La cartuja de Miraflores se encuentra ubicada en una pequeña colina a unos 3 kilómetros del casco histórico de Burgos, en una zona boscosa a las afueras de la ciudad, el parque de Fuentes Blancas. El monasterio está habitado por una pequeña congregación de monjes Cartujos. Por esta razón solo es visitable la iglesia, un museo sacro y un pequeño atrio que da a un estanque, permaneciendo el resto del cenobio cerrado al público. El origen del edificio se encuentra en un palacete mandado construir por el rey Enrique III de Castilla en 1401 como finca de caza. Años después, en 1442, su hijo Juan II decide donar el edificio y los terrenos anexos a la orden de los Cartujos con el fin de convertirlo en panteón real. Tan solo diez años después el palacio fue destruido por un grave incendio. Su reconstrucción comenzó a partir de 1477 tras el ascenso al trono de Isabel la Católica, que será la verdadera impulsadora de la cartuja, finalizando las obras en la primera mitad del siglo XVI. El edificio es una gran nave longitudinal de elevada altura con contrafuertes rematados por pináculos y con ventanas ojivales que dan una gran luminosidad natural al interior. En la nave central se encuentra la iglesia dividida en varios tramos, con las sillerías del coro de los Padres y el coro de los Hermanos. A uno de los lados se añadieron con posterioridad una serie de capillas en las que, actualmente, se encuentra un museo con piezas de orfebrería y cuadros de arte sacro, así como algunas pinturas murales de gran belleza. La entrada se realiza a través de una puerta con arco ojival y arquivoltas terminadas en un arco conopial por la que se accede a un atrio abierto con una zona ajardinada en la que hay una escultura de san Bruno, fundador de la orden de los Cartujos. Aunque lo que más llama la atención en este patio es la magnífica portada de entrada a la iglesia. Se trata de una portada de estilo gótico plateresco con tres arquivoltas con arcos ojivales rematados por un gran arco conopial. La puerta presenta un dintel plano sobre el que se abre el tímpano con una imagen de una Piedad, la Virgen sosteniendo el cuerpo inerte de Jesús. En el interior, la nave está dividida en cuatro cuerpos: la estancia de los fieles, los dos coros y al fondo el presbiterio. La iglesia presenta bóvedas de crucería con terceletes, sostenidas por arcos que descansan sobre ménsulas que emergen de las paredes. Sin duda, lo más destacable de la iglesia es el presbiterio en el que se puede ver el formidable retablo policromado con un Cristo crucificado en el centro, obra de Gil de Siloé. Delante del retablo mayor se halla el conjunto funerario que Isabel la Católica encargó para que sirviera como panteón real para sus padres, Juan II de Castilla e Isabel de Portugal. Estos sepulcros son una espléndida obra de arte realizados por Gil de Siloé en alabastro blanco, formando una estrella de ocho puntas. En un lateral se puede ver el sepulcro del príncipe Alfonso, hermano de Isabel la Católica, realizado por el mismo artista. Cabe destacar, también, la puerta del claustro y el coro renacentista, así como un tríptico flamenco del Calvario de Juan de Flandes y una Anunciación de Pedro de Berruguete. Finalmente, hay cuatro salas en un lateral en las que se puede ver una exposición permanente de arte sacro y, especialmente, la espléndida sala Miraflores con unas pinturas murales del siglo XVII. La cartuja se puede visitar de lunes a domingo de 10:15 a 15 y de 16 a 18 horas. La visita es libre y gratuita, tan solo piden una donación voluntaria. También se puede adquirir por un euro un folleto explicativo bastante amplio y bien documentado, que a mi juicio merece la pena comprar. Se pueden hacer fotos sin flash en todo el recinto visitable. Junto a la entrada de la cartuja hay un pequeño aparcamiento gratuito. También, es posible llegar en autobús desde Burgos e incluso llegar andando. Una visita imprescindible. Un edificio que merece la pena visitar, con un conjunto arquitectónico muy interesante. Una joya del arte...
