Restlounge La Puerta Azul — Restaurant in Vinaròs

AGRADABLE Hace poco visité este restaurante y mi experiencia fue bastante agradable. La comida, en su mayoría, fue rica. Los chopitos tienen copos de alioli y estaban realmente ricos, un verdadero acierto. Sin embargo, los mejillones para nuestro gusto no han sido memorables. El arroz valenciano a la leña estaba bien, aunque no es el típico de Valencia en cuanto a los ingredientes que lleva. En nuestra próxima visita, planeamos probar los arroces de marisco, que parecen ser una opción prometedora a pesar de no prepararse a la leña.

El ambiente del restaurante es muy agradable y perfecto para una comida relajada. Sin embargo, si decides comer en la terraza descubierta durante el día, es importante tener en cuenta que hace bastante calor a pesar de las sombrillas.

La atención del personal fue muy buena. Las camareras fueron amables y atentas en todo momento, lo que hizo nuestra experiencia más agradable.

En cuanto a los precios, son similares a otros restaurantes de la zona, lo que significa que son algo elevados, pero esto es de esperar en un sitio de vacaciones. Considerando la calidad de la comida y el servicio, se podría decir que están justificados, aunque podrían parecer un poco altos para algunos. Además, la carta está publicada, lo que facilita saber de antemano qué ofrecen. Si te decides a pedir arroz, tienes que decirlo en la reserva, así que tenlo en cuenta si tienes intención de ir a comer aquí.

El restaurante cuenta con un pequeño parking gratuito, lo cual es una gran ventaja. Si no encuentras sitio en el parking, hay suficiente espacio para aparcar a unos 100 metros, lo cual es bastante conveniente.

En resumen, es un buen lugar para disfrutar de una comida con buen ambiente y...

Buenas paellas, pongo dos estrellas porque fui a las 14:58 y me dijeron que arroz si no era por encargo NO y no de muy buenas maneras, pero bueno a comer otra cosa. Luego me di cuenta que en toda la terraza con 11 mesas ocupadas (las conte mientras espera que me atendieran) nadie tenía paella y solo salió una para llevar en hora y media, a menos que dentro todos estuviesen comiendo no entiendo porque no me pudieron servir a esa hora si siempre lo han hecho y sin reserva. Luego mi sorpresa es que la ración de chipirones era la mitad (tamaño ración) que en marzo, el veranito...lastima que soy vecino e iba todo el año y noto la gran diferencia. Para finalizar la camarera me echa una bronca literalmente porque no la llamamos para pedir el postre cuando llevábamos media hora de reloj esperando que nos tomaran nota, el cliente tiene que estar pendiente de la camarera o la camarera del cliente? Cancele los postres y me fui ya que la camarera me hizo sentir en todo momento que la estábamos molestando, paella no que estamos saturados, postres “por los pelos llegamos” cuando es cortar y servir...en fin, entiendo que trabajar de cara al público no es para todos y que un mal día lo puede tener cualquiera pero dudo que vuelva. Reiterar que los arroces cuando nos los sirvieron están muy buenos y también agradecer al señor que está en la barra ya que se interesó en todo momento por saber si me había pasado algo o si no estaba a gusto. Los comentarios son con ánimo constructivo y recordar que los que mantienen un negocio de estas características son los residentes de todo el año y no los turistas que quizás vuelvan o...

Reservar en La Puerta Azul es sencillo a través de su web, y al llegar se nota que la mesa ha sido preparada con cuidado. Un buen inicio que transmite organización y respeto por el cliente.

De entrante, los boquerones fritos resultaron impecables: fritura limpia, crujiente y con un pescado de calidad. Un detalle mejorable es que el pan no esté incluido, algo que todavía se echa de menos en restaurantes de este nivel.

El arroz meloso de bogavante fue el plato estrella. Fondo intenso, bien ligado y con el sabor del bogavante presente en cada cucharada. La proporción de arroz y caldo estaba equilibrada, y aunque obliga a mancharse las manos, forma parte de la experiencia y del disfrute.

En el apartado de vinos, la carta es correcta, aunque la ausencia de un blanco de Rioja se nota. El Rueda elegido acompañó muy bien, fresco y con buena acidez, pero ampliar la selección daría mayor versatilidad al maridaje.

En los postres, el tiramisú casero destacó por su ligereza y buen equilibrio entre cremosidad y dulzor. Una elección sencilla pero bien ejecutada.

Las instalaciones están cuidadas. En nuestro caso, una comida en la terraza durante septiembre: la sombra de los toldos y el ventilador de techo crearon un entorno cómodo, evitando cualquier incomodidad por el calor.

La Puerta Azul demuestra técnica, frescura y cariño por el producto. Es un restaurante fiable, con un nivel alto en cocina y sala, que deja clara su vocación de hacer bien las cosas. Una recomendación segura para quienes buscan buena materia prima y...