Mi tía, mi prima y yo siempre hemos querido visitar Marruecos, por ello, empezamos a informarnos hasta que dimos con la agencia Venamarruecos. Contactamos con ellos y desde el primer momento la atención fue extraordinaria y nos trasmitieron tal confianza que nos animamos a viajar con ellos.

Cuando llegamos a Marrakech, Mohamed, el conductor, nos estaba esperando a la salida del aeropuerto, nos recogió y nos llevó al Riad Luzia, donde nos hospedamos por 3 días. Durante el trayecto, Mohamed fue muy agradable con nosotras y nos dio ciertas recomendaciones, sobre que hacer los primeros días, ya que nosotras tuvimos tres días libres por la ciudad de Marrakech, antes de unirnos al grupo.

El cuarto día conocimos a Moha Ouzanzoul, quien fue nuestro gran guía durante el trayecto. Así comenzó nuestra aventura y conocimos al resto del grupo. La verdad que tuvimos mucha suerte, ya que congeniamos muy bien tanto con los viajeros como con los dos Moha.

Iniciamos nuestro primer día en la ruta hacia el desierto, visitando diferentes lugares como Ait Ben Haddou, Ourzazate, terminando en las Gargantas de Dades. En el camino, nuestro guía Moha, nos fue explicando la historia de los distintos lugares. También visitamos una cooperativa femenina donde pudimos comprar el apreciado aceite de Argán.

Pasamos la noche en el hotel junto al río de Dades, donde nos dieron recibieron con un té de bienvenida. A destacar, el desayuno y el servicio.

Continuamos el trayecto pasando por las Gargantas de Todra, Erfoud, Rissani, hasta llegar al deseado desierto de Merzouga. Allí, los 14 del grupo hicimos la actividad de los quads y Snowboarding. Una experiencia muy recomendable, aunque puede parecer caro, merece mucho la pena realizarla, a nosotros nos encantó y nos divertimos mucho. Una vez terminada la actividad de los quads, fuimos a un hotel a dejar las maletas y descansar un poco antes de adentrar en el desierto montados en los dromedarios, una experiencia muy bonita, con unas vistas increíbles.

En cuanto a las jaimas, nos parecieron brutales, tanto la decoración como tal, como el servicio y la noche de canto y baile alrededor del fuego. En nuestra opinión, el día del desierto fue lo mejor del viaje, es algo tan mágico y un lugar que trasmite tanta paz, que nos hubiésemos quedado allí una noche más.

El penúltimo día, volvimos a Marrakech por la tarde noche y la mañana siguiente hicimos un tour por la ciudad, donde visitamos el Palacio de la Bahía, con la guía María. Una mujer muy encantadora.

Dicho esto, quiero transmitir que viajar con Venamarruecos, en concreto con el guía Moha y el conductor Mohammed, es muy recomendable.

¡Vivimos una experiencia de 10, superó todas nuestras expectativas, nosotras seguro que volveremos!