El entorno como tal merece la pena visitarlo, es peculiar y una buena área para pasar un buen rato. A la vez es una muestra de lo mal que cuidamos un entorno en el que seguro se ha invertido dinero publico para ponerlo en condiciones y que después por desidia del gobierno local, con la colaboración de personas que no lo respetan en su visita y su estancia da una imagen que no merece en el entorno. Hay decenas de papeleras en sitios alejados para su mantenimiento que hacen que la basura se acumule de manera denigrante, alguna vez los humanos debemos de aprender a llevarnos lo que a un sitio llevamos, no es complicado, ya pesa menos, pues llevémonos los botes, las bolsas, los envases y demás subproductos de nuestro auto consumo, pues dejarlos en el suelo, o en una papelera difícil de atender a expensas de que se lo lleve la climatología, no es una buena acción. Existe en el área un edificio de relativa reciente creación, que tiene todo el aspecto de que nunca ha sido utilizado y está al albedrío de "inútiles" que lo han "pintado" "vejado" "robado". Fuera de todos estos detalles negativos, que no están provocados por la naturaleza o la belleza del entorno, sino que por nuestra mala acción y la indiferencia de la administración, el entorno es agradable y peculiar, permitiendo un paseo placentero por la laguna, en la cual hay una única y rota advertencia en la zona más lejana que indica que está prohibido el baño, hay buenas mesas de piedra, difíciles de utilizar debido a la altura de la hierba y a la falta de protección (pero están ahí). Además, en la subida hacia los molinos, tendrás unas bonitas vistas de la Ría de Arosa, del entorno de Catoira y de la nueva vía desdoblada del ferrocarril que traza desde A Coruña a Vigo (O Vigo A Coruña, tanto monta, monta tanto) y que en ese punto cruza la Ría. Los molinos son otra muestra de desatención, están mejor que en el pasado, que llegaron a estar en ruinas, pero el dinero invertido en su recuperación de poco servirá si no se mantienen en mejor condición. Sus aspas ya vuelven a estar rotas, imagino que entre los temporales y los "juegos" de los visitantes no ayudan, pero si además le sumamos que uno de ellos, el más cercano a la carretera y en posición a menos nivel, está abierto y se usa de letrina pública, pues mal vamos, y eso no es culpa de la administración local.... hay muy poco civismo, además como siempre, "los pintamonas" dejan su firma de rotulador en donde pueden.... Sitio con encanto, pero mal tratado por los humanos... ¡así no!