Lugar donde se puede comer, pero con matices. Casi todo lo ponen en tablas de madera, la legislación sí que lo permite, pero han de estar en debidas condiciones de conservación, y este no es el caso, las tablas que nos han tocado están muy deterioradas, incluso una de ellas filtró jugo a la mesa, por las fisuras, y eso no es sinónimo de higiene. Lo que más destaca, es que las patatas fritas, son las reinas de todo, acompañan a casi todo. Son patatas de calidad y están bien elaboradas. Hemos pedido Bacalao al Alvariño y Merluza salsa verde. No hemos acertado. Bacalao estaba sellado a la plancha, ( se puede apreciar fotografía), luego se incorporó a las patatas y salsa de Alvariño. Salsa es muy rudimentaria, y era la misma que llevaba la Merluza.Bacalao al pasar por el proceso de la plancha, seco y sin sabor. Merluza, igual, 3 rodajas estrechas, ( típico corte de Merluza a la plancha), no fresca, y sin sabor. Salsa verde igual que la salsa del bacalao. Carne, es sabrosa, quizás esto sea lo más destacado. Recomendable, pero pidan en plato, déjense de extravagancias a la hora de presentar las comidas. La oferta de pescado es muy mejorable, postres caseros apenas ofertan.( Respuesta al responsable: Esos pescados que comenta, el día que hemos ido comer no han sido ofertados, hemos tenido que tirar de carta y en ella no hace referencia a nada de lo que manifiesta)