Ca Aleix — Restaurant in Xàbia / Jávea

Excellent food, quality and quantity was right on and reasonable priced. Dining late at night sitting out side was a good experience with attentive and helpful staff to over come our poor Spanish (still learning). Meal was starter, main and dessert with plenty of drinks for 3 came to a total of €120.

The whale sculpture can be seen from the road with plenty of parking space in front of the sculpture gardens. Will visit again.

Returned a week later the food and service was as excellent as the first time, this time remembered to take photos of the food. The rustic bread was sort and fresh with olive oil coating on top very nice. Starters very taste full of flavour Steak was excellent good cut of meat and...

Every time we dine here, it's a celebration! The quality is always high, the flavors are refined, and the menu is wonderfully varied. Prices are absolutely reasonable, especially considering the level of what’s served.

The service is fast, warm, professional, and attentive. Even the bread with spreads stands out — so well made, it easily surpasses what you get at other restaurants.

In short: a true gem 🫶🏻 Definitely go, order the delicious pulpo with truffle purée, take the bread, and enjoy the wine selection.

We will be coming back, can’t wait for...

ENTRE ESCULTURAS Y SABORES: UNA JOYA EN JÁVEA

En Camí Cabanes, 205, 03739 Xàbia, Alicante, se encuentra Ca Aleix, un restaurante que no solo alimenta el paladar, sino también la vista y el alma. Rodeado de jardines monumentales y esculturas del artista Toni Marí —incluida una imponente ballena de hierro que se divisa desde la carretera—, comer aquí es como sentarse en medio de una galería de arte viva, pero con el mar y la huerta como protagonistas en la mesa.

La propuesta de Alejandro Crespo combina respeto absoluto al producto de proximidad con un aire renovado en cada plato. La carta cambia según el día, apostando por verduras de temporada y el mejor pescado de lonja, lo que convierte cada visita en un descubrimiento distinto.

Nuestra experiencia arrancó con una pata de pulpo de textura impecable, tierna por dentro y crujiente por fuera, que parecía recién salida del mar. La seguimos con una sorprendente coca de cebolla caramelizada con foie, donde lo dulce y lo untuoso se abrazaban en un bocado que todavía recuerdo. Y como colofón, un arroz del senyoret perfectamente en su punto, sabroso, equilibrado y generoso en ingredientes, que resumía en cada cucharada la esencia de la cocina mediterránea.

El ambiente merece mención aparte: la luz que se filtra entre esculturas, la naturaleza cuidada al detalle y un servicio cercano y atento que multiplica la sensación de estar viviendo algo especial. Ca Aleix no es solo un restaurante, es una experiencia cultural y sensorial que se guarda en la memoria.

Gracias de corazón a todo el equipo por hacernos sentir como en casa en un entorno tan mágico. Estoy seguro de que esta primera vez no será la última: sin duda, repetiremos la...