo con una carne tiernísima y en su punto y buena salsa. Tal y como descubrimos el año pasado...hay muy buena mano en cocina. Las patatas sobresalientes.Y una merluza rellena: tierna, muy bien hecha, muy gustosa. Vino: un correcto El Coto que tienen a un precio muy ajustado. Y el pan...mejor que el año pasado. Buen pan. Un solo postre: tarta de queso: de primera, sabrosísima. Todo por 55 euros (sin incluir el décimo de lotería, claro, pero incluyendo...dos chupitos y tres cervezas previas). Segunda comida: inevitablemente de menú (no tenían nada fuera de menú ese día, una lástima para los que venimos muy ocasionalmente). Pero todo otra vez muy bueno: entremeses (con croquetas y ensaladilla y algo de embutido) y potaje de garbanzos (bueno y su berza...espectacular). Y segundos: merluza (correcta pero gran salsa) y una ternera guisada sobresaliente. El vino de la casa discreto (afrutado pero algo corto). Postres: mousse de limón y queso con membrillo. Correctos. En resumen: un sitio (aún) tranquilo, con un comedor muy agradable y terraza amplia fuera. Y donde se come de primera (y...donde te atienden como si fueses todos los días). Recomendable. (comentario de 2018): Haciendo una preciosa excursión al pico Giniro, pasamos por Abionzo y comimos en La Inesperada. Gran comida. No podemos decir que no nos lo esperásemos, dadas las críticas leídas en Google. Pero es que además son amabilísimos: empezando por el chico de la barra y acabando por la camarera que nos servirá la comida. Nos invitan (en el bar) a unas patatas con salsa y sólo probando esto (buenísima patata, bien frita, salsa inmejorable) ya sabemos que no nos hemos equivocado. Además nos dejan pasar a comer algo antes de lo previsto (otro detallazo). Sala muy bonita y comeremos tranquilos al menos la media hora en que estemos solos. Para picar una rodaja de tomate cortado sobre pan. Curioso. Y muy bueno.Tomate de verdad. Bien aconsejados por la chica, pedimos una ensalada de ventresca a compartir: grande, muy bien aliñada con crema de vinagre de módena (o similar), y lleva cebolla confitada, lechuga fresca, anchoas, pimiento rojo y tomates tipo “cherry”. Muy bien presentada y buenísima. Mucha gente hace ensaladas, pero aquí no se conforman con eso...y le dan un toque dulce especial, diferente. El pan...muy normal (algo a mejorar) pero la cantidad que ponen tampoco es habitual (muchísimo). Mención especial también para los vinos: ajustan muchísimo la calidad/precio (cosa que no ocurre en casi ningún restaurante) y puedes permitirte buenos vinos a un precio razonable. Nosotros pedimos uno normal, Alcorta crianza, que resultó equilibrado, con cuerpo, bueno. Los segundos, algo parecidos: lechal y cabrito. Y parecidamente buenos. Con patatas. En ambos casos la carne tiernísima, sabrosa, en su punto, nada seca, con la salsa en cantidad correcta. Se nota muy buena mano en cocina. Muy buenas las patatas también. Postre: flan de queso al horno: sorprende por el sabor tan concentrado de queso. Con aspecto de pudin y acompañado de nata. Exquisito. Los cafés los tomamos en la terraza tranquilamente (cafés correctos, con exceso de tueste pero con aroma). Y así mientras tanto…nos van cocinando comida para llevar: unas rabas y unas croquetas que resultarán también de primera. Especialmente las croquetas. En resumen: La Inesperada es uno de esos pocos sitios donde todo parece funcionar sin fallos: camareros amables y eficientes, local agradable y cocina de toda la vida pero…de nivel, con sabores...

Hace unos días estuvimos comiendo en este restaurante debido a la cercanía a la que nos encontrábamos de Abionzo, y debido a la buenas reseñas que encontramos en esta plataforma. En un primer momento dudamos de si pedir menú del día (tuvimos que preguntar si había, porque en un primer no nos lo ofrecieron) o carta. Debido a que las opciones del segundo plato del menú eran todos guisos preferimos optar por carta. De esta escogimos una ensalada mixta para compartir como primer plato, y de plato fuerte o segundo plato, mi pareja escogió cocido montañés, y yo lubina a la plancha.

Destacar que como entrante nos pusieron un pastel de atún con mayonesa que estaba muy bueno. Cuando llegó la ensalada alucinamos de lo grande que era, y nada de lechuga de bolsa, sino una lechuga muy tierna acompañada de atún, tomate, aceitunas y espárragos.

Al llegar los otros platos, el cocido cumplía con lo solicitado, pero la lubina estaba frita, o al menos hecha con una cantidad de aceite mayor que cuando se hace a la plancha. Cuando se lo indicamos a la camarera esta me ofreció el cambiarla por otra que si fuese a la plancha, pero luego me dijo que no tenía. Así que la alternativa fueron unos bistec a la plancha, que no entrecot ya que no soy una buena comedora de carnes, por lo tanto me gusta bien hecha la carne. Y así fueron, dos filetes de carne ya que no eran muy grandes, sin ningún tipo de acompañamiento. Esta vez si eran a la plancha. De postre pedimos tarta de queso para compartir, la cual estaba muy buena

La sorpresa fue cuando al pagar la cuenta y traer el ticket, la alternativa resultó ser el plato más caro de la cuenta. 16€ por dos filetes de ternera de tamaño medio sin acompañamiento ni nada.

Entiendo que devolver un plato supone un gasto para el restaurante que nadie afronta, y es algo que no resulte agradable. Tampoco fue para mí ver que la lubina no estuviera cocinada como ponía en carta, y tener que decirlo a la camarera. Pero pese a su buena voluntad de ofrecerme una alternativa, creo que la gestión de esta no fue la adecuada. Ninguna de sus carnes o pescados se sirven sin ningún acompañamiento, no entiendo porque mis filetes si, cuando a la hora de cobrarlos se cobraron como cualquier plato de la carta. Bajo mi punto de vista, su buen quehacer quedo un poco manchado con su...

Teníamos mesa a la 13:30 nos sentaron a las 14:00 el primer plato de comida nos lo sirvieron a las 14:30 teníamos pedido 2 platos para picar y después un primer plato, un segundo, postre y café, después de haber pedido mesa con 29 días de antelación nos sientan en la terraza en una mesa de merendero (6 personas) en vez de sillas, banco sin posibilidad de apoyar la espalda, sin cojines en los asientos enfrente de la ventana de la cocina donde continuamente salía el olor a comida, nos quejamos el camarero nos ofreció cambio de mesa sin mucho interés, por no molestar pedimos un silla para nuestra madre y nos quedamos en la mesa, perros dentro del comedor constantemente ladrando que fue bastante desagradable ya que eran perros muy grandes con el ladrido muy fuerte( yo tengo perros y entiendo que hay ciertos sitios donde es desagradable que perros ladren mientras otros comen y quieren su momento de relax) el servicio estaban a tope, dentro de el volumen de trabajo fue rápido, pero cuál es nuestra sorpresa que a las 16:00 nos sirven el café y el té y nos dice el camarero que tiene gente esperando al minuto de servirlo, indicando que nuestra mesa era de 13:30 a 15:30 cuando el primer plato lo sirvieron a las 14:30, la comida rabas, croquetas, ensalada de tomate con queso, ensalada templada ( un poco grasienta) bacalao con tomate, escalopín, cocido montañés, sopa de pollo ( muy poco sabor) caricos, en general bien, menos la merluza rellena que es la peor que hemos probado. No sirvan el café en mesa sino van a dar tiempo para podérnoslo beber....