Read moreSituada a unos tres kilómetros del centro de la ciudad de Burgos, La Cartuja de Santa María de Miraflores es un monasterio de la Orden de los Cartujos, edificado en una loma conocida como Miraflores. El conjunto monacal, se encuentra al este del centro de la ciudad de Burgos, en el entorno del parque de Fuentes Blancas y al sur del río Arlanzón. El monumento está conectado con la ciudad por la carretera BU-800 y puede llegarse también a pie por una ruta natural. La cartuja de Miraflores fue fundada en 1442, año en que una comunidad de monjes cartujos se establece en el palacio-alcázar donado por el rey Juan II de Castilla. El edificio es puesto bajo la advocación de San Francisco y aquí se instalan monjes que procedían de otras cartujas hispanas. Pero no duró mucho este primer monasterio, porque en 1454 un incendio lo destruye. En 1453 se decidió construir el actual edificio. Entre los años 1454 y 1488 se desarrollan las obras del nuevo monasterio. Las obras se encargaron a Juan de Colonia, que trabajaba por entonces en la catedral de Burgos. En1477 las obras son impulsadas por la reina Isabel la Católica. En su reinado se termina el Retablo Mayor y el sepulcro de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, situado en el presbiterio. La iglesia de la cartuja es sobre todo un panteón real, ocupado por la familia de Isabel. Finalmente y debido a diversas vicisitudes que obligan a cambiar de arquitecto varias veces, las obras para cubrir el templo se terminan hacia 1484. El conjunto de edificios del monasterio sigue el modelo de otros monasterios cartujos de la Edad Media. La planta se desarrolla a partir de la colocación de la iglesia y el trazado de dos claustros principales: uno para cada uno de los grupos de monjes cartujos que lo habitan (Padres y Hermanos). Alrededor de estos dos claustros se sitúan las ermitas individuales que permiten a los monjes vivir en la soledad y el silencio propios de la espiritualidad de esta orden. La planta de la iglesia está formada por una sola nave longitudinal dividida en cuatro partes: el presbiterio, el coro de los Padres, el coro de los Hermanos y la estancia de los fieles. La nave está cerrada con bóvedas de crucería con terceletes, manteniendo el original trazado de estilo gótico. La portada de la iglesia se alzó en 1486 y fue ubicada originalmente en el lateral izquierdo del templo, para que los fieles pudieran acceder directamente desde el exterior del monasterio. Está formada por arquivoltas apuntadas decoradas con vegetales, animales y algunos motivos figurativos humanos. La arquería está situada bajo un gran arco conopial con macollas. En el tímpano se representa el motivo de la Compasión de la Virgen. Es probablemente, lo mas destacado del exterior, y llama la atención en cuanto llegas a los alrededores del edificio, en una zona boscosa de difícil acceso. El templo es de una sola nave, capillas laterales y ábside poligonal. La nave está cubierta con bóveda estrellada. El conjunto está considerado como una joya del arte...
Read moreEl rey Juan II de Castilla dona a la Orden de los Cartujos el palacio y alcázar de Miraflores, mandado construir en 1401 por su padre, Enrique III de Castilla. Era un pabellón de caza ubicado a las afueras de la ciudad de Burgos. De esta manera, Juan II cumplía la voluntad testamentaria de Enrique III.
[...] Por la cual ofrescí a la dicha su orden [cartuja] los que entonces eran mis palacios de la dicha Miraflores e agora son el dicho monesterio de Sant Francisco de la dicha Orden de Cartuxa.3 La cartuja de Miraflores fue fundada en 1442 por el rey Juan II de Castilla (r. 1405-1454), aunque esta cartuja es, en realidad, obra casi exclusiva de su hija la reina Isabel la Católica (r. 1474-1504). Tras algunas reticencias de los monjes, por ser muy frío y carecer de agua, la comunidad se establece y el edificio es puesto bajo la advocación de san Francisco (Cartuja de San Francisco de Miraflores). Los monjes, que procedían de las cartujas de Scala Dei en Tarragona y de El Paular en la sierra de Guadarrama, se instalaron en el palacio-alcázar. Pero este primer monasterio no duró mucho, porque en 1454, el año en que muere el rey que lo fundó, un incendio obligó a plantear un edificio de nueva planta.
En 1453 se decidió construir el actual edificio. Entre los años 1454 y 1488 se desarrollan las obras del nuevo monasterio, que ahora es puesto bajo la advocación de Santa María de la Anunciación (de Miraflores). Las obras se encargaron al arquitecto alemán Juan de Colonia, que trabajaba por entonces en la catedral de Burgos, y comienzan en 1454. Ese año Enrique IV sucede a su padre, Juan II, y las obras quedan casi paradas.
Es en 1477 cuando son impulsadas por la reina Isabel la Católica. En su reinado se termina el retablo mayor y el sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal, situado en el presbiterio. La iglesia de la cartuja es sobre todo un panteón real, ocupado por la familia de Isabel. Cuando muere el arquitecto Juan de Colonia, continúa la tracería arquitectónica Garci Fernández de Matienzo. Este muere de peste en 1478 y es sucedido por Simón de Colonia, hijo de Juan de Colonia. Las obras para cubrir el templo se...
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