Nino Restaurante — Restaurant in Villaverde del Río

La verdad que el restaurante está muy bien. Tiene parking gratuito, un salón y un gran patio. El servicio es bueno y rápido y además te aconsejan si te excedes pidiendo. La comida estaba muy buena. Me llamó la atención que todos estuvieran conectados con un pinganillo y resolvían dudas con los clientes al momento. El precio es muy razonable para la calidad, elaboración y servicio.

Por poner algo a mejorar fue que le echaron mucha sal al chuletón vasco después de cortarlo, pero la retiramos con facilidad, también eché de menos un buen cuchillo afilado. Y un plan Renove a las sombrillas que estaban muy estropeadas.

2 AÑOS DESPUÉS HE VUELTO A IR PORQUE TENÍA GANAS DE QUE MIS AMIGOS LO PROBARAN Y ALGO HA TENIDO QUE PASAR PORQUE LA EXPERIENCIA NO HA SIDO BUENA.

Me he encontrado un local un poco dejado, con paredes a las que le hacen falta una mano de pintura. La mesa del salón pequeño estaban a diferentes alturas. Y con la comida nos ha pasado igual. Les faltaban varios platos de su pequeña carta. Esa ensaladilla sin sentido alguno, las croquetas calidad-precio se salvan sin encontrarte un sabor predominante. El arroz de carrillera nos pareció un arroz hervido y luego mezclado con la salsa de la carrillera. Pedimos el lomo bajo y ni preguntaron el punto de la carne (de nuevo siguen fallando con los cuchillos para la carne con los que casi es imposible cortarla). El lomo de bacalao con pisto también se salva. Los 3 camareros que nos atendieron se les nota muchísimo la falta de experiencia aunque son personas agradables. Los precios son los que hay más o menos en la provincia pero claro hay mucho que mejorar en calidad, servicio e instalaciones. Yo creo que dándole una vuelta consiguen llegar al nivel de mi primera vez allí. Les bajo la nota general a 2 estrellas. Intentaré repetir en unos años para quitarme el mal...

Un lugar con mucho encanto pese a estar en este pequeño pueblo de Sevilla. Realizamos una reserva y nos dieron una mesa íntima en una de las estacias pensadas para comer. El lugar es una casa remodelada en restaurante. El ambiente es tranquilo, con luz tenue, dentro de una decoración que simula una elegante típica casa rural, con abanicos colgados de todas partes. En cuanto a la carta, bastante variada, apta para bolsillos más o menos abultados (si vas de "tapas" es un lugar de precio medio). Los rollitos de bacon y los de langostinos están muy bueno y te trae 3 por tapa (pienso que podrían haber puesto 4 teniendo en cuenta que éramos una pareja pero bueno.. supongo que son tres y punto). La presa muy rica, al punto y servida junto a puré de patata. El postre, personalmente me decepcionó un poco. Pedimos tarta de galleta y chocolate, no siendo nada del otro mundo. En general, es un sitio bonito y original donde cenar en buena compañía, pero con precios por persona moderados (mínimo 10€). El trato por parte del personal muy amable, cercano. Los servicios limpios. Una buena...

Lo primero de todo, nos sentaron en un salón muy pequeño para tantas mesas con poca separación una con otra, poca intimidad e incómodo en general. De la comida se salvan 2 platos de 6 que hemos pedido. Las croquetas, como veis en la imagen, muy harinosas, platos que llegaban a la mesa sin cumplir con la descripción en la carta como la ensaladilla de remolacha y el bollito de costilla confitada. Lo único que se salva es el flamenquín que estaba muy bueno y los fideos tostados con alioli y langostinos. Esto es lo que pedimos para dos personas y nos quedamos con algo de hambre. Sinceramente, no se puede juzgar a un restaurante por 6 platos pero también hay que decir que no se puede pagar con tarjeta y hay que hacer un bizum en su lugar, lo que nos pareció muy raro para ser un RESTAURANTE. El precio en general es barato pero la calidad deja mucho que desear, no sé...