Restaurante la Puerta Falsa De Lucman — Restaurant in Villanueva de Córdoba

Teníamos reserva para 11 personas, a las 14:20 horas. Llegamos y nos encontramos con un local agradable y bien montado. De comida pedimos dos ensaladas y patés para compartir, y de segundo cada uno un plato. Ya para unas ensaladas tardan bastante, y empieza a tener mala pinta el asunto. A las cuatro todavía no habíamos comido, y no éramos los únicos. Habían varias mesas que la comida llegaba a cuenta gotas, o directamente ni llegaba. Les preguntamos a las camareras cuánto más habría que esperar, y nos piden disculpas porque están desbordados ya que en Pozoblanco habían comuniones y el dueño se había llevado allí el personal. Más tarde, nos dicen que la comisa ya saldría, aunque estuvimos esperando más de 15 minutos tras eso, y tuvimos que volver a preguntar, y pedir que la comida llegase de golpe, porque si llegaba con 20 minutos entre plato y plato, mejor que no llegase. Al final llegaron igualmente separados, y para colmo, nos avisan tras toda la espera que no quedaba rabo de toro. En resumen, llegaron 9 de los 11 segundos, con dos de ellos cambiados por otros por líos con las comandas o porque no había directamente. Cabe destacar que las camareras fueron excelentes y que el problema cae sobre el dueño, que sin medios para ello decidió aceptar reservas de mesas grandes sin capacidad de respuesta hacia ello. Al final terminamos de comer a las cinco de la tarde, y la comida estaba buena, aunque con dos horas y media de espera, lo mejor que tomamos fue el aceite que probamos con el pan al principio, una pena por un pésimo servicio por una...

No repetiremos. A parte de que nos pegamos el viaje para venir a comer, servicio nefasto y una falta de comunicación enorme entre todo el personal del restaurante. Desde luego así no se puede sacar un negocio de este tipo adelante.

Llegamos a las 14.30 con reserva previa hecha, sacan los entrantes con bastante retraso y casi dos horas después seguían sin sacar los platos principales. Mientras tanto, nos es imposible pedir más pan (porque si no hay forma de que traigan la comida, habrá que usar el aceite y comer aunque sea pan) ni bebida (porque después de tantísimo tiempo, no teníamos más para beber) porque o sólo había una camarera en sala sin dar a basto o directamente no había nadie a quien poder pedir.

Preguntamos por los platos principales de cada uno varias veces y cada vez nos ponen una excusa distinta: que falta poco, que están hasta arriba y no dan a basto, que tenían que servir a una comunión e incluso no se aclaran con las comandas.

No sabemos nada de la comida hasta casi las cinco de la tarde, cuando sacan los platos uno a uno (pedimos que sacasen lo que tuviesen y lo que no no lo hicieran) con unos 15 minutos entre cada plato de cada persona. En ese momento, es cuando nos enteramos porque preguntamos de que no quedaba rabo de toro cuando habíamos pedido dos.

Al final no terminamos comiendo todos, nos quedamos sin postres, y nos fuimos con un mal sabor de boca.

Si no puedes hacerte cargo de tantos clientes, no aceptes tantas reservas, o contrata más personal, que al final...

Teníamos una reserva para 11 personas a las 14:30, por lo que entendemos que tenían espacio y capacidad para servirnos. Una vez allí nos sirven los entrantes y dos horas después aún no habían sacado ningún plato principal. Tras quejarnos y decirles que no queríamos que nos fuesen sacando los platos uno a uno nos dicen que ya están a punto de salir, por lo decidimos esperar. Sin embargo, aún tardaron unos 15 minutos más en sacar el primer plato. Entre plato y plato tardaron tiempo, y tras toda la espera nos dicen que no tenían el rabo de toro que habíamos pedido. La comida no estaba mala, pero el desorden en la cocina deja mucho que desear. Ahora a las 17:30 casi acabamos de salir (tras pagar la cuenta en su totalidad) y aún así algunos de nosotros nos hemos ido sin comer.

P.D: el secreto de mis primas ha sido tan secreto que al final...