Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez — Attraction in Moguer

Visitar la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez es una experiencia que te transporta a la esencia literaria y humana de dos figuras emblemáticas de la cultura española. Ubicada en Moguer, Huelva, esta casa histórica no solo ofrece una ventana a la vida y obra del laureado poeta Juan Ramón Jiménez, sino también a la intensa y profunda relación con su esposa y colaboradora, Zenobia Camprubí.

El museo es un lugar hermoso, cuidadosamente preservado, que permite a los visitantes recorrer las habitaciones y espacios donde vivieron y trabajaron. Al entrar, se siente una conexión inmediata con la historia; cada rincón parece susurrar anécdotas y pasajes de la vida de esta pareja. La casa, con su arquitectura tradicional y su decoración auténtica, nos remonta a una época pasada, ofreciendo un viaje íntimo al mundo de la poesía y la literatura del siglo XX.

La visita guiada es particularmente enriquecedora, brindando detalles fascinantes sobre la vida cotidiana de Zenobia y Juan Ramón, sus amistades con otros intelectuales de la época, y sus luchas personales y profesionales. La colección de objetos personales, manuscritos y primeras ediciones de sus obras es impresionante y proporciona un contexto valioso para comprender la magnitud de su legado.

Uno de los momentos más memorables fue explorar la biblioteca y el despacho de Juan Ramón, donde aún se percibe la atmósfera de creación literaria. Las anécdotas sobre sus años en Moguer y la influencia que este entorno tuvo en su obra cumbre, "Platero y yo", enriquecen aún más la experiencia.

La casa museo es un testimonio vivo de la dedicación y el amor por la literatura, y una visita obligada para cualquier amante de la historia y la cultura española. Es un lugar que no solo celebra el pasado, sino que inspira a futuras generaciones a apreciar la belleza de la palabra escrita.

En resumen, la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez es un tesoro cultural que ofrece una inmersión profunda y emotiva en la vida y obra de uno de los poetas más importantes de España y su musa. Es una visita que deja una huella indeleble en el corazón y la mente de quienes...

Una joya poética abandonada por las instituciones

Como amante del patrimonio y la literatura, visitar la Casa Museo de Juan Ramón Jiménez en Moguer ha sido, en muchos aspectos, una experiencia emocionante. Caminar por las estancias donde se escribió Platero y yo, contemplar los objetos personales del Nobel y de su extraordinaria esposa Zenobia Camprubí, es adentrarse en una historia de amor, arte y compromiso con la palabra. La visita, además, fue guiada por una profesional excepcional, verdadera guardiana del legado juanramoniano. Su conocimiento, sensibilidad y pasión elevan la experiencia.

❗Pero aquí acaba lo bueno. Porque el estado de abandono y dejadez en el que se encuentra el edificio es, sencillamente, vergonzoso.

Adjunto imágenes que no dejan lugar a dudas: • Lámparas colgando de cables desnudos y techos agujereados. • Instalaciones eléctricas expuestas, cables sueltos en las paredes como si se tratara de un local en obras. • Paredes abiertas, puertas inutilizadas, zonas del museo que parecen más una obra paralizada que un lugar de culto a la cultura.

¿Esta es la forma en que se cuida el patrimonio de un Premio Nobel de Literatura? ¿Así es como se honra a una figura clave de las letras universales?

Las instituciones —las mismas que luego se llenan la boca en discursos públicos proclamando su amor por la cultura— han abandonado su responsabilidad más básica: conservar y proteger el legado material de nuestro pasado. No basta con ruedas de prensa y campañas vacías. Hace falta inversión real, voluntad política y respeto por lo que Juan Ramón representa, no solo para Moguer, sino para España entera.

Como turista cultural, como ciudadana que paga impuestos, y como lectora agradecida de Juan Ramón y Zenobia, exijo una actuación inmediata. La Casa Museo no merece este trato. Moguer no lo merece. Y la cultura...

Ayer tuve la suerte de visitar la Casa Museo de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez junto a mi familia, y fue una experiencia chulísima. El recorrido por la casa no solo permite acercarse a la figura del poeta, sino también descubrir el inmenso valor cultural, intelectual y humano de Zenobia.

Uno de los espacios más interesantes fue la biblioteca, donde se conservan libros y revistas de la pareja. También me llamó mucho la atención el conjunto de objetos donados: ropa, fotografías, muebles y otros enseres cotidianos que ayudan a imaginar cómo era su día a día.

Pero sin duda, lo mejor de la visita fue la charla que nos ofreció la trabajadora del museo después del vídeo introductorio. Con cercanía y muchísimo conocimiento del tema, nos dio una visión clara y apasionada del papel fundamental que tuvo Zenobia en la vida y obra de Juan Ramón. Se agradece profundamente que se reconozca su figura no solo como acompañante, sino como pieza clave en los éxitos del Nobel. Además, se subrayó lo adelantada que fue a su tiempo, sin caer en juicios desde el presente, algo que a veces olvidamos al mirar al pasado.

Solo puedo decir: ojalá esta mujer siga muchos años dando charlas así. Con ella, no hace...