La primera vez que puse un pie en Praia do Vao, supe que había encontrado un trozo de paraíso en la Tierra. El ambiente relajado, complementado por las impresionantes vistas del océano y el cielo, crean una experiencia casi mágica. Si alguna vez necesitas un escape de la rutina diaria, este es el lugar perfecto para desconectar.

La arena es suave y dorada, ideal para tumbarte y disfrutar del sol. Pero si eres más activo, hay un montón de cosas que hacer, desde nadar en las aguas cristalinas hasta practicar deportes acuáticos. Personalmente, me encanta caminar a lo largo de la orilla, especialmente durante la puesta de sol; los colores en el horizonte son simplemente espectaculares.

Otro punto a favor es la limpieza de la playa. Se nota que hay un gran esfuerzo para mantener el área en perfectas condiciones. También hay suficientes instalaciones cercanas, como restaurantes y chiringuitos, para que no tengas que ir muy lejos para conseguir algo de comer o beber.

Por último, pero no menos importante, el ambiente general es acogedor y familiar. Tanto los lugareños como los turistas parecen respetar la belleza natural del lugar, añadiendo un sentido de comunidad y pertenencia que es difícil de encontrar en lugares más concurridos.

Si estás en busca de una playa que lo tenga todo: belleza natural, ambiente relajado y una amplia gama de actividades, no busques más allá de Praia do Vao. Ya estoy contando los días para mi próxima visita.