Monastery of Santa María la Real — Attraction in Nájera

Calle Mayor abajo, cercano al río Najerilla, sorprende la majestuosa fábrica del monasterio e iglesia de Santa María la Real de Nájera, en el corazón del casco histórico. Visto desde la plaza de España, el monasterio es un soberbio edificio de sillería, que se cierra en sus ángulos por altísimos cilindros, confiriendo al conjunto un aspecto de fortaleza inexpugnable. Una torre con espadaña se yergue aún más alta sobre el resto de la edificación. Esta plaza también está ocupada por la antigua cárcel comarcal, donde residió en el siglo XVIII el abad del cenobio. En la actualidad se accede al monasterio a través de la Puerta de Carlos I, que nos introduce en el bello claustro gótico del siglo XVI, de nombre claustro de los Caballeros, pues a los lados se abren algunas tumbas de ilustres familias de Navarra, La Rioja y Vascongadas. Amén del patio exterior con pozo, llama la atención del viajero las filigranas de las tracerías bajo los arcos del muro exterior del claustro, que con la luz del sol proyectan su sombra sobre las pandas o pasillos. Hermoso efecto. Por uno de los lados, se pasa a la iglesia de estilo gótico, que tiene planta de tres naves y un retablo con muchos adornos. En los pies de este espacio, muy iluminados para que no pasen desapercibidos, se encuentran el panteón real, lugar de enterramiento de algunos reyes de Navarra, y el panteón de los infantes, entre los cuales está el de Blanca de Navarra, que fue madre del rey de Castilla Alfonso VIII. Pero también en esta parte de la iglesia se visita lo que pudo ser el origen del monacato, es decir, la cueva en la que, según la leyenda, el rey García de Nájera halló la imagen de la Virgen y, a sus lados, una campana, una lámpara y un jarrón de azucenas. Todo sucedió cuando el halcón que iba tras una perdiz se introdujo en esta misteriosa gruta. Posteriormente, el mismo rey mandó edificar el monasterio en honor a la Virgen. Muy cerca del monasterio hay una librería que vende un libro titulado "Crónicas Najerenses". No es otra cosa que la representación teatral de la historia de Nájera correspondiente al período del rey García, que escribió un vecino ilustre de esta ciudad. Según me comentan, se viene celebrando este espectáculo desde 1969 en el marco del claustro de los Caballeros, aunque desde hace unos años se decidió hacerlo fuera del monasterio. Sin duda, la obrita perdió el hechizo transmitido por la solemnidad del claustro. Es probablemente uno de los monumentos religiosos más formidables que jalona el camino de Santiago, rebosante de arte, cultura,...

El Monasterio de Santa María la Real de Nájera es sin duda uno los lugares más emblemáticos de La Rioja, estando ligado tanto a los hechos que acontecieron en el Reino de Nájera-Pamplona, como a la historia del Camino de Santiago.

La leyenda de su fundación cuenta que, a comienzos del siglo XI, el rey Don García Sánchez III salió un día a cazar por las inmediaciones de su castillo. En busca de su halcón, que perseguía a una paloma herida, se adentró en el bosque hasta dar con una cueva, donde halló un altar con una imagen de la Virgen y el Niño, con el halcón y la paloma a cada lado, y junto a ellos una lámpara, una campana y un jarrón de azucenas. Interpretando este hecho milagroso como el perdón por los pecados de su azarosa vida, mandó a construir un monasterio, a los pies de cuya iglesia se encontraría la cueva sagrada y que sería en adelante el panteón real para su linaje.

Del monasterio románico que mandó a construir Don García el de Nájera ya no quedan ni vestigios, pues fue sustituido por el edificio actual (cuyas obras se iniciaron en 1422 y concluyeron en 1453), que presenta un estilo un gótico florido muy austero para la época en su iglesia, y una balanceada mezcla de elementos platerescos y clasicistas como se puede apreciar las puertas y las tracerías que cubren los arcos del Claustro de los Caballeros.

Aunque el monasterio muestra actualmente las huellas del daño producido durante la ocupación por las tropas napoléonicas, además de que mucho de su patrimonio ha sido expoliado, aún conserva magníficas muestras de lo que alguna vez albergó, como su enorme retablo de su altar mayor de estilo barroco, la original sillería de su coro alto en el que se entremezclan gótico, plateresco y mudéjar, así como el Panteón de los Reyes y el de los Infantes, siendo probablemente la pieza más destacada el sepulcro de Doña Blanca de Navarra, del cual se conserva solo la tapa, pero que es una de las obras maestras de la escultura...

Un Real Monasterio surgido de la montaña, de los farallones tan rojizos como el tinto de estas tierras riojanas. Donde el Najarilla recuerda sonido de trompetas, tambores...relinchar de caballos y el choque del acero.

Una mole, la del Real Monasterio de Santa María, sóbria y recatada al exterior como para no presumir de las obras de arte y recuerdos que el tiempo, guerras, saqueos y desamortizaciones ha ido lastimando mas en el siguen reposando tras mil años, reyes, reinas, infantes y nobles.

Iglesia grande y solemne en el gótico con algún pequeño recuerdo románico, retablos grandiosos en su oro. Coro único en el nogal ennegrecido por los siglos. Coro con más encaje que celosias por la mInuciosa labor en talla del nogal español en época de los RRC. Tiene mucha razón la guía cuando afirma que es de los dos o tres coros mejores de España: los retratos labrados en las sillas, las vergüenzas magnificas de los asientos...el precioso dosel capital de la silla abacíal... Y todo teniendo en cuanta lis daños de la francesada con saqueos, conversión en cuartel...o el remate con las desamortizaciones que, pese a todo, no consiguieron acabar con esta maravilla.

La leyenda de la aparición de la Virgen al rey García en 1052 hace que los pies de la iglesia y su coro profundicen la montaña y bajo el coro se extienda el panteón de los Reyes de Navarra del reino de Pamplona, o de Nájera, como también les llamarón por ser esta localidad sede de la corte.

Hoy existe un patronato del gobierno navarro con otras administraciones y, por desgracia, la falta de vocaciones hizo abandonar el monasterio hace poco a los últimos cuatro frailes franciscanos.

Aquel reino de Navarra que se extendió hasta La Rioja, País Vasco y otras zonas en su esplendor y que dió reyes...