Las termales tienen tres piscinas de diferentes tamaños, la capacidad ideal considero es de alrededor de 25-30 personas, pero el día que visité había un poco de aglomeración con aproximadamente 50 personas. A pesar de eso, pudimos relajarnos y disfrutar de la compañía de amigos. Las piscinas tienen diferentes temperaturas y la vista hacia las montañas es simplemente hermosa. El clima frío hace que la termal se sienta deliciosa.
El lugar cuenta con baños y casilleros para guardar tus pertenencias, y en la recepción puedes encontrar snacks y bebidas. Las piscinas tienen polisombra para protegerte del sol, y hay una pequeña zona con parasoles para disfrutar de un refresco. Además, tienen una zona de parqueo muy cerca de las termales, lo que es muy conveniente para dejar el vehículo y acceder fácilmente a las instalaciones.
Una vez que haces el registro y el pago de las entradas, te ponen una manilla para verificar que está listo el pago, lo que es un proceso sencillo y eficiente.
Algo que me gustaría destacar es que la limpieza y mantenimiento de las piscinas podría mejorar. Después de pasar un buen rato en el agua, notamos que quedaban sedimentos en la piel, lo que podría indicar que las piscinas necesitan una limpieza más frecuente.
Una sugerencia adicional sería agregar algunos toques de decoración y pintura, ya que por la humedad se ve un poco deteriorado. Sin embargo, en general, las termales cumplen con su función son relajantes.
Mi recomendación es visitar con grupos reducidos, ya que con grupos grandes se puede tornar un poco congestionado. En nuestro caso, éramos 34 personas y ya había gente en las termales, lo que hizo que hubiera que esperar para...
Read more
Learn more insights from Wanderboat AI.
