Interior del Museo de Arte de Sinaloa (MASIN) Tras ardua labor, el 21 de Noviembre de 1991 el Gobierno del Estado entregó al pueblo lo que desde entonces es el Museo de Arte de Sinaloa, popularmente conocido por sus siglas, MASIN. El edificio donde se habilitó el museo fue construido en la tercera década del siglo XIX y es uno de los más antiguos de la ciudad. En sus inicios fue casa consistorial, morada del Obispo y altos clérigos. Recordemos la vital importancia que en aquellos años tenían dentro de nuestra sociedad las autoridades eclesiásticas y no solo por el poder que le otorgaba la religión sino que el Estado mismo se encontraba inmiscuido ante la voluntad de dichas personalidades eclesiásticas de esa época, posteriormente la historia es conocida, pues los liberales que representaban abogados, pequeños propietarios, comerciantes de provincia, clase media urbana separaron a iglesia y Estado, logrando con esto limitar de alguna manera el poder del clero sobre la ejecución política. Posteriormente fue residencia oficial y palacio de los poderes del estado. En 1890 fue remodelado y le fue agregado el segundo piso por el arquitecto Luis F. Molina quien fuera uno de los arquitectos predilectos del entonces presidente de la República el General Porfirio Díaz y aún cuando se respetó la arquitectura original del edificio es perceptible ciertos cambios sutiles en su fachada como lo son el punto de quiebre de los arcos que son uno los encantos especiales que conserva este edificio que ha sobrevivido al paso del tiempo como testigo silencioso de infinidad de acontecimientos históricos importantes como lo fueron el juramento del refrendo de la Constitución de 1857, siendo a la sazón gobernador del estado el señor Pomposo Verdugo, por nombramiento del general Juan Álvarez. Ocasionalmente, el patio fue utilizado como teatro de la ciudad para presentar zarzuelas y comedias. Más tarde fue sede del H. Ayuntamiento hasta septiembre de 1980. El Museo de Arte de Sinaloa surgió con el propósito de ofrecer a la población un sitio a la altura de los mejores del país, para la exhibición de cientos de montajes de artes visuales en Culiacán: exposiciones de pintura, escultura, fotografía, dibujo, gráfica, instalación, video y arte-objeto; además de ser un foro fundamental para la realización de eventos artísticos, culturales y académicos como conciertos, presentaciones de libros, conferencias, coloquios y talleres de las diversas disciplinas artísticas. Es también un espacio en donde se vincula el arte con niños y jóvenes de escuelas públicas y privadas a través de visitas guiadas a sus exposiciones. En 1989 el Gobierno del Estado de Sinaloa se dio a la tarea de rescatar lo que alguna vez fue sede del H. Ayuntamiento de Culiacán y de la policía municipal. El MASIN es una dependencia del ISIC (Instituto Sinaloense de Cultura) antes DIFOCUR, que a su vez es parte del Gobierno del Estado de Sinaloa. El recinto cuenta con ocho salas de exhibición (una sala permanente y siete temporales), auditorio y tienda. Resguarda uno de los principales acervos plásticos del noroeste de México, el cual consta de más de 400 piezas, entre las que destacan la colección de obras de la Escuela Mexicana de Pintura desde finales del siglo XIX hasta nuestros días. En ella se encuentra un autorretrato de Diego Rivera realizado en 1906, así como obra de Juan Cordero, Francisco Goitia, Roberto Montenegro, Gerardo Murillo (Dr.Atl), José Luis Cuevas, Lilia Carrillo, Francisco Toledo, Rufino Tamayo, Pedro Coronel y Francisco Moreno Capdevila, entre otros. También se incluyen colecciones de pinturas de autores sinaloenses destacados como lo son Antonio López Sáenz y...
Read moreSe considera el museo oficial del Estado, tiene buen acervo histórico artístico (sobre todo la plastica moderna mexicana de la primera mitad del siglo XX y mediados del mismo siglo) aunque por sus dimensiones lastimosamente es imposible ver la colección completa, ya que solo usan parte de sus salas para mostrar dicha colección (tratan de estarla rotando). El edificio en si es un edificio histórico que vale la pena visitar (siglo XIX con modificaciones de Molina) y las salas temporales son una muestra de hamparte (instalaciones, video, performance), y en menor escala propuestas plásticas cómo; escultura y pintura (arte contemporáneo) para los que aman este tipo de manifestación. Otra cosa agradable del lugar es...
Read moreTuve la suerte que me tocó un museo con una enorme tranquilidad, para disfrutar cada espacio a mi ritmo y sin prisas, no sé si siempre sea así, pero visité el Museo en sábado.
La entrada tiene un costo mínimo, por lo que no es pretexto para no visitar ese lugar.
Al momento de mi visita, había cuatro salas con exposiciones de varios artistas nacionales, con esculturas y pinturas con diferentes técnicas cada una con un estilo único.
Considero, que falta difusión por parte de la Secretaria de Cultura, pero es un lugar con mucho potencial para ser una joya...
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