Riccitelli Wines — Attraction in Luján de Cuyo

Absolutely fantastic day at Riccitelli. We landed in Mendoza and headed straight to the vineyard without actually thinking that we should’ve reserved, thankfully the staff were brilliant and got us onto the wine tour and tasting followed by squeezing us onto a table for lunch. Lunch was superb, you can understand why it’s won so many awards. There were only a couple of subtle changes I could think of regarding the food, but overall it was very good. The waiting staff on the other hand were flawless, they kept asking whether we wanted top ups of our wine pairing and even came back to change the fortified wine after the sommelier had tasted it and realised himself that it was only very slightly corked. For those people saying it’s not worth the money I have no idea what you guys expect for £100pp, but we for one thought it was an absolute steal. If you’re staying in Mendoza I would say you HAVE to visit Riccitelli. PS the natural Pet Nat that was the first wine pairing was particularly special and...

Thank you to the whole Riccetelli team for one of the most special and memorable dining experiences of our lifetime! The view, the multi-course lunch, the kindness and generosity and of course the wine was one of the best dining experiences that my husband and I have ever had, anywhere in the world. We came here after just visiting Pujol, a Michelin star restaurant in Mexico City. The price fix meal we had at Riccetelli was better than Pujol, more affordable and less pretentious. Here you can feel the casual ease of an experience that mixes fresh ingredients, gorgeous views of the Andes, with passion and creativity. After visiting many wineries in the Mendoza area, our lunch at Riccetelli will be our most cherished memory. If you only choose one place to have lunch at while in Mendoza area, please choose Riccetelli. You will...

Al llegar el lugar es magnifico y comer con la vista de las montañas es unico. Eramos un grupo de viaje, asi que decidimos ir con la degustacion mas cara, de 7 platos, con el maridaje ya definido por la bodega. La cantidad de vino ofrecido por plato era muy poco, y el mismo era servido minutos antes de traer los platos, con lo cual el probar el vino ya te dejaba sin cantidad suficiente para realizar la experiencia cual habia sido ideada en un principio. Cuando pedimos que nos sirvan una segunda copa, la misma tardaba tanto en llegar que para cuando nos servian (si la servian), ya llegaba el proximo plato. La calidad de los vinos es aceptable, aunque no comprendi cuando nos comentaron que eran no estandarizados. A mi entender, es que cada año los vinos pueden tener un sabor distinto al que solian tener. Eso no es aceptable para un vino cuyo valor es alto, ya que uno quiere tener una idea de que esta bebiendo antes de comprarlo. La calidad de la comida era aceptable, pero inentendible. Contare una anecdota que nos sucedio con uno de los platos. El plato eran fideos con huevo crudo y trufa rayada. Cuando preguntamos sobre la trufa nos dijeron que era trufa argentina. Como no le sentiamos el gusto, preguntamos que tipo de gusto o textura debia añadir la trufa. Nos dijeron que mucho gusto no tenia y que el chef no queria añadirla. Si el chef me sirve algo que no quiere añadir, y me estan agregando una trufa que no posee mucho gusto o no añade al plato, por favor no la pongan. No me quieran vender status por agregar algo que es de valor, porque prefiero agregarle queso a los fideos y que tengan un gusto y textura extra. Y ahora el verdadero punto bajo: la atencion. No puedo concebir el hecho de tener una bodega y dejar a los comensales con la copa vacia durante gran parte de la experiencia. El valor de la experiencia es alto para que esto suceda. Y encima el hecho de mentirnos descaradamente con un "voy a fijarme que quedo abierto". Si no hay nada abierto, vas y abris un vino (stock tenes, sos una bodega). Otras bodegas son mucho mejores por el mismo valor. No...