El punto más mágico del pueblo mágico de Malinalco!
Ahí se concentra mucho de la buena vibra del pueblo, con los visitantes y con los personajes que están pendientes de celebrar breves ceremonias haciendo sonar un caracol marítimo, en la punta de la piramide y hacia los cuatro puntos cardinales, como una trompeta prehispánica. Martin es el más reconocido. Exponen un poco de la historia y el propósito del lugar, del esfuerzo que le significó a la gente de aquel tiempo laborar el salón de ceremonias en la roca del cerro, y de la profunda vinculación que tenían con la energía universal, expresada en el desarrollo de su cosmogonía. También recitan algunos versos en náhuatl y nos enseñan la raíz y el significado de algunas palabras, descubriéndonos una belleza lingüística, que la mayoría de los visitantes ignorábamos.
El recorrido ahí arriba es breve, pero interesante. Luego uno puede sentarse en la orilla de la Piramide o en el talud del cerro para admirar la majestuosidad del paisaje, y la vista que domina todo el pueblo de Malinalco. Hay que subir norecuerdocuántos escalones, pero bien vale la pena el esfuerzo. Y al regresar abajo se puede disfrutar de una cerveza bien fría, o un agua o un refresco para los menores, en alguno de los muchos lugares, fijos y semi fijos, que las ofrecen.
Los domingos, la entrada es gratuita para los nacionales, hay que presentar una identificación. De lunes a sábado sí hay que pagar el acceso, pero se nota que el buen uso de estos recursos para el adecuado mantenimiento del lugar.
Ya de ahí hay que recorrer las calles hacia el centro, por donde es posible encontrar algunos tesoros de artesanía genuina y platicar con los artesanos. Hay muchos lugares para comer y pasarla bien que se adaptan a cualquier presupuesto, desde el tianguis, en donde hay unos tacos y otros platillos deliciosos, hasta restaurantes y bares con música en vivo. Todos en un ambiente relajado y cordial. También hay mezcalerías y pulquerías mucho muy recomendables.
En cuanto al hospedaje, también hay una oferta muy amplia de lugares y presupuestos. No hay que perderse el museo de sitio, el museo de los bichos y visita obligada a la zona de...
Read moreLo mejor que he visto y sentido últimamente: un sendero con muchas curvas, 400 escalones (eso dicen), muchos, muchos, muchos árboles, plantas, olores... Una vista y una sensación increíbles.
Y la pirámide, cuadrante (nos dijo guía que en México los cuadrantes son pirámides sin punta, no terminan en triángulo) excepcional!!
El monolito tallado sobre la piedra de la montaña es único en Latinoamérica, muy bello. El mirador hacia Malinalco es increíble.
Vistas, sensaciones, emociones... Un lugar que uno no debería perderse en esta vida.
Un poco de historia:
La zona arqueológica de Malinalco se ubica en el municipio de Malinalco, es la única estructura arquitectónica monolítica de grandes dimensiones en el país. La construcción de esta estructura se remonta al periodo clásico tardío, fue una templo de ritos de preparación militar de la civilización mexica.
Los orígenes no están bien documentados, pero su historia parte de grupos humanos agricultores. La ciudad fue conquistada por Axayacatl en 1476, que construyó un edificio militar. Este complejo, ahora conocido como Cerro de los Ídolos, es único en su tipo de América. Los bienes de tributos fueron transportados a lo largo de este camino en los hombros de tamemes (portadores) poblaciones subyugadas a los mexicas de Tenochtitlán.
El principal edificio del sitio arqueológico es la estructura monolítica denominada Cuauhtinchan o Casa de las águilas por figuras zoomorfas de águilas y jaguares, las cuales están talladas en su interior. El sitio fue construido alrededor de 1502 por el emperador mexica Axayácatl. Cuauhtinchan es la casa de los guerreros de jaguar. Este templo está tallada en la roca...
Read moreCuauhcalli o "Casa del Sol", el edificio principal de este conjunto arquitectónico. Se trata de una magnifica obra de arte labrada en la misma montaña, construida a principios del siglo XVI durante el gobierno del Huey Tlatoani mexica Ahuizotl. El basamento tiene las características arquitectónicas y escultóricas de un construcción mexica: a los lados de la escalinata se aprecian los restos de dos ocelotes (uno de los símbolos imperiales aztecas) y, en la parte central, se distinguen apenas los vestigios de lo que pudo haber sido un portaestandarte. La puerta del edificio representa las fauces abiertas de una enorme serpiente que muestra los colmillos y la lengua bifida tendida en el piso; ésta simboliza al "monstruo de la tierra" Tlaltecuhtli, en su advocación Coatlicue. A los lados se encuentran esculpidos dos pedestales, uno representa un huéhuetl o tambor forrado con piel de ocelote; el otro a una serpiente con escamas en forma de punta de flecha, por lo que se le ha identificado como Izcóatl "serpiente de querra". Sobre estos se encuentran los restos de efigies humanas. En el interior del recinto se encuentra un águila con las alas plegadas esculpida en piedra y en cuya base existe un pequeño hueco. Ésta se ha identificado como cuauhxicalli; recipiente donde se ofrendaba el llamado chalchiuatl (sangre humana), que era el alimento sagrado...
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