Cueva de La Peña de Candamo — Attraction in Candamo

La visita consta de dos partes; llegamos al centro de interpretación y allí la señorita Mónica nos hizo una presentación en recreaciones de algunas de las paredes de la cueva, te explica, te enseña y comenta sobre ellas, hizo una presentación de 10. Importante, hay que estar una hora antes de la visita en el centro, ya que debido al deterioro de la cueva, hacen allí este pequeño adelanto. Está dotado de baños, salas polivalentes, biblioteca, y no estoy segura, pero me pareció ver que tenían servicio de ludoteca... entiendo que para las personas que quieran hacer la visita a la cueva sin niños, de esto no estoy segura. Una vez esto finaliza, hay que desplazarme en coche por una carretera hacia la cueva, se llega bien, 2 minutos de reloj, no hay pérdida. Allí otra chica, no recuerdo el nombre, hace el acompañamiento guía a la cueva con los visitantes, este chica también explica con mucho conocimiento. El interior es espectacular, la visita está basada en su casi totalidad, en la pared donde están los grabados y dibujos, ¡¡impresionante!! Yo aconsejo la visita, aunque la cueva es pequeña, (lo que se puede visitar) merece la pena. Tiene poca luz para poder apreciar realmente la cavidad, pero se entiende que es precisamente para preservarlo. Como única sugerencia, sí estaría bien el que explicaran la composición de las diferentes partes de las paredes y techo, los minerales que brillan, el sal... es lo único que yo agregaría, enseñar un poco la cavidad en sí y no el protagonismo absoluto a las pinturas y grabados. La entrada cuesta 2 euros persona, hay que hacer la reserva previamente en la web. En el centro de interpretación tienen un ordenador de uso público donde tienen una plataforma para poder ver las cuevas de cántabras (Asturias, Cantabria y País...

Cuando hemos llegado nos hemos encontrado con un señor que tiene como un quiosco y vende quesos,etc, le hemos preguntado por la cueva y nos ha dicho que estaba arriba (subir una pequeña cuesta), no nos ha dicho que estaba cerrada....nos hemos encontrado con la puerta cerrada y un cártel que dice que para visitarla hay que pedir cita previa y solo en horarios de 11,12 y 13h con aforo limitado, los lunes no abren y que los niños menores de 7 años no pueden entrar(yo iba con uno de 3)...bajamos la cuesta y le decimos al señor que pensábamos que la cueva estaría abierta (se lo decimos bien como un comentario, para que él nos diera un poco más de información) y su contestación ha sido que los turistas cuando salimos de nuestras casas nos pensamos que todo es nuestro, nosotros con respeto le hemos dicho que el día anterior fuimos a otra cueva en la que nos vendían la entrada en el mismo momento y en la misma puerta y nos la enseñaban por lo que pensábamos que sería de la misma manera, pero el señor nos dice que en qué cueva y que no vamos a ver nada mejor que esa cueva. Así que no volvemos ni pidiendo cita, no nos hemos quedado con las ganas ni de ver la cueva ni de volver a hablar...

Fue una experiencia impresionante. El altar de la cueva te hace soltar un "guau" nada más verla de lo impresiva que es.

La guía, Aurora, le da el toque especial a la visita. Una mujer encantadora y divertida que te explica y enseña todas las pinturas rupestres de una forma muy didáctica e imaginativa. También destacar la pena que nos dió lo que ha sufrido la cueva a lo largo de los años por la actividad humana, es importante recalcar el cuidado especial que hay que tener cuando se visitan las cuevas para poder conservarlas y estropearlas lo menos posible. Las cuevas son como cualquier otro cuadro de arte y no debemos tocarlas, simplemente admirarlas y disfrutarlas pensando en quiénes y cómo las pintaron.

Lo más impresionante es el altar y la pintura que se encuentra en el centro del mismo por esa perspectiva con la que jugó el pintor del caballo (o yegua).

Definitivamente nos encantaría volver algún día. Es una visita indispensable si te gustan las cuevas y el arte prehistórico. Se merece la...