Me alojé con mi pareja en el Hotel Rural El Torneiro. El hotel es precioso, las vistas a la montaña son espectaculares. Las habitaciones son muy bonitas y muy bien equipadas. En este sentido le doy un 10. Pero hasta ahí. Aquí comienza todo lo malo. Según la dueña era muy fácil llegar. De primeras, aunque el pueblo sea enano no creo que les costaría mucho señalizar las calles. A lo mejor nos costó más llegar porque estabamos muy cansados habiendo llegado a Villayón a las 06:00 de la mañana. La dueña es una borde que no se la podía aguantar. Parecía que todo lo que te daba se lo tenías que agradecer, habiendo pagado por el servicio y alojamiento. El hijo de la dueña estaba sentado durante todo el día en el ordenador y le saludabas y ni un "hola". Que mala educación!! El día que fuimos a la Playa de las Catedrales habíamos decidido cenar en el restaurante del hotel. La llamamos a las 21:00 (estaríamos en Villayón a las 22:00, un sábado) y la comentamos a la dueña que vamos a cenar. El primer comentario es rechistar y el segundo que "nos hará algo, pero verá el qué". Yo no voy a un restaurante a comer y pagar por lo que decida ella a ponerme. Si es un restaurante, yo decido que pedir aunque sean tres platos. Ni siquiera preguntó si somos intolerantes a algo. Vamos, me pone algo que no pueda comer y la denuncio. Y nos dice eso, y cuelga. La volví a llamar diciéndola que no hacía falta que nos preparara nada, que ya nos buscaríamos la vida. Fuimos a Navia y cenamos increíble en una Sidrería "San Antolín". No es muy barata pero estuvo muy bien, aunque al día siguientr fuimos a Luarca y encontramos sitios mucho más baratos de la misma calidad o incluso mejor. El hotel como tal lo recomiendo aunque aviso que la carretera AS-25 se hace muy pesada para conducir tanto de día como de noche, tiene muchas curvas y es un puerto porque te lleva a pueblos de montaña. No lo recomiendo porque la dueña es muy borde lo cual me quitó hasta las ganas de hablar con ella. Parecía que todo la costaba, qur no tenía ganas de hacer nada. Sabes llevar el hotel y el restaurante, pero deja que desear MUCHO rn el trato con el cliente. De 5 máximo le doy 1, porqué lo único bueno ha sido la habitación y el desayuno era el mismo todos los días. No se podía elegir nada. Podría mejorar en...
Read more… enfilando desde Navia, y tirando pa’rriba con calma por una preciosa carretera de montaña, llegas al pueblo de Villayón (269 habitantes en esta parroquia). Y ahí este restaurante, que también cuenta con hotel, de los que preservan la tradición en su cocina. Forma parte del asturiano “Club de Guisanderas”, si no lo conocéis id brujuleando por internezzzzz 😉 En este caso la guisandera, Mirta Rodríguez, subcampeona algunos años en fabada y pote, y campeona en otros.
Asunto tradicional, decía, es lo que me trajo aquí. En la entrada la barra del bar con algunas mesas altas y locales en lo suyo, y tras un arco entras en la sala. Varias mesas, bien vestidas, vistas a la montaña; calma.
Vamos pues al lío. Pote asturiano, que aquí hacen con nabiza y no con berza, como parece ser más habitual. Extraordinario. Todo lo que os diga es poco. Pleno de sabor, si bien fino y suave. Ración tradicional también. Esto es, te traen la cacerola para varios vuelcos muy generosos a tu criterio. En plato aparte el compango, que aquí consta de chorizo, morcilla, oreja y costilla (de las güenas, en las que el palo sólo sostiene una cantidad de carne muy significativa) y el sorprendente concurso del chosco de Tineo 😍 Lo dicho: Extraordinario pote asturiano. Sigo con más tradición: Rollo de bonito. Generoso plato, de nuevo, de este riquísimo plato tradicional asturiano significado por el producto de temporada. ¡ La rebelión de la cocina frente a lo crudo ! ❤️ Acompañado, claro, con patatinas fritas. Para acabar dudaba entre un par de postres, y me ayudó el joven camarero, Santiago. Que es más majo que las pesetas y a todo quisque bien recomendaba y encaminaba. Opté, tras su consejo, por el riquísimo flan de castañas.
Pues toda esta suprema felicidad tradicional, con el muy buen pan de la panadería local, una cerve-sin que bebí en la barra al entrar (porque para variar llegaba acalorao), agüita fresquita y una infusión por 47,5 EUR. Otro lugar al que… ¡¡ quiero volver ya !!
Nota: Tienen ganadería propia de preciosos bueyes casines. De ellos provienen los chuletones, así como los chorizos y cecina, que no probé, pero vi pasar y tenían un aspecto que te...
Read moreLovely little hotel in the quiet village of Villayon, travelled up through the mist, but found the hotel easily. Hosts very welcoming and room very pleasant and quiet, king size bed and pretty out look over garden. Hosts had very little English and we had very little Spanish, but managed very well with google translate. Had meals at the hotel both evenings, very delicious Asturian food and friendly banter with locals in the bar after watching Spanish football championship. lovely area for walking and investigating off the...
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