Hoy me escapé al Mirador de Potrero Cerrado, allá por Tierra Blanca, y no tengo otra palabra más que: impresionante. Desde que uno empieza a subir por esas callecitas entre cafetales y neblina, ya el alma se va limpiando. Pero cuando llegás al mirador y se te abre esa vista directa al Sanatorio Durán… compa, es otro nivel.
El aire allá arriba es diferente, te llena el pecho, como si de verdad estuvieras respirando más vida que oxígeno. Todo se siente más claro, más puro. Y luego, ahí al frente, en medio del verdor y el misterio, aparece el Sanatorio: ese gigante silencioso que se asoma entre árboles y bruma, como si todavía estuviera contando historias desde sus ruinas.
El mirador tiene ese encanto de lo simple: sin mucha bulla, sin adornos, solo un banquito, la vista, y ese silencio que suena más bonito que cualquier canción. Me senté un rato, viendo cómo el viento jugaba con las nubes, y el sanatorio se dejaba ver a ratitos, como quien saluda con timidez.
Tomé fotos, claro, porque ¿quién no? Pero también me tomé un momento sin cámara, solo yo y esa inmensidad. Pensé en la historia del lugar, en la gente que alguna vez vivió, sanó o murió ahí, y en cómo la naturaleza se ha encargado de abrazarlo todo, sin prisas.
Y lo mejor: no había tanta gente. Solo un par de turistas, una pareja de Cartago y un señor que vendía café y hablaba más bonito que cualquier guía turístico. Me echó el cuento de que cuando el cielo está claro, se ve hasta el Irazú saludando desde el fondo. Hoy no se vio, pero igual, con lo que se dejó ver, yo estaba más que satisfecho.
Salí del mirador con la cara medio entumida por el fresco, pero con el alma calentita. Porque hay lugares que no solo se visitan, se sienten. Y Potrero Cerrado, con su mirador y esa postal viva del Sanatorio Durán, es...
Read moreEs un lugar de hermosa vista, hay baños y muchos puestos de comida, cafecito, empanadas, chocolate caliente, pinchos etc. Los domingos el lugar se llena mucho, hay parqueos adicionales pero no se cuánto cobran. Se recomienda venir abrigado con una buena sueter especialmente si se quieren quedar a ver el atardecer. Lugar familiar y para parejas. Vistas al volcán Irazú, sanatorio Duran, y...
Read moreUn magnífico lugar para recordar uno de los más desafiantes retos de la medicina en sus años ante una enfermedad donde se conocía muy poco de ella...
Mis respetos para esos doctores, enfermeras y monjas de la caridad, que sirvieron y dieron su vida para ayudar a quienes sufrieron esa...
Read more