Historia: El palacio fue mandado construir por Don Antonio Fernández Alejo, que se había enriquecido tras su estancia en América. Fue erigido en 1753, fecha inscrita en la fachada. Está realizado con piedra sillar caliza y mampostería. Presenta en la fachada principal un gran escudo de armas flanqueado por dos carabelas. También cuenta con un rico trabajo de rejería. Se trata de un ejemplo único de arquitectura doméstica de estilo barroco que se conserva en la región de Castilla-La Mancha.
Del conjunto original, solo queda actualmente el cuerpo noble principal, el solar del que fuera un jardín adosado por su lado sur y el cerramiento que lo separa de la calle Fray Francisco de Tembleque; habiendo desaparecido también las edificaciones que albergaban las dependencias de servicio como cocinas, almacenes, graneros, bodega, horno, habitaciones de servidumbre, caballerizas, y cuadras.
Descripción: Se encuentra en el casco urbano de Tembleque. El edificio actual se presenta exento, de proporciones cuadradas (33,5 x 33,5 m.), compuesto de semisótano, tres plantas y dos torreones con chapitel en las esquinas de su fachada principal. Esta fachada consta de tres cuerpos superpuestos, separados por una fina línea de imposta donde se alternan vanos coronados con frontón semicircular. Está dividida en paños lisos y encalados, enmarcados por hileras de sillares dispuestos en cremallera y coronada por una cornisa.
El palacio también cuenta con un patio central porticado con un brocal de pozo de una sola pieza y, aunque hoy ha desaparecido, tuvo un jardín anexo a su fachada sur, así como una escalera imperial en uno de sus laterales.
Grado de protección legal: BIC - Bien de Interés Cultural
Estado de conservación: La fachada se encuentra en relativo buen estado, pero se mantiene abandonado, con las ventanas abiertas y en estado de degradación continua. Sufre la ausencia de mantenimiento adecuado y la acción de los elementos atmosféricos a través de las techumbres y los vanos. Además existe humedad por capilaridad en el sótano y la planta baja.
Fuente: Lista Roja...
Read moreLa Casa de las Torres es una casa-palacio construida por Don Antonio Fernández Alejo, caballero de la Orden de Santiago, en 1753. El edificio es un símbolo de la fortuna que había amasado su propietario por las tierras de América. Es una construcción de estilo barroco que tiene planta cuadrada, con patio central con doble galería, con columnas toscanas de piedra que unen tres arcos rebajados en cada lado del patio. En la parte central de éste se encuentra un brocal de pozo, de una sola pieza labrada. Los techos de las galerías alternan vigas de madera con paños encalados en forma de bovedillas construidas en ladrillo y adobe. La fachada consta de tres pisos y está realizada en mampostería formando paños lisos y encalados, con sillares dispuestos en cremallera en las esquinas y ventanales dispuestos simétricamente rematados por frontones semicirculares en la segunda altura. En las esquinas se levantan dos cuerpos, en forma de torres, coronados con pequeños chapiteles. La portada principal del edificio tiene formas y decoración típicas barrocas. Se abre en el lado oriental de la casa, a la calle Convento, y está centrada respecto a la fachada. En torno a ella aparece un poderoso baquetón de piedra quebrado que recorre el dintel y las jambas. Dos columnas de piedra de capitel toscano, elevadas sobre un alto pedestal, y con fustes profusamente decorados, la flanquean. Un entablamento quebrado separa el primer cuerpo del segundo, en el cual aparece una puerta adintelada que da paso a un balcón de formas onduladas con la baranda hecha de forja. Este vano se cubre con un frontón partido, de formas más clásicas, con decoración floral (fitaria y cardina). En el tercer cuerpo aparece el escudo familiar, flanqueado por dos carabelas y dos florones, cubierto con un prominente tejaroz que protege toda la portada de las...
Read moreEs un edificio impresionante, magnífico, sobresaliente. De estilo barroco, llama mucho la atención la riqueza de sus columnas, del frontal en su fachada, las rejas de sus balcones y ventanas. Su primer propietario se inspiró en sus viajes e hizo traer materiales diversos para su construcción. También se habla de lo que fue una grandiosa biblioteca. Ojalá la provincia, comunidad u órganos competentes pongan en valor esta joya de Tembleque. Si no es el caso, bien podría convertirse en hotel de lujo. Cuenta con un espacio y una arquitectura inigualables. Apostemos...
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