Casa Escuela Gabriela Mistral — Attraction in Paihuano

Casa escuela de nuestra ilustre Gabriela Mistral ,muestra su historia ,con imágenes de su vida adulta e infancia ,está era su casa luego que su padre, el profesor Juan Godoy las abandona y traslada a Copiapó a la edad de tres años ,ella siempre lo quiso apesar de todo ya que en sus cartas encontró unos hermosos versos lo cual según sus palabras estos despertaron su veta poética , quedando ella su hermana y madre solas ,por una necesidad económica deciden crear esta escuela a modo de ayudar a la comunidad y tener un sustento ,frecuentemente viajaron por las diferentes localidades del valle donde se educo,siendo Montegrande su pueblo amado y lugar donde descansan sus restos junto a su "sobrino-hijo" Yin yin ,Gabriela al no tener recursos económicos para estudiar en el instituto pedagógico de la U de Chile ,dio exámenes libres solo con los conocimientos y experiencia obtenidas durante su vida ,en la escuela Normal n•1 de Stgo obteniendo su título de profesora de Estado, esto no quedó ajeno a sus colegas los que no aceptaban que no fuera del instituto pedagógico,a pesar de todo ella se trasladó a la zona sur ,Traiguén y comenzó a educar por 11 años en diferentes establecimientos ,tal cual lo hizo en Antofagasta y posterior en diferentes ciudades de América y Europa, hasta aquel día que fue encomendada a México por el ministro de educación José Vasconcelos donde en tierra extranjera impulso el sistema educativo que hasta hoy de maneja en México,solo siendo reformado en algunos aspectos en la actualidad ,pero sigue siendo su obra ,en México es idolatrada y amada casi e incluso más que en Chile por su labor y cercanía con el pueblo de México impulsando el desarrollo de bibliotecas y establecimientos, la cercanía del mundo rural y de escasos recursos a la educación ayudando al hermano país a tener una visión de futuro ,Gabriela nunca más retorna a Chile a vivir solo de visita por periodos cortos ,fue premiada con el Nobel de literatura el 10 de diciembre de 1945, siendo la primera mujer en Latinoamérica y la segunda persona en obtener dicho premio en el continente ,en Chile nos "farreamos"a una persona con tal integridad visión educativa ,con rumores acerca de su vida amorosa ,en ves de ver a la inmensa persona que era con un legado de...

Realmente nos falta tanto para darle a la poesía, a la cultura, el sitial que les corresponde. Como cada vez que vengo a este Valle “ceñido de cien montañas o de más”, hoy visité la Casa-Escuela, en Montegrande, donde Gabriela Mistral vivió, estudió y trabajó desde los 3 años hasta su adolescencia. El pueblito es encantador. Bien cuidado, con su pequeña plaza adornada por la estatua de nuestra Nobel. Pero la casa-escuela sigue con su sala principal en un desorden inexplicable, con cuadros de fotos desteñidas, como tirados en las paredes. Los bellos pupitres donde estudiaban esos niños de pies “azulosos de frío” están en un rincón de la misma sala, como si no tuvieran donde estar. Solo dan ganas de llorar. La visita vale la pena y la repito cada vez que vengo, para admirar el cuarto donde dormía la poetisa, junto a su madre y media hermana. La austera belleza de los catres antiguos, el lavatorio, los bordados de las sábanas son en sí una poesía. A la salida pregunté si vendían algunos de sus libros, algún recuerdo con sus poemas, por último una foto de la casa. Pero nada. Nada! Recordé todas las casas-museos que he recorrido en tantas partes del mundo y hasta el más humilde tiene alguna foto a la venta. Algún recuerdo para revivir la visita. Ojalá en algún futuro no tan lejano vuelva a este maravilloso pueblo donde Gabriela está enterrada y a cuyos niños legó todas las ganancias de sus libros y encuentre la sala principal con sus tesoros valorizados y pueda llevarme algún souvenir. No es mucho pedir para la primer mujer iberoamericana que ganó el premio Nobel...

Es una verdadera vergüenza este lugar. Sin duda, los peores 1.000 pesos que he gastado en mi vida, e incluso diría que ni gratis vale la pena entrar. El "recorrido" es básicamente una habitación sin sentido, que no explica absolutamente nada. Han puesto unos pupitres, una pizarra y algunas fotos sacadas de internet, y con eso pretenden rendir homenaje.

Además, hay una habitación en pésimas condiciones que supuestamente era la de ella, pero no hay ninguna indicación clara al respecto, y ni siquiera se puede entrar, solo asomarse desde la puerta. Es indignante que en un lugar donde esta figura tan importante entregó gran parte de su vida no le rindan el homenaje que merece.

Cobran 1.000 pesos por persona y, considerando que reciben más de 100 visitantes diarios, generan un ingreso absurdo para no invertir absolutamente nada en mejorar el lugar. No entiendo cómo se permite esta situación.

No recomiendo este lugar bajo ninguna circunstancia. Es mucho mejor quedarse con el mausoleo o visitar otros museos dedicados a ella, como el de Vicuña, que tiene entrada gratuita y ofrece un espacio muchísimo más bello, educativo y digno. Este sitio no aporta absolutamente nada y es una...