Museo de arte vangurdista, sobre todo de esculturas bastante rarunas realizadas con objetos cotidianos (coches, televisores, pianos). Situado en un antiguo lavadero de lana por donde pasaba la vía pecuaria. Difícil tarea, ya que no tengo ni idea de arte contemporáneo ni suele gustarme. Conste por tanto que esta es la reseña de un profano. Para empezar, hoy no había visita guiada porque la guía tenía el día libre. En un sitio que recibirá la mayoría de las visitas en fin de semana esto es un poco difícil de entender, sobre todo porque apenas hay carteles informativos. Creo que me habría ayudado bastante a comprender la obra del autor. Por fortuna, el personal del museo (muy amable, por cierto) nos facilitó un folio con alguna información de utilidad para la primera sala; en el resto, tuvimos que intentar adivinar qué quería expresar Vostell. Y esto fue bastante divertido, porque las obras son llamativas y originales, sí llaman la atención. Algunas son desagradables, pero, por lo que después pude leer, esto es premeditado, ya que el autor rechazaba en cierto modo cómo la tecnología iba ganando influencia sobre el ser humano (razón no le faltaba...; claro que escribo esto tecleando sobre un portátil de última generación y conectado a banda ancha de Internet). Además de la obra de Vostell, hay un pequeño centro de interpretación dedicado a la trashumancia y las vías pecuarias que sí veo interesante. El propio asentamiento del museo (el ya comentado lavadero de lana) justifica en cierto modo la visita: es interesante el puente que conduce al interior, el aliviadero de la presa y la propia presa. Aunque todo esto se puede ver sin tener que pagar la entrada. En resumen: sí, lo encuentro interesante, sobre todo porque la entrada tampoco es muy cara (3€), pero a mí no me merecería la pena ir solo al museo (insisto, quizás porque no entienda ese arte), por eso la reseña no es más alta. Ahora bien, por ese precio, sí recomiendo verlo si el objetivo es visitar la fabulosa reserva donde se ubica, Los Barruecos (reseña aparte) y vas con tiempo. Además, el restaurante que hay en el interior es muy recomendable, excelente calidad a precio muy ajustado. Dentro del museo no se permiten las fotografías, así que cuelgo las del exterior. Porque por cierto, alguna de las obras más famosas de Vostell las encontrarás fuera del museo, mientras realizas una de las rutas de senderismo de Los Barruecos (la amarilla,...
Read moreWe were expecting storks and alien rocky outcrops. We got those but also this unusual Museum with the artistic creations of a man who thought differently A Mig fighter welded into a tall totem pole eiyh an American car halfway up and several storks nests, other cars being maltreated a wall of 20 motorcycles, painted and enjoying Parsifal by Wagner. A mad world, but very absorbing and different. Could have stayed much longer. A shame that photography was forbidden. Great walls and an upmarket cafe also. Great place to...
Read moreIn the most unlikely of places, in the middle of a natural park in the beautiful plains of the Extremadura region, with an intensity of enormous boulders, 20km outside Caceres, in the impressive industrial warehouses of a former wool factory, you fine the museum of the German artist Wolf Vostell, the pioneer of video art installations, Happenings and the Fluxus Movement.
His impressive exhibit of personal art collection is combined with an even larger show of 250 artworks by Fluxus artists, incl. Yoko Ono and...
